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Estoy en el departamento a las siete de la noche, le preparo una rica cena y en lo que el vino se enfría yo voy preparando la mesa, las velas las coloco de manera atractiva, hago un camino de velas hasta la habitación, en el cuarto, coloco dos inciensos en ambos lado de la puerta para que abarque el habitación, lo bueno que Alexander me dio una copia de la llave de su casa, sino tendría que pedírsela y así será más emocionante. Monto los platos, acomodo por último los cubiertos. Entro en su baño y me arreglo perfectamente al salir, todo está listo.
Ya son las nueve y exactamente a esa hora llega Alex, esta súper guapo con ese saco color café oscuro, camisa blanca y pantalones del mismo color que el saco.

—Buenas noches amor.

—Buenas noches ojitos ¡Woooow! Y ¿Esto a que se debe?

—No eres el único que puede dar sorpresas — sonrió pícaramente — ven — estiro mi brazo para que se acerque.

Camina hacia mí, me toma de la cintura y nuestra mirada se encuentran, siento mis piernas como una gelatina y antes de que todo esto termine antes de que empiece, tomo sus labios con mi boca, lo beso sin contemplaciones. Quiero que sienta todo con un simple beso, rodeo su cuello con mis brazos no quiero que ningún centímetro se interponga entre nosotros, quiero a este hombre en mi vida y lo mantendré en ella, le entregare todo lo que soy, mi esencia, él tiene mi corazón en sus manos, soy feliz en sus brazos, su cadera presiona contra la mía y siento su miembro vigoroso rosando mis piernas, mi corazón tiene sus latidos muy acelerados.

Su brazos buscan el cierre de mi vestido pero tomo sus manos, no me separo de él y nuestras bocas siguen deseándose, camino hacia atrás rumbo al cuarto, al cerrar la puerta lo arrincono en ella, dejo que haga conmigo lo que quiera, me siento una autentica loca deseándolo de esta manera tan desenfrenada, gime en mi boca y después hace un gruñido. Me separo de el por un momento estoy al pie de la cama mirándolo, no le quito la vista, poco a poco bajo el cierre de mi fabuloso vestido, lentamente  el vestido azul marino cae al suelo y su mirada recorre mi cuerpo, camina hacia a mi sin alejar la mirada de mi cuerpo, le gusta lo que ve, sus ojos tiene un azul intenso, devora mi boca y me carga, rodeo su cuerpo con mis piernas y mis brazos rodean su cuello.

Ahora soy yo la que gimo al sentirlo tan fuerte y tan listo para mí, siento un cosquilleo en mi interior, con una mano desabrocho los botones de su camisa gris que tanto me gusta, siento su hermoso pecho bajo mi las yemas de mis dedos, el desabrocha mi sostén y yo devoro su boca. El sigue cargándome, camina hasta la cama, me acuesta en ella con mucha delicadeza y yo me deleito viendo cómo se quita el pantalón de vestir veo su bóxer, lentamente se quita su ropa interior y veo su erección, firme y fuerte. Estoy arrodillada en la cama y se apresura a mi encuentro, recorre mi espalda con sus delicadas manos y yo hago lo mismo. Hago muchos mimos en su cuello, tomo el ovulo de su oreja en mi boca, lo muerdo poco a poco y un gruñido seguido de un gemido sale de su boca.
Rápidamente me coloco encima de él, muevo las caderas, tentándolo, excitándolo más. Quiero sentir más de él, poco a poco su pene me penetra, muevo las caderas y él toma mis pechos, los masaje delicadamente, pero esa delicadeza se va cuando los roma con su boca, los muerde y lame sin contemplaciones, sus envestidas son fuerte, el placer que siento es maravilloso, mis unas están en sus hombros, es una locura de placer que con gusto pasaría toda mi vida así me coloca debajo de él y sus envestidas continúan fuertemente.

—Siente me, sé que me necesitas tanto como yo a ti, mírame.

Lo miro como me ha dicho, y veo esos hermosos ojos, nos necesitamos, el me complementa. Veo una gran pasión en sus ojos, veo el deseo y una fuerte atracción entre nosotros, sus envestidas siguen siendo fuertes, busco su boca y la tomo, desenfrenadamente,  siento un fuerte cosquilleo entre las piernas, un orgasmo poco a poco llega, lo siento, mi cuerpo se estremece y el descarga todo en mi ser, se tumba arriba de mí y así permanecemos un buen rato, nuestras respiraciones poco a poco son normales. Un momento después se tumba a mi lado. Poso una de mis manos en su pecho, el me acuna en sus brazos me siento tan feliz ha sido una noche increíble.

—Ha sido una sorpresa maravillosa — dice Alex tomando mis labios de nuevo.

SUEÑOS FUGACES #GSB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora