CAPITULO 12

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Paso toda la noche pensando en ese momento, la cercanía de su cuerpo, la suavidad de su piel contra su mejilla y el casi imperceptible estremecimiento por parte de Raphael.
No debía de pensar en eso, no era correcto y no porque el fuera homofóbico o algo asi, sino porque simplemente era algo que no podía pasar, después de todo Raphael lo odiaba y probablemente lo terminara de matar si se enteraba de que  sentía cierta atracción por él.

-d...di....demonios!- comenzaba a frustrarse por no poder decir una palabra tan común como esa.
-Raphael lo Jace ver tan fácil, bueno el hace ver  todo tan fácil-

-¿quien hace que?- Clary entro en su habitación mirándolo seria

-hey deberías tocar, podría haber estado durmiendo-

-Simón...- rodó los ojos divertida

-ok mala respuesta pero aun asi debiste de tocar primero-

-claro olvidaba que recibes muchas visitas asi que primero debo anunciarme levanto una ceja

Ahora fue su turno de rodar los ojos, se levanto de la cama y fue hasta ella para darle un abrazo de bienvenida.

-¿celosa Fray?-

-claro que no, bueno quizá un poco, eres mi mejor amigo y no quiero perderte-

-no lo harás, recuerdas tu y yo contra él mundo, sea el submundo o el mundo normal-

Se miraron por un momento y Simón se sorprendió por la acción de su amiga.
Simplemente se acerco un poco mas y puso sus labios sobre los suyos, un toque suave como el ala de una mariposa pero que después se volvió mas  fuerte.

Raphael estaba en su habitación mirando el techo y pensando en la chica Lightwood, estaba jugando con fuego y sino mal recordaba Magnus le había mencionado que ya habían intentado quitarle las runas.
Quizá debería hablarle a Bane de esto, al final ella era su cuñada.

-no, a mi no me importan los asuntos de los Nephilim-

Suspiro y se levanto y se dirigió a la sala de musica, sonrió al recordar  cuanto le había rogado a Camille por un salón donde pudiera tocar el piano y al final ella lo sorprendió con una sala enorme llena de instrumentos musicales: guitarras, una batería, trompetas, violines, chelos y un hermosos piano de cola que era solo para él.

Llegó a la sala de musica y se sento en el banquillo frente al piano, levantó la tapa y comenzó a pasar sus dedos por las teclas dejando que su imaginación volara y creara la  melodía.
Tocar lo tranquilizaba, le ayudaba a vaciar su mente y lo hacia sentir en paz, al menos por un momento.

Había soñado tanto con ese momento, con besar a Clary y al fin sentir sus labios pero ahora que estaba pasando no era como lo había imaginado. No había mariposas en su estomago ni fuegos artificiales ni nada de las sensaciones maravillosas que siempre pensó que pasarían.

-wow eso fue...-

-¿raro?-

Ambos se miraron separándose unos centímetros.

-am...no raro en un sentido malo, sino que realmente no me esperaba eso-

-en verdad lo siento, entiendo que no sientas lo mismo y bueno espero que esto no...-

Simon silencio a su amiga con un beso, no porque quisiera hacerlo sino porque una parte de su mente le decía que era mejor intentarlo con Clary que seguir esperando por alguien que no sentía lo mismo que él.
Además por mucho tiempo estuvo enamorado de Clary, o eso creyó.

-eso es un si?- Clary estaba sonrojada y no podía negar que se miraba linda

-no recuerdo la pregunta pero si- sonrio mirando sus labios

-ósea que si seremos algo más, ya sabes intentarlo como pareja-

Asintió y volvió a besarla, esperaba que con el tiempo las sensaciones cambiaran y fueran como el lo había imaginado.

No supo exactamente cuanto tiempo paso tocando pues el tiempo se pasaba volando mientras tocaba y ciertamente no importaba mucho, tenia tiempo de sobra.
Se sentía mas tranquilo y cerro la tapa del piano levantandose para salir de ahí.

Había tocado algo nuevo y quería escribir las notas  para alguna ocasión especial, pero no había llevado ningún lápiz o bolígrafo asi que simplemente la memorizó y la anotaría llegando a su habitación, algo bueno de ser vampiro era que la memoria se hacia casi perfecta.

Escucho un pequeño alboroto en el vestíbulo y fue a revisar, nada fuera de lo normal, unos cuantos niños peleando por tonterías, los separó y los mando a otra parte.
Fue en ese momento en que vio a Simón bajar la escalera tomado de la mano de esa pelirroja.

-¿esta noche?- decía la pequeña zanahoria

-ahi estare- sonrió, una sonrisa que pocas veces le había visto

Al parecer no lo habían notado o no le dieron importancia pues se besaron ahi a medio vestíbulo.
Sintió su sangre hervir, quería tomar a la pequeña pelirroja y sacarla del hotel.
Le costo mucho controlarse y aclaro su garganta llamando su atención.

-oh..Raphael, no te había visto- sonrio la chica

-la hora de visita término- podía notar su voz algo mas autoritaria de lo normal

-am..si, bueno te veo luego Clary- le dio una mirada antes de besarla de nuevo

Una vez que la Nephilim se fue miro con nada mas que odio a Simón. Paso a su lado golpeándolo en el hombro.

-oye!- se quejó

El mayor solo se limitó a voltear y sisear mostrando sus colmillos, haciendo que el chico se encogiera un poco. Salio disparado a su habitación y ahí se permitió soltar un sonoro suspiro lleno de tristeza, siempre lo supo, Simón no era su chico.

LO QUE PASA EN EL DUMORT SE QUEDA EN EL DUMORT (SAPHAEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora