Tu Me Cambiaste La Vida (Chandler Riggs)

Capítulo 13 "Yo jamás te lastimaría"

Dedicación: chica_walker18

Suspiré con pereza al abrir los ojos, el cuerpo me pesaba pero debía levantarme ahora si no quería a Viola tratando de tirar mi puerta para hacer que me arreglará para ir al colegio.

Me metí a la ducha y me bañé rápidamente, en las mañanas suelo bañarme con agua fría para quitarme la pereza y no tardarme, ya que no me gusta duchar con agua fría y me baño mas rápido para no tener mucho contacto con el agua helada en mi piel. Miré mi reflejo en el espejo, miré la cortada, ya casi terminaba de cicatrizar, pero ahora tenía un nuevo moretón en la frente, que me hizo el amigo de Chandler, el árbol, acomodé mi fleco cubriéndolo.

Bajé cuando terminé de vestirme y maquillarme, me senté al lado de Kevin.

—¿Dónde estabas y por qué llegaste tan tarde?— preguntó Viola apenas me vio.

—Buenos días—saludé.

—No te vimos a la salida—bufó—Joe te espero, de nuevo—informó Kevin. Que siga esperando.

—Tuve problemas con Chandler, lo siento—me desesperé.

—¿Qué te hizo?—preguntó Kevin antes que mamá, se notaba que a ambos le interesaba.

Quité mi cabello de la cara mostrando la herida que me había hecho.

—Debes tener más cuidado, mira como te deja—Kevin hizo una mueca y negó con la cabeza. Me daban ganas de soltarle un golpe.

—Debes hacer que te perdone—corrigió mamá.

—¿Y cómo?—bufé.

—Estoy hablándolo con Gina, pero todavía no lo sabemos, trata de acercarte a él—aconsejó ella. Gran consejo mamá, llevó intentándolo desde hace más de cuatro años.

—Él no me perdonara a menos de que pueda remediar lo que hice—suspiré—¿Alguno tiene un máquina del tiempo?

Ambos negaron.

—Es que...fuiste muy descuidada—Kevin hizo una mueca.

—Todos lo fuimos—suspiro mamá—tu hermana era pequeña, Kevin.

Me levanté de la silla y salí de el comedor, me dolía ese tema y cada vez que comenzaban a hablar de ello lo hacían por horas, debatiendo, mis padres se sentían un tanto culpables por lo que había pasado y Gina también.

Tomé mi chaqueta, me la puse, tomé mi mochila y caminé a la puerta, pero un brazo se estiró en frente de mi impidiendo mi paso. Volteé para encontrarme con la mirada de mi amado padre, Marcus Crocker, lo cual me extraño, normalmente a esta hora ya esta en el trabajo, supongo se le hizo tarde o tenía una entrada algunas horas después, no sé, no me entero mucho de su trabajo.

—Buenos días—le dí un beso en la mejilla—ya me voy—informé al ver que aún no retiraba el brazo.

—¿Hace cuánto que no comes?—preguntó mirándome.

—Comí algo cuando llegue anoche—mentí.

—Elizabeth—habló serio.

Suspiré.

—Antier—respondí bajando la cabeza.

—Come algo—apuntó el comedor con tu rostro.

Suspiré, regrese y me senté.

Comí lo que mamá me sirvió y me fui, mi estómago dolía, no estaba acostumbrada a desayunar.

Llegué sin darme cuenta.