No pensé que Ke Luo realmente vendría al siguiente día sólo porque yo lo había dicho.
Cuando dormía con chicos lindos, estaba de buen humor y siempre decía que les bajaría la luna.
Me había cansado tanto de la comida ayer que perdí el interés en esas comidas para llevar con el mismo viejo sabor y repentinamente comencé a extrañar el sabor de la comida casera.
Cuando llegué al supermercado, entré y tome algunos alimentos. Había pasado mucho tiempo desde que había ido a comprar comida. No tenía la menor idea de que tipo de guarniciones tomar. Miré al este y oeste. Cualquier cosa que fuera posible usar, la compré. Al final, llevaba dos enormes bolsas.
De vuelta a casa, mientras guardaba las cosas en el refrigerador, me sentí un poco averiado. Actualmente no podía darme el lujo de contratar a alguien. Si quería comer, sólo podía hacerlo por mi mismo. Así que poniéndome en cuclillas frente al refrigerador, ideé recetas en mi cerebro.
No me mires. Por supuesto que puedo cocinar. No era un maestro nacido con una cuchara de plata en la boca. No había como no conocer los platillos básicos para sobrevivir. Sólo no tenía interés en ellos.
Cocinar es un instinto de supervivencia cuando no hay dinero para comer afuera. No hay nada gracioso en ello. Un olor rancio se desprendió de mis manos que había usado para cortar la carne. Inhalarlo me hizo sentir incómodo. Aunque había lavado mis manos varias veces, no pude quitarme ese olor. Y cuando quise revolver los pimientos verdes, por un momento no pude decidir cuantos debía poner y si necesitaría cebollines.
Los camarones saltaron salvajemente en la bolsa. Goteaba agua derramada por la mesa, haciendo que el piso de la cocina se mojara y me incitara a matarlos rápidamente. Pero no había entendido que hacer con ellos.
A ciegas preparé algunos platillos de acompañamiento sin prestar atención a si lucían bien o no. Puse el sartén, y esperé hasta que se calentara para poner un poco de aceite. Después de que el aceite hirvió, puse unos pedazos en el. Cuando empezaron a chisporrotear, apresuradamente empecé a saltearlos.
Escuchar el ruido del sartén me hizo entrar en pánico. Porque los pimientos calientes y el ajo estaban sobrecocidos, y la cocina estaba llena de humo. La campana de emergencia de la cocina era inútil.
Soy un hombre del que su cuerpo debe emitir un olor de colonia decente o de un olor ligero a cigarrillos, no un hombre que le hará recordar a la gente un olor de pimientos verdes y de carne desmenusada.
Así que había llegado preparado para enfrentar la invasión del humo vistiendo un albornoz que me cambiaría más tarde y una gorra de baño en mi cabeza. Me mantuve en alerta mientras cocinaba.
La actividad en la cocina fue muy frenética que no pude escuchar ningún sonido de afuera. cuando de repente alguien habló en mi oído, "¿Estás preparando la cena?" Estuve a punto de lanzar el sartén.
"¿Te espanté?" Ke Luo carcajeó. "Llamé a la puerta, pero no me escuchaste."
Él había venido desde la compañía: con una nueva camisa blanca, con un negro traje de lana, sin accesorios, demasiado simple y guapo. Él todavía tenía la impresión de un chico grande.
"Hah, no." Mi pecho golpeó. Reí secamente y continúe cocinado las cosas en el sartén como si nada hubiera pasado. Mi cara revelaba un comportamiento compuesto, pero por dentro deseaba poder hacer un grito de Munch.
¡Él realmente me vio con un gorro de ducha junto a la apariencia tonta de usar un vulgar albornoz!
Ciegamente cociné la última porción y forcé una compostura de calma mientras desmenuzaba la carne y junto a eso ponía los pimientos verdes en un plato. Traté discretamente de quitarme mi gorra de baño y rápidamente arreglar mi cabello. Mostrando una postura despreocupada, pregunté, "¿Por qué estas aquí?"
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Love Late (Traducción en Español)
Storie d'amoreLee Mo Yan, conocido como "Lee", un élite del mundo jurídico que se aproxima a sus cuarenta había trabajado duro para preparar el camino para llegar a donde estaba. No obstante, todo en lo que trabajó se desvaneció en el aire cuando un escándalo pol...