EPÍLOGO

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He estado recordando todo lo que he tenido que pasar para poder encontrar el amor, encontré el amor en una noche de torpeza, lo volví a ver en un día de sustos, y ahora estoy a punto de decirle que si ante la sociedad al hombre que ha llegado para quedarse en mi corazón, he tenido que lidia con una mujer dejándole que he llegado a su vida y para quedarme en su corazón lo que me reste de vida. Recordando todo eso mientras estoy frente al espejo de cuerpo completo de mi habitación, esta habitación que se ha convertido en mi refugio.
Escucho los pasos de los invitados, que aunque son pocos, puesto que no tengo muchas amistades en este lugar, se escuchan sus risas, sus pazos. Los autos estacionándose en una parte de mi jardín. La entrada de mi rancho esta adornada con flores y por donde caminan las personas con velas.

Aun sigo emocionándome al recordar aquella noche en que dije que si al compromiso,  le dije que si en presencia de las estrellas, esas estrellas fugaces que cumplieron mi deseo, eso que anhele por tanto tiempo. También estoy feliz por que pronto publicaran mi nuevo libro, ese que empecé aquella noche en el hotel y ahora puedo decir que es el libro que me ha marcado en mi carrera y en lo personal.

—Artemisa, ya tienes que bajar, el juez ya llego — volteo hacia mi complice, ese hombre que me dio la oportunidad de crecer, la oportunidad de llegar a las personas con mis escritos le sonrio a pesar de que los bellos de mi cuerpo se me erizan — verte asi de presiosa me pone sensible, ya no tendrás el mismo tiempo para mí  — se limpia unas lágrimas con su pañuelo.

—No seas tonto, siempre contaras conmigo, no es el fin de nuestra amistada, es un nuevo comienzo para mí, pero para ti también, no te hagas que bien  sé que Frederick y tu van enserio, veo cómo te mira

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—No seas tonto, siempre contaras conmigo, no es el fin de nuestra amistada, es un nuevo comienzo para mí, pero para ti también, no te hagas que bien  sé que Frederick y tu van enserio, veo cómo te mira.

—Eso está en duda, no veo que él tenga la iniciativa.

—Bien podrías decirle tú, donde quedo ese hombre arriesgado, no te rindas, te ves precioso con ese traje azul, serás la madrina más linda — le digo con una sonrisa.

—Mira que ponerme de madrina junto con Andrea — me da un pequeño golpecito con su pañuelo.

Mi hermano interrumpe nuestra platica, se queda viendo a Andrea que esta preciosa con su vestido rojo, Henri también está de madrino, con traje rojo y camisa blanca. El vestido de novio lo ha hecho Andrea, sencillo, lindo y elegante, mi cabello esta peinado con una trenza y Henry no pudo maquillarme mejor.
Bajo las escaleras con cuidado hasta llegar, pasamos por la cocina y a unos metros esta otro camino de velas, la tarde ya se está aproximando y se ve lindo.

—Nuestros padres, están muy orgullosos de lo que has hecho, de lo que has logrado en este tiempo, haz trabajado mucho en este lugar y ahora debes de trabajar en tu futuro — y todo eso me lo dice antes de que las personas nos vean en el camino con velas, siento como mis lagrimas quieren salir, mi hermano acaricia mi rostros con su pulgar derecho y besa mi frente — ¿Estas lista? — y yo solo puedo decir que si con un movimiento de cabeza.

SUEÑOS FUGACES #GSB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora