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Me doy la vuelta furiosa, compre el lugar para que mi familia viviera mejor, para que tuvieran su propia vida y ahora mi padre me trata como si fuera solo una mujer que no tiene que lastimarse ni la uña del pie. No es justo.

—Artemisa ¡que pasa! traes una cara de pocos amigos.

—Pasa, que he discutido con  mi padre eso pasa, y todo por montar a constelación, me quiere alejar de él y no lo voy a permitir, si tengo que comprar otro rancho lo voy hacer pero constelación es mío al igual que este lugar.

—Tranquila, él no te quitara nada, porque no puede, acuérdate que tienes las escrituras de este lugar, querida no creo que tengas capital suficiente para comprar otro todavía no te recuperas de lo que tuviste que pagar.

—Si lo sé, necesito que me des un informe del estado de mis cuentas bancarias, lo quiero ya, se me olvidaba mañana viene Alexander por mí, iremos a bailar.

—¡Qué bueno! Yo también iré.

—De eso nada iremos solo él  y yo.

—Quiero decir que iré yo también quiero cariño y estoy soltero, aparte estaré al pendiente de ti, ya me conoces.

—Está bien pero te llevas mi coche por si las dudas

En la noche bajo a cenar y nadie menciona nada de lo ocurrido en la mañana. Antonio me fulmina con la mirada, no tolera que una mujer lo ponga en su sitio, machistas, tengo que hablar con mi hermano, sobre la muchacha del otro día tengo una propuesta que hacerle, ella necesita trabajo y yo necesito ingresos, si dice que sus diseños no pueden prosperar en este pueblo, tal vez la solución sea que los promueva en otra parte.

Al terminar la cena dejo el plato en el fregadero.

—Jorge te espero en mi habitación — digo de lo más tranquila porque el problema no es con él.

Al llegar a mi habitación, tomo una playera, un pantalón de algodón y unas pantis limpias, lo dejo en la cama, me estoy empezando a quitar los aretes cuando alguien toco la puerta.

—Pasa.

—De que quieres hablar hermanita — sé que está molesto con los dos o con alguno de los dos por su tono tan grosero al decir “hermanita”

—Quiero saber si puedes averiguar donde vive Andrea, la muchacha que lleve al hospital, me quede preocupada y quiero hablar con ella — su expresión facial cambia en cuanto la menciono ¿Sera que le gusta esa muchacha?

—Sí, yo me encargo de eso otra cosa Niza —que rápido ha cambiado de tono mi hermanito.

—Gracias, te quiero hermanito — lo abrazo con todas mis fuerzas, solo somos él y yo. Permanecemos un momento así.

Él se va a su cuarto y busco en el closet la ropa que me pondré mañana por la noche. Veo un vestido rojo que tipo corset en a partir del busto hasta la cintura con unos tirantes delgados, llega hasta mis rodillas, la tela y el encaje que cubre la tela también es roja, quedaran perfectos con zapatillas color beige pero no tengo solo traje el boso-cartera de ese mismo color del que quiero los zapatos. Quedare espectacular con este vestido. Henry estará feliz de salir de compras mañana. Tomo la ropa de dormir que ya había buscado y me doy un baño rápido, trenzo mi cabello seco que he tenido en un moño mientras me bañaba. Me pongo el aceite en las pestañas y mi crema en los parpados. Estoy recostada en la cama, checando Twitter, después abro Facebook, me tomo unas fotos en Snapchat y las publico en mi historia. También publico la misma foto en Twitter a través de Instagram y me preparo para dormir.

Al despertar son las cuatro de la mañana, le mando un mensaje a esa hora a Henry, cepillo mi cabello antes de bañarme, pongo música y Body Heat de Selena Gomes suena en la habitación, cuando termina la canción  empieza Titanium de David Guetta, una blusa polo color roja, pantalón azul marino, cinturón y botas de diez centímetros, y lencería roja conforman mi atuendo, esta botas llegan hasta mis rodillas son geniales. Mi maquillaje es el mismo, crema reafirmante, polvo, pestañas quebradas, mascara para pestañas, polvo, iluminador y por ultimo mis cejas. El desodorante, el perfume y los aretes lo pongo al final. Mis dientes están blancos. Tomo mis auriculares y mi teléfono.
Al llegar a la cocina no hay nadie, que raro, y llega mi padre, cuando empiezo hacer el desayuno para todos por mi cuenta, ninguno de los dos dice nada, en la mesa pongo pan tostado, cajeta, y café. Después pongo unos huevos con tocino. Sirvo los seis platos y pongo seis tazas para el café.

—Hija perdóname por el comportamiento que tuve ayer conforme al caballo, me exalte demasiado, es cierto que soy el jefe y que maneja este rancho, pero también soy tu padre, me asusté mucho cuando vi como estabas montando el caballo, sin ningún tipo de experiencia, pero tu madre me ha hecho ver que, eres una mujer adulta, y me demostraste que eres fuerte con la acción.

Contemplo a mi padre, hablándome con tanta paciencia, es cierto no tengo experiencia pero todo fue obra de constelación, ese caballo, sabe que lo quiero, y si él no hubiera querido que lo montara no se hubiera rendido, hubiera hecho todo por bajarme y no lo hizo se rindió a mí.

—No tengo nada que perdonarte papá, lo entiendo, y lo que dije ayer, sobre que soy la dueña no lo dije por ti, el enojo pudo más que mi razonamiento de mis palabras, no lo dije para que lo recordaras ni nada, lo dije para que le quedara claro Antonio que el mes ya se cumplió y que sigo aquí  a partir de muchas cosas que han pasado entre él  y  yo.

—¿Qué cosas Artemisas? —mi padre lo dice de interrogatorio.

—Unas diferencias que hemos tenido nada más, ya lo he solucionado con él, por cierto papá, Alexander vendrá por mi hoy para ir a bailar, pasara a recogerme a las ocho.

—Artemisa ¿Te gusta el veterinario?

Pues claro que me gusta, esta guapísimo, lo que no se, es si yo le gusto para algo serio y que por eso me recoge en mi casa, o si solo lo hace para tener tranquilos a mis padres, mientras juega conmigo y yo jugo con él.

—Si papá, me gusta Alexander, pero descuida, nos estamos conociendo, tratando, no hay nada serio entre nosotros.

Le contesto a mi padre mirándole a los ojos, después de ellos, llegan los trabajadores, baja mi hermano, papá y yo nos unimos al desayuno, que marcha bien, pero me doy cuenta que mi padre mira detenidamente de vez en cuando a Don Gruñón Arrogante.

Al terminar el desayuno, tomo la manzana de siempre y voy a ver mi caballo, pero cuando llego no está, la reja está abierta, le pregunto a Rigoberto y don Benito pero  no saben dónde están, y me queda claro quien sí sabe dónde está constelación.
Busco Antonio, hasta que lo encuentro sin camisa cortando leña.

—¿Dónde está?

—¿Dónde está que? —pregunta de lo más relajado, obvio que él sabe lo que estoy preguntando.

—¿Donde esta Constelación? es obvio que no hiciste caso a mi orden ayer, así que dímelo si no quieres estar por todo internet encuerado y que te vean como te tiras a esa mujer.

—Y es obvio que no lo harás — su tono es bastante burlón, hace que recuerde cuando yo use el mismo tono que la fulana. Saco el teléfono y le muestro la foto que le tome, antes de que me vieran en el acto. Y el muy idiota borra la foto y una sonrisa aparecen en su cara.

—Ahora ya no tienes nada con el que amenazarme — tan arrogante y engreído.

—No cantes victoria aun, no es la única foto que tengo, así que si no quieres terminar en todos los periódicos y en todos los portales de internet, entrégame el caballo.

Mi leguaje de camionero, está a punto de salir, si este imbécil sin cerebro no me dice donde esta constelación, juro por dios que haré que me lo diga. Ese caballo tiene que volver, haré lo que haga falta. Este hombre no puede con los retos, es un maldito engreído.

¿Que pasara entre esos dos? Cuando me imagine al personaje de Antonio no lo había vinculado a algún actor pero ahora si, a decir verdad Jamie Dornan me parecía perfecto para eso, después del amo a un personaje antagónico como villano, las travesuras de Antonio no han terminado el odia a esa familia pero en especial a un miembro ¿Quién será?

SUEÑOS FUGACES #GSB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora