Capítulo 44 parte 1 "Manga para idiotas"

2.4K 190 175
                                    

¿No es irónico que aun sabiendo el resultado de las cosas, aun sean capaces de sorprenderte? Dentro de esta escuela y sobre todo en nuestra realidad, esto era posible, a estas alturas ya había perdido la fe de que volvería a ver algo entendible para mí.

Al atravesar aquella nos encontramos con algo de nuevo inexplicable, todo lo que podía recordar de forma inconsciente de la escuela Kibougamine había perdido sentido, inclusive mis palabras podían quedarse cortas al decir que parecía un lugar nuevo, aunque fue relajante saber que Sonia, nuestra compañera de clase veía las cosas de la misma manera, sin embargo, existía la curiosa sensación de que algo impedía nuestro paso a ciertos lugares, como una especie de barrera.

No teníamos un rumbo en específico y aunque hubiéramos planeado algún recorrido este se vería afectado por la nueva apariencia de la escuela totalmente drástica; si alguna vez recordé bajar por unas escaleras al lado del gimnasio, estas habían desaparecido, en su lugar se encontraban salones que no recordaba, los letreros marcaban "5-A y 5-B" respectivamente, sin tomar en cuenta de que el techo había desaparecido dejándome ver los pilares de la construcción, inclusive nuevos adornos como aquellos árboles de Bambú que se asomaban por lo que hubiera o quería ser una ventana.

- Esto es un desastre – reclamé con cierto fastidio.

- Monokuma está tratando de jugar con nosotros ¡No podemos permitirlo! - las palabras de Hinata estaban determinantes, podía sentir su confianza a miles de millas y eso estaba bien, yo tampoco quería perder contra aquel oso sádico.

Mientras caminábamos investigando de nuevo nuestro actual entorno, logramos ver que la escuela contaba con un dojo y algunos salones aun perdidos en el piso, por lo que sin mucho remedio terminamos dirigiéndonos a la sala de entrenamiento japonés, recorriendo con cautela la enorme puerta corrediza que dejaba salir un sonido un tanto relajante.

Nuestras mandíbulas aparentaron caerse unos momentos, lo que nos esperaba detrás de aquella puerta era poco más que impresionante; unos árboles de cerezo desprendían una increíble cantidad de pétalos de una forma lenta y con cierto orgullo en ellas, el cielo estaba totalmente oscuro, como si las estrellas y la luna hubieran sido tragadas desapareciendo cualquier rastro de ellas, dando así, lugar al ambiente relajante por la desconcertante pero vistosa vista.

Un pensamiento fugaz pasó por mi mente al centrarme en el caer continuo de los pétalos de cerezo, en cada pétalo que caía de forma irremediable al suelo, perdían el esplendor que la caída les otorgó, su recuerdo apareció a modo de gesto, una nostalgia y un dolor profundo en el pecho atravesó mi cuerpo, mi mirada se perdió en aquel lento momento observando el perecer de las flores del sakura; un chico de estatura alta con una piel tan pálida y un cabello de un color poco descriptible, se perdía entre el rosado ambiente que otorgaba aquellos majestuosos árboles, sus manos esperaban pacientes a que los pequeños pétalos cayeran en ellas, sus ojos verde-grisáceo se concentraban en el infinito del cielo, y de manera pausada su mirada se dirigió a mí y una sonrisa se dibujó en su rostro con cierta tranquilidad que traspasó a mi aun herido corazón... sin embargo, la imagen de aquel chico se desvaneció casi unos momentos después de que mi mente pensó en su nombre... recordé la razón de que apareciera en esos momentos y eso se debía a que él se relacionaba con aquel frágil árbol y yo lo veía como su reflejo mismo...

Cerré mis ojos unos momentos, la ilusión y la nostalgia dejaron una vacía marca, sin embargo, mi cuerpo aun gritaba de forma determinante el continuar y no rendirme por ninguna cosa de este mundo.

Dentro de aquellos pensamientos logre visualizar a un Hinata quien se movía a un lado mío aun investigando, en ese momento, mi vista se dirigió de golpe a un punto en específico de la habitación, dejando de lado todas las emociones de tristeza que había tenido, otorgándome unas nuevas totalmente dispares.

Danganronpa 2 "La luz de la esperanza" Nagito Komaeda x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora