Capítulo 06.- Científicos Locos

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—¿¡Qué has dicho?! - la voz del infante resonó por toda la habitación sorprendiendo a la castaña. Inmediatamente se arrepintió dejando hablar a la chica frente a él.

- Lo que has oído. Es lo que dice aquí - dijo enseñándole el ordenador. Frente a sus ojos se hallaba el nuevo aviso que él había estado planeando junto con Jii. - Kaito Kid hará una reaparición en el museo Konju- leyó en voz alta - dice que tu objetivo ahora es la "lágrima del ángel". - finalizó mientras buscaba información de la joya nombrada.

Al encontrar lo que buscaba le volvió a enseñar el ordenador.

—Pero como veo en la expresión de tu rostro, no has sido tu quién ha dado el anuncio.

El "no" detective no pudo dejar de pensar en que era obra de la organización hasta que, recordó que nadie más excepto su anciano compañero conocía su interés por la joya.

Aun así, él le había dicho que no quería obligar al detective a robar.

«Los roles han cambiado... Y si las cosas son como pienso, entonces mi rol de ladrón ahora es tuyo... Tu eres el ladrón y yo el detective, curioso ¿no? »

Su mirada paso del ordenador hasta la televisión. Casi al instante, encendió el aparato para ver como en todas las noticias "su" anuncio ya estaba tomando protagonismo. Un extraño movimiento de la chica, quien, antes se encontraba sentada en el escritorio le llamó la atención.

—Haibara-san, ¿Qué estas poniéndole a mi bebida? - pregunto al ver como terminaba de verter un extraño líquido de color verde, o eso parecía.

La castaña al verse descubierta escondió el frasco y dejó el vaso en donde estaba.

—¿Sigues intentando experimentar conmigo? - pregunto como si la respuesta no fuera tan obvia.

Al segundo el profesor Agasa, quien se había mantenido al margen habló.

—Te dije que eso no funcionaría - dijo a modo de reproche mirando a la chica quien se cruzo de brazos molesta como si fuera una verdadera niña a punto de iniciar un rabieta. -anda, bebe esta- dijo ofreciéndole otra gaseosa algo extraña.

Sintió el inusual aroma antes de dar un sorbo por lo que miro al profesor molesto.

-—No puedo creerlo—dijo dejando el vaso a un lado. ¡Esos dos conspiraban en su contra!

—¿Qué? ¿Cómo te diste cuenta? - pregunto el anciano haciéndole ver que sus sospechas eran correctas.

Estaba decidido; no volvería a tomar algo que no se halla preparado el mismo.

—Eres desconfiado, ¿cómo te atreves a creer que haríamos algo en tu contra? - habló la castaña como si de verdad fuese una niña pequeña.

—No puedo creer que estés actuando de esa manera- dijo antes de sentarse en el sofá y tomar el control de la televisión.

—Te estas tomando muy en serio eso de ser Conan... Ya hasta me cuesta diferenciarte de Kudo.- las palabras de la chica lo hicieron apagar la televisión tan rápido como la prendió.

No hablaba enserio, no podía parecerse a ese detective de juguete... ¿O sí?

—No sé de que hablas - dijo mirando a ambos interrumpiendo la conversación que comenzaban. —¿Y qué paso con el "no podría hacerle eso a Shinichi"? - pregunto al profesor usando sus palabras en su contra de cuando encontró a la castaña convenciendo al anciano de ayudarle.

—Pase lo que pase, Shinichi no se verá afectado, después de todo su genética es prácticamente igual, aún no se la razón, pero si te sucediera algo estando en ese cuerpo, Kudo siempre puede quedarse en el tuyo y retomar su vida - dijo la castaña haciendo que un escalofrío recorriera su espalda.

Estaba más que decidido: ¡no se acercaría a ese par! ¿Qué clase de genios locos eran?
Tenía que tener cuidado si no quería dejarse engañar por ellos.

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Ante sus ojos se hallaba el gran edificio perteneciente a una de las familias más importantes de Japón, el museo cuyo atraco se vería dentro de dos lunas.

—Jii, ya revisé rodo el lugar y según tu mapa todo es correcto, el inspector Nakamori estará a cargo como suele ser. - "engañar al hombre no es una ciencia" quiso añadir, pero decidió guardar silencio.

"Si tú puedes hacerlo, entonces también yo, ¿no? "

Aún no estaba seguro y más que curiosidad, tenía miedo, si miedo porque sabía perfectamente que hacer esto era arriesgado, y se estaba enfrentando al verdadero, bueno al segundo Kaito Kid, que, más que seguro, ahora debía estar hecho una furia por enterarse del atraco que había programado sin su autorización, respiro. El anciano le había dicho que saldría por la azotea con la ayuda de su ala-delta y que él lo estaría esperando...

—Respecto a lo del cambio de voz, ya hablé con el profesor Agasa, tendrá listo el aparato para mañana. Significa que el resto solo me queda a mi ¿no?

—Exactamente joven Kudo, espero de un buen espectáculo. No es fácil enfrentarse a tanta audiencia en su primer show. - la voz del anciano sonó a través de la línea en el momento en que cruzaba la puerta para salir del lugar y chocaba con un cuerpo.

—¡Ah! Discúlpeme yo, ¿Kaito-kun? —La voz de un hombre lo hizo sorprenderse...

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Fin del capítulo


Cambios de papelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora