CAPÍTULO 17

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Después de todo un drama de brujos en la fiesta del pequeño hermano de los Lightwood, Clary y Simón caminaron hasta el Dumort.

-nos vemos mañana- se puso de puntitas para poder besarlo

-claro, iremos con Luke ¿cierto?- conocía a Luke de toda su vida no tenia que sentirse nervioso por decir que estaba saliendo con Clary

-sip, lo veremos en los muelles y de ahí iremos a dar un paseo-

Se despidieron con otro beso, uno mas lento y en el que Simón seguía buscando sentir esos colmillos que rosaban sus labios y hacían cosquillas en su lengua.

El líder del clan de Nueva York estaba en la sala común del Dumort hablando con Lilly, su segunda al mando y una de las pocas amigas que tenia en el hotel.

-no podemos dejar que entre cuando quiera- Lilly se notaba molesta y Raphael le daba toda la razón.

-lo se, hablare con él, si quiere ser amigo de los Nephilim bien pero no quiero a ningún hijo del ángel en este lugar-

Fue en ese momento en que llegó Carlo uno de los pocos vampiros que había llegado pidiendo asilo al clan.

-estan afuera- miro al líder y este supo que hablaba de Simón y de Clary

-voy para allá- se levanto dirigiéndose a la entrada trasera del hotel.

Al llegar vio como la pareja se daba un ultimo beso y aclaró su garganta llamando su atención.

-es tarde y sabes que los Nephilim no son bienvenidos aquí- dijo lo último mirando a la pelirroja

-yo ya me iba, hasta mañana Simón-

-hasta mañana, pasare por ti- sonrio antes de que Raphael lo arrastrará dentro.

Realmente no podía creer que la hubiera visto con esa cara de bobo, por el amor de dios era una chica común, como cualquier otra Nephilim ¿porque tenia que verla así?

-ok escucha, si quieres seguir viéndola no puede ser aqui-

-¿a que te refieres?- miro al mayor confundido

-Lilly se ha dado cuenta de que tu amiga ha estado viniendo durante el día-

-primero es mi novia no mi amiga y segundo ¿a Lilly que le interesa mi vida?-

Hizo énfasis en la palabra novia, quería que el mayor supiera que ella era su novia.

-dejate de idioteces, estas a dos pasos de que te corra de aqui- lo señalo mirándolo molesto

-¿vas a echarme por celos?- sonrio divertido

-¿celos? ¿No te das cuenta de que para todos aqui eres un traídor por elegir a los Nephilim en lugar de a tu especie?-

No podía creer que fuera tan idiota, bueno quizá sintiera algo de celos pero esa no era la razón para hablar con él. Lilly y los otros le habían dicho que la pelirroja se paseaba por el Dumort como si fuese su casa y eso los tenia molestos, como el líder del clan no le quedaba de otra que darle un aviso a Simón pero si el no hacia caso tendría que exiliarlo y eso era lo que menos quería.

Simon estaba convencido que Raphael solo quería molestarlo con eso, Clary no le hacia nada Lilly con ir a visitarlo al Dumort.

-bien le diré que ahora yo iré al instituto- suspiro

-solo ten cuidado- toco su hombro y pudo sentir lo frío de su piel

Asintió tratando de mantener su expresión seria y se alejo rumbo a su habitación, donde no dejo de pensar que para el mayor sería muy fácil echarlo pero en lugar de eso estaba protegiéndolo.

Paso el resto del día haciendo trabajos en el Dumort, al parecer el mas joven del clan era quien debía de hacer las reparaciones del lugar.

-¡Simooon! Pequeño vampiro ven aquí, tengo algo para ti- la voz de Lilly lo hizo rodar los ojos, toda la mañana lo había tenido haciendo reparaciones.

Salio del salón de baile donde había estado poniendo unos espejos rotos y corrio por el pasillo abriendo la primera puerta que encontró.
Cerro con seguro y se recargo en la puerta, esperaba que ahí no lo encontrara, miro la habitación y sonrió al ver que era una sala de música.

-no sabía que tuvieran algo así- miro el lugar y camino observando los instrumentos.

Había un enorme piano de cola y una batería de marca profesional, encontró también violines, chelos, bajos, trompetas y una linda colección de guitarras.

-estupendo- tomo una guitarra y se sentó en un pequeño banco.

Ser el líder era en ocasiones algo agotador, ese día por ejemplo, había estado poniendo orden entre un pequeño grupo de vampiros que peleaban como niños de 4 años por un dulce.

Suspiro saliendo del pequeño despacho al lado de su habitación, tenia listo ya el pedido de sangre que haría a su contacto, era increíble lo que los mundanos podían hacer por dinero.

-¿haz visto a Simón?- Lilly lo alcanzó en el pasillo

-deja al chico en paz, es capaz de lanzarte una de sus cosas frikis- sonrió mirándola divertido

-como sea ¿que es eso?- señalo la carpeta en su mano

-el pedido para Nik-

-sigo sin entender como es que no se han dado cuenta-

-son las ventajas de ser el encargado del banco de sangre de la ciudad- se encogió de hombros y le entregó la carpeta su mano derecha para que ella se encargara esa noche.

Después de eso se encamino a la dala de música, quería tocar un poco para pasar el rato, pero al llegar escuchó los acordes de una guitarra en el interior, trato de abrir la puerta pero estaba cerrada desde dentro.

-pero que...- estaba a punto de tocar cuando la voz de Simón lo detuvo.

Ojala y se me olvidara hasta tu nombre, ahogarlo dentro del mar
Ojala y que tu sonrisa de verano se pudiera ya borrar....

Como puedo yo borrar tus besos vida, si están tatuados en mi piel...
Ojala y la lluvia me ahogue entre sus brazos para no pensar en ti, o que pase un milagro pase algo que me lleve hasta ti...

Podía notar la tristeza en la voz del chico y eso solo hacia que sintiera unas ganas enormes de entrar y abrazarlo.
Pero sabia bien que no debía hacerlo, se había propuesto olvidar a Simón Lewis y eso es lo que haría.

LO QUE PASA EN EL DUMORT SE QUEDA EN EL DUMORT (SAPHAEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora