"La verdadera esperanza nace de la desesperacion absoluta", o por lo menos esas son las creencias de Nagito Komaeda pero, a pesar de idolatrar a su tan amada "Esperanza" él esta sumergido en un mar de dudas y desesperación, donde la fe en si mismo...
¿Alguna vez has sentido que todo pierde sentido a tu alrededor? Aquella sensación donde una realidad está enfrente de tus ojos y aun así no puedes creértela.
Justo en estos momentos me sentía de esa manera.
Agobiada y confundida.
Reírme en esta situación parecería completamente normal pero, ni si quiera era capaz de emitir algún sentimiento... mis músculos se atrofiaron, inclusive mi cerebro no funcionaba como quisiera.
Simplemente me quede estupefacta observando lo que estaba frente a nosotros...
- ¿Qué... demonios?...- me limite a decir con una increíble dificultad.
De hecho, no era la única que se le caía la mandíbula de la incredulidad.
- Haaaa ¿Así que esa es su reacción al ver a una chica de instituto de talla extra grande? ¿Pero en verdad soy así de grande? ¿No creen que soy un poco más pequeña? -
Mis ojos se abrieron con más fuerza, mis labios volvieron a moverse solo para callarse de nuevo, mi garganta no era capaz de emitir algún sonido de lo asustada que estaba.
- El jefe final en los videojuegos de acción es mucho más grande ¡Ya saben hablo de ese juego! ¡God of War!- la chica dentro de aquel celular continuaba hablando mientras sonreía y se volvía de golpe más energética.
- Es decir que al final nosotros somos Kratos, menos mal, me encargare de eliminarte – le dije sin pensar de lo molesta que comenzaba a ponerme, al parecer teniendo ese sentimiento en mente mi cuerpo era capaz de responder.
- Vamos, vamos, relájate un momento... o más bien ¿Se están fijando en el tamaño de mi busto de 15 metros? – se dirigió aquella chica a nosotros cambiando continuamente de tema.
Al escucharla me ponía cada vez más molesta, hablando de cosas de jefes finales, resaltando el fanservice de los juegos que ella no usaría, además de sus encantos fuera de lugar, hacían que aún no entendiera del todo su objetivo, en realidad creo que tener en cuenta aquello me hacía asustarme más de lo venidero.
- ¡Maldición! ¡Deja de perder el tiempo! ¡Fanservice eso, tus senos aquello! ¡Que más da eso! – le apunte disgustada mientras procuraba no dejarme comer de la ansiedad.
- ¿No les parece que cambia mucho de personalidad? – preguntó Sonia asustada aun con la voz un poco temblorosa.
A decir verdad podía notar aquello, su personalidad estaba siendo retorcida, podía verse aburrida, como podía mostrarse totalmente emocionada por algo, su bipolaridad me ponía increíblemente angustiada.
- Solo quería divertirme un poco además... me aburro fácilmente de mi personalidad... me aburre estar aburrida... incluso... cuando estoy muerta aún sigo aburrida... esto apesta...- ahora aquella chica desde el celular se veía tan deprimente que incluso hongos crecieron en su cabeza.
Sentía repelús de solo pensarlo, de solo verla pero, incluso detrás de ese rostro lleno de belleza, la inquietud de que era una chica espeluznante y peligrosa era bastante presente en mi cuerpo.
Sin embargo, a estas alturas alguien pronunció el nombre de nuestra acompañante, el jefe final que tanto se proclamaba, un nombre que lo pase por alto completamente.
- ¿Acaso... eres Junko Enoshima? – Hajime fue el único en animarse a decirlo.
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