Capítulo 48 parte 5 "La utopía perfecta"

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El mundo en muchos sentidos es cruel e injusto.

Cada humano tiene una visión del mismo, ya que vivimos nuestro propio infierno, nuestros problemas difieren al de los demás, unos sufren más, otros menos pero, la visión es la misma, llegamos a la conclusión de que el mundo es cruel.

En mucha de las ocasiones nos resignamos a nuestra realidad y vivimos de esa manera, esa razón de ver las cosas era la que me traía en cierta parte a este momento.

Paredes color crema, un olor relajante, unos muebles monótonos de color marrón y una baja música clásica poco perceptible gracias a que pertenecía a la sala de espera.

Este lugar lo guarde en mi mente... un consultorio donde solo me limitaba a escuchar una disputa entre mis padres y el psicólogo.

Ni si quiera escuchando las opiniones de un profesional su mente cambiaba.

Yo ¿Realmente estaba bien?

Era lógico que no, mis ataques de ira incrementaban al paso de tiempo y aunque mis padres fueran increíbles ocultando información, dejándonos ver como normales, la realidad era que yo empeoraba.

- Estoy harta... de este mundo... de su gente... de misma...se perfectamente que mis problemas son pequeños a comparación de otros pero... -

Cuando la discusión cesó, mis padres me dejaron sola con aquella persona; un silencio invadía la habitación a pesar de que esa leve música se escuchaba, no levanté la vista en ese momento, ni si quiera decía o hacía algo, solo, estaba ahí... quieta e inerte.

- Yo sé que este problema podría resolverse de otra manera pero, por el momento me dedicare a solo darte un consejo desde el punto de vista nada profesional –

Levanté mi vista, por su suspiro y su forma de verme, mi físico debía de verse deplorable, demacrado y cansado.

- Se que en este momento, la fe en todo la has perdido, incluso de ti misma pero, sabes, el humano es un ser que necesita de otros y más aún para quererse, la razón de que todo te parezca tan desolado es, porque no has tenido la oportunidad de experimentar ese amor pero, una vez que lo sientas, te aseguro que todo será diferente y el dolor se irá-

Aun lo observaba en silencio, no decía nada y solo presionaba mis muñecas con el afán de esconderlas.

En ese momento no le entendía en lo más mínimo, inclusive di por alto aquello al ver que mis padres traían después de días consigo algunas pastillas que lógicamente no tomé.

Realmente eran increíbles cuando se trataba de ese tipo de cosas, al fin que, solo les importaba mantener su estatus en la oficina.

Pero, aunque no le creí en ese momento.

La realidad fue que alguien me enseñó algo muy importante.

Makoto Naegi, el día que le encontré pude sonreír como quería, pude sentir por primera vez una calidez tan inusual al tener a alguien conmigo.

Makoto Naegi, el día que le encontré pude sonreír como quería, pude sentir por primera vez una calidez tan inusual al tener a alguien conmigo

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Danganronpa 2 "La luz de la esperanza" Nagito Komaeda x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora