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¿De cómo la convencí?, no tengo ni idea, y no es que esté de acuerdo con el alcohol y las drogas, pero sabía que ella estaba mal y necesitaba soltarse. ¿Qué mejor forma de soltarse que en una fiesta con alcohol y drogas? Lo sé, soy un asco de persona, pero no se me ocurría nada más para intentar calmar a mi hermana y recordé cuando venía a estos lugares a beber y olvidar el vacío que dejó en mí, mi padre con su constante ausencia.

— ¿Estas bien?— le pregunté mientras bailábamos. Ella asintió con la cabeza mientras llevaba hasta su boca una botella de cerveza.

Sabía que no hacía lo correcto, pero no podía ver a mi hermana llorar un día más, hacía más de una semana que no salía de su casa y yo cada vez estaba más preocupado.

Saltábamos y bailábamos juntos, reíamos sin sentido por los efectos del alcohol y las drogas mientras nuestro alrededor desaparecía, o eso hasta que intentaron acercársele a mi hermana.

—Oye preciosa, baila conmigo— dijo coqueto un chico rubio mientras se le acercaba demasiado. La morena lo ignoró y siguió bailando.

—Parece que no, así que largo— dije fríamente.

—Sólo quiero bailar— dijo acercándose demasiado a mí. Yo cerré mi puño y lo impacté contra su rostro.

Ese chico retrocedió sujetándose el rostro, y muy molesto regreso contra mí, iba a golpearme, pero otro chico más bajo se lo impidió, y mientras estos peleaban yo me escapé al baño.

Allí me quité la peluca y el maquillaje, me cambiaria y regresaría a darle una paliza a todos los que se le habían acercado a molestar a mi hermana, no era buena idea, pero ¿qué más se podría esperar de un ebrio drogado?

Comencé a enjuagar mi cara y en eso abrieron la puerta del baño. Todo hubiese sido normal si esa persona era una desconocida, ya que cada quien a lo suyo, incluso con el travestismo, pero no, esa persona la conocía muy bien.

— ¿Ji-JiMin?— murmuré preguntándome que hacía el enano allí. Observé el golpeé en su cara y entendí que era él quien me había ayudado con el otro tipo, pero no pude ni moverme imaginándome todo lo que ocurriría ahora que JiMin sabía que en realidad era un chico.

—K-Kookie~— dijo mientras caminaba tambaleante hasta mí. Suspiré de alivio al notar que estaba ebrio, sólo esperaba que fuese de los que no recordaban nada del día anterior.

—JiMin ¿con quién viniste?— le pregunté mientras me colocaba la peluca y actuaba como si nada pasase.

—Una zorra~ con la q-que me acuesto~— decía chillón mientras sonreía de manera estúpida.

—Ah, mejor regresa con ella— le dije empujándole hacia la puerta.

—No, es abuuurrida— se quejó.

—Yo también, largo—

—No~, tú eres divertida cuaando me dissscutess— decía mientras me abrazaba a lo que yo trataba de apartarlo.

—Lo que digas, ahora largo— ordené.

—Mmala— murmuró mientras por fin se iba de allí. Una vez fuera me cambié y ya como chico salí hacia afuera a propinarle una paliza a algunos que se habían metido con mi hermana.

Luego de darle una paliza a esos estúpidos ebrios, regresé adentro a cambiarme y volví con mi hermana.

—Ya vamos— le dije jalándola a la salida, esta que estaba ebria no se negó, sólo me siguió tambaleándose.

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Estaba muy frio, casi nevaba, yo me dirigía luego de varios días de inasistencia hasta la preparatoria, caminando, ya que Jin se reuniría con su negro antes de clases y no me podía traer, y ya había caído tan bajo como para vestirme de chica, pero no tomaría trasporte público.

One more girl [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora