Capítulo 51 "No se lo digas a Lizzie"

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Julieta estaba bien, llevaba al menos unas horas en el hospital para que siguieran observándola, pero no precisamente porque los golpes de Holly la hubieran dañado mucho, sino para que revisarán que todo estaba bien, con...su estado delicado.

Tomé la perilla de la puerta de el cuarto y suspiré tomando mucho valor, nunca había estado ni un minuto con Julieta, sin contar cuando las barbies comienzan a joder, pero no nos hablábamos, nos insultábamos. Si, yo solamente la iba a traer pero Collin tuvo que irse y me pidió que me quedará para que lo mantuviera al tanto.

—¿Es verdad?—pregunté apenas abrí la puerta.

—¿Qué cosa es verdad?—me miró ella.

—Tu sabes de qué habló—la miré obvia. Su rostro tenía moretones y estaba algo hinchada.

Ella rodó los ojos y soltó aire, estresada.

—Si, es verdad—subió los hombros.

—Sabes que pudieron haber pasado cosas muy malas si no paro la pelea, ¿Verdad?—levanté la ceja, me senté en un sillón cerca de la cama.

—Por mi mejor, un problema menos—bufó.

—¿Eres estúpida?—fruncí el ceño—olvídalo, sé que lo eres pero esto supera todo. ¿No lo quieres?—pregunté mirando al suelo.

—Claro que no, tengo 16, ¿Qué chica de 16 años querría un estúpido bebé?—rodó los ojos.

—Si, en serio eres imbécil—negué con la cabeza

—Cállate, tu no sabes nada, no has estado embarazada a los 16 años, es más ni siquiera creo que hayas tenido sexo aún—bufó.

Joder, ¿Qué no pensaban en sus argumentos?, me dicen que soy más zorra que ellas, luego que nadie quiere tener sexo conmigo por mi estilo, después otra vez que soy zorra y ahora virgen, creo que es algo extraño.

—¿Te obligaron?—pregunté y tragué saliva.

—No, digo, yo quería tener sexo—subió los hombros.

—¿El bebé, es de Collin?

—¡No!, si me he acostado con él pero...no ¡No sé de quien es!, no estoy segura—respondió frustrada.

—De acuerdo, no tenía porque hacer esa pregunta, la verdad es que no me interesa—negué con la cabeza—irme, entonces tú querías tener sexo, ¿Verdad?

—...si—asintió.

—¿Se protegieron?—cuestioné, aún que creo que era más que obvio que fue un accidente su embarazo, tal vez se les rompió el condón o algo así, no sé quién sea el tipo pero al menos estoy segura de que Julieta sabía lo que hacía.

—No—tragó saliva.

La miré incrédula.

—¿Entonces?, ¿Que esperabas, Julieta?—cuestioné mirándola con un gesto de obviedad.

—¡Ay por Dios, no me vayas a decir que piensas que es mi culpa!—rodó los ojos.

—No, no es culpa tuya...

—¡Gracias!

—Es de los dos—solté mirándola—¿Cómo puede ser que ninguno de los dos tuviera la maldita coherencia de usar un jodido condón?, saben que tienen 16 años, la preparatoria y una carrera por terminar, que no quieren ni están listos para ser papás, ¡¿Por qué mierda no se cuidaron?!, no eres una niña y no es la primera vez que tienes sexo, Julieta, sabes las consecuencias—me alteré un poco.

—Si, lo sé—bajo la cabeza—pero, ninguno de los dos teníamos condones y no queríamos ir a comprar.

—¡Oh, claro!, tengo flojera de ir a comprar condones, mejor tengo sexo, no me protejo, quedó embarazada y no tengo que preocuparme hasta que nazca—dije con sarcasmo—pero ¿Sabes?, cuestan los ecos, el parto, vitaminas y tienes que tener las cosas antes de que nazca, como carreola, cuna, ropa, pañales, chupones...—por cada cosa que decía levantaba un dedo.

Tu Me Cambiaste La Vida (Chandler Riggs) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora