Me gustan tus fetiches. A Kihyun le torturaba en la mente las palabras que habian sido pronunciadas por Wonho. ¿Qué clase de fetiches? ¿Dolor? ¿Por qué? Eran blasfemias.
Pasaron largos días hasta que ambos volvieron a entablar comunicación. El más joven había estado mal humorado por el intenso dolor de caderas que no le permitió ensayar absolutamente nada. Y con ello finalmente se dio cuenta que el más alto había estado planeando su ataque desde hacía tiempo, sino no lo hubiese hecho cuando no estaban en promociones. Pero aún así, Kihyun se sentía un inútil y los miembros no sabían qué movimiento habría hecho para quedar inmóvil hasta para bajarse de la cama. En esos días Hoseok se había dedicado a trasladarlo como princesa cuando nadie los veía y como amigo cuando sí. Lo dejaba silenciosamente, solo acataba las órdenes que le daba el menor, enojado y frustrado. 'Todo esto es porque lo hiciste sin cuidado' le había dicho uno de los días y había recibido una sonrisa y un beso en la mejilla como respuesta. El enano era indignación pura, no entraba en su pequeño cuerpo toda la frustración con la que cargaba y era peor ahora que había descubierto un placer raro y difícil de reproducir. No podía masturbarse sin pensar en esas cosas y la idea de depender de alguien o algo le parecía una aberración.
Por otra parte Wonho estaba más lúcido que nunca y había terminado de componer una canción. Estaba contento alrededor del menor y cumplía los pedidos más extraños sin chistar.
—¿Vas a comprarle eso solo porque lo pidió una vez? Lo estás malcriando. — El líder estaba algo confundido al ver cumplir todo lo que la madre del grupo pedía, pero parecía que todo estaba bien entre los muchachos por lo que meterse no era una opción, solo esperaba que no se acostumbrara al trato o no desapareciera luego.
La semana terminó y Kihyun se comportaba como un crío malcriado con Wonho. Para su suerte no había nadie en el mundo que se riera tanto de las ocurrencias del menor y a su vez las llevara acabo.
Lástima que lo que sucedió la noche del fin de semana tomó a un peli violáceo por sorpresa.
—Hyung, venga. — Habían terminado de comer y los chicos estaban esparcidos entre las habitaciones y la sala de estar, nadie estaba en la cocina. Hoseok estaba buscando comida en la heladera otra vez, había dejado la dieta tan estricta que tenia y ahora volvía a comer mucho mas que el resto, como el líder.
— ¿Qué tienes Kihyunnie? — preguntó mientras se disponía a comer sobras de la noche anterior, mirando al pequeño chico que empezaba a ponerse rojo como un tomate.
—¿Tu eres mío o yo soy tuyo? ¿Ya saciaste tus deseos? ¿Me estás teniendo lástima o qué? — Kihyun le miraba expectante y el mayor no pudo terminar de tragar, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para engullir lo que tenía en la boca.
— ¿De qué hablas? —preguntó y pronto sintió un brillo en sus propios ojos que le obligó a acercarse y apoyar los dedos sobre el mentón del chico que tenía entre las manos una taza con té.
— Estás lastimado, ¿tanto te gusta el dolor como para sentir angustia porque estoy dejando que sanes? — Hoseok preguntó bastante curioso y no contempló que el enano intentaría derramar el té en él. Para su suerte pudo esquivarlo, pero su rostro se transformó en uno duro, apretó los labios y alzó el brazo, sujetando los cortos y marrones cabellos del vocalista con algo de fuerzas, obligándole a levantarse para llegar a la altura y que no doliera tanto. Kihyun alzó las manos para golpearle pero no tardaron mucho en agarrarle las muñecas.
— Basta. No me gusta que me obligues a castigarte. Eso debería hacerlo cuando yo quiera. — un suspiro se dejó oír y a su vez las piernas del menor se dispusieron a temblar sin miramientos, Wonho le miró y sonrió.
— No te tengo lástima... me gusta cumplir tus caprichos. Aunque no pareces muy agradecido y eso no está bien. — comentó en voz alta y despacio fue soltando las hebras de cabello, el rostro de Kihyun estaba lloroso y enojado a más no poder, como un hámster con mucha comida en la boca. Para su mala suerte sus manos seguían agarradas y pronto Wonho empezó a caminar. Tuvo que tironear al mas chico para que le siguiera. Los demás estaban en la casa, cada uno en lo suyo pero igual alrededor. Entró al baño y cerró con seguro, Kihyun empezó a desesperarse.
— Hyung, abre la puerta. Me quiero ir, no estoy de humor. — balbuceaba y el de cabellos violetas se acercó y le giró poniéndole la espalda contra su pecho, mordió el cuello que ahora volvía a tener un color blanco niveo.
— Te voy a cumplir el capricho. Voy a castigarte un poco, pero vas a tener que hacer mucho silencio si no quieres que nos escuchen.— el chico se tensó, las solas palabras hicieron que tuviese una jodida erección y quizo llorar por ello. Negó una y otra vez, pero no se resistió cuando le sacaron las ropas dejándole en bóxers. Wonho estiró la mano para abrir la ducha y dejar correr el agua, un segundo después se sentó en la tapa del inodoro y palmeó sus muslos para invitar a que se apoyaran en él.
— Olvídalo. Aparte, me duele la espalda para que me siga doliendo sentarme. Ni siquiera se qué planeas. — Hoseok se levantó apenas y no tardó en moverlo, después de todo no pesaba nada y él cada día pesaba más. Le dejó con el pecho sobre su lapa y Kihyun tardó un buen rato en entender qué le iba a hacer. Eso no tenía ninguna cosa placentera que él entendiera.
— Voy a golpearte unas ocho veces más o menos. Estoy seguro que te va a gustar.—sonrió satisfecho y el cuerpo que estaba sobre sus piernas empezó a revolverse con fuerzas. Al primer golpe un grito salió de su boca y antes de que llegara a la tonalidad más aguda una mano le tapó, sus pequeños dedos se hundieron en la tela del pantalón del mas grande y sintió su ropa interior ser bajada dándole paso a que la palma contraria volviera a picar -ahora más- contra su piel. Kihyun gritó otra vez aunque ahora era reprimido, sus lagrimas no tardaron en salir y subió las manos para agarrarse de los dedos y la muñeca que le tapaban los labios. Lloró y por dentro contó los golpes, en el octavo se relajó. Wonho se había detenido un segundo a observar y volvió a golpear no una sino tres veces más, dejando a un Kihyun confundido y tembloroso. No supo cuando se había corrido en sus pantalones.
Debió haber sido el roce.
Pensó por dentro, aunque no lo creía. No se movió aunque Hoseok hubiese dejado de golpearle, dudaba poder levantarse. El mayor se estiró para alcanzar una crema humectante del baño, estaba lleno de ellas por todos lados. Empezó a calmar la irritada piel que había tomado un color rosa pálido, lo bastante dulce como para querer morderlo.
— Sé que te corriste, lo siento en el pantalón. Estos castigos tienen poco de eso. —la risa de Wonho era dulce y cerró la ducha cuando terminó de acariciar las nalgas ajenas y subir su bóxer.
—Levántate. — Kihyun negó rotundamente, seguía llorando silencioso aunque no estaba seguro si por el dolor o la humillación. Hoseok se levantó y el otro no hizo otra cosa que quedarse como una pequeña bolita en el suelo por haber sido arrebatado de la posición. La mirada del mayor se oscureció y se agachó para sujetarle del brazo y hacerle quedar de pie, el odio se hizo ver en el rostro ajeno y cambió por dolor cuando se terminó de erguir, obligándose a agarrarse del hombro ajeno. Eso fue suficiente para que Wonho le alzara cuidadosamente como princesa y le llevara a su cama. No estaba muy seguro quien había ganado esa pelea.
No pude evitar seguir siendo una escritora sádica. 🤦🏻♀️
![](https://img.wattpad.com/cover/109263060-288-k861680.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Desesperación por ti [Kiho]
FanfictionNunca supo que esos ojos lo estuvieron acechando. Ahora no puede escapar de ellos. Esta historia contiene escenas sexuales y palabras explícitas, fotos de juguetes en dos capítulos y contenido sadomasoquista. +19(?) por todos lados 🤦🏻♀️