Nunca supo que esos ojos lo estuvieron acechando.
Ahora no puede escapar de ellos.
Esta historia contiene escenas sexuales y palabras explícitas, fotos de juguetes en dos capítulos y contenido sadomasoquista.
+19(?) por todos lados 🤦🏻♀️
El panorama era pesado, el aire parecía ser de cemento. La figura pequeña de Kihyun estaba en el suelo sobre sus rodillas y pantorrillas, completamente desnudo si no fuese por sus medias que seguían intactas. Su torso se encontraba metido entre dos piernas que derivaban en un peli blanco.
Wonho tenía los dedos metidos en la boca ajena, los movía en forma de círculos y apretaba la lengua que le acariciaba, mientras que las dos pequeñas manos del vocalista principal apretaban la rodilla y parte de la remera que tenía el mayor. Su rostro estaba completamente sonrojado, con los ojos brillantes en lágrimas, negando cada tanto, queriendo salir de esos agarres.
— No vas a aprender directo conmigo, ya me mordiste el dedo tres veces. — espetaba el más alto mientras un tanto molesto se acercaba a sujetar la pequeña nuca que dejaba salir quejidos suaves y lastimeros.
— Solo con la lengua, por aquí arriba, esconde tus dientes, como en sopapa. Eso es. No aprietes tanto. — susurraba bajito y cuando empezó a sentir los movimientos correctos dejó salir un gruñido deseoso. Hoseok mordía sus labios y empezaba a mover mas los dedos embistiendo la boca ajena hasta que ésta salió despedida a un lado, Kihyun respiraba agitado, temblando tanto que hizo reír al mayor. Su pierna se movió para meterse entre las rodillas ajenas y con la punta del pie acarició despacio el delicado pene que estaba ahí despierto y mirando al cielo. Lo pisó contra el suelo y disfrutó como el pequeño chico saltaba. Las lágrimas le caían pero no se había detenido de su labor. Tampoco tenía permitido tocarse. La mirada de Wonho se oscureció y lamió sus labios deseoso.
— Vamos a probar con lo real Kihyunnie. Pero primero... sube un poco aquí. — palmeó sus piernas y enseguida vio como Kihyun le miraba para nada convencido, al final se acercó, dejando el torso sobre esos muslos, mirando hacia atrás curiosamente. La mano tosca del mas grande le siguió para hundirle la cabeza hacia dentro, para que no mirara. Wonho le levantó un poco más sus caderas para tener sus suaves nalgas cerca, la marca roja que había tenido hacia unas semanas ahora había desaparecido, se escuchó un quejido y el peli blanco soltó una risa apoyando los dedos que antes le habían lamido en su entrada, lubricó un poco y las piernas del más chico no tardaron en tiritar. Hoseok se había acostumbrado a eso, no era miedo. Acarició un poco sus glúteos a medida que metía uno de sus dedos moviéndolo repetidamente. Segundos después de la labor se estiró para sacar de adentro del bolsillo de una campera una caja, el ruido hizo que Kihyun se retorciera para mirar. Terminó por ganarse una nalgada lo suficientemente áspera para que del quejido siguiera al silencio.
Wonho suspiró, encantado por ver lo que había adquirido, era un vibrador con forma de huevo curvo, color rosado.
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Lo sacó y antes de acercarlo dejó caer algo de saliva en su mano y luego en la entrada del saco de huesos, acarició un momento y se dispuso a meter enteramente el aparato, hundiendo el dedo detrás para llegar profundamente y que solo la punta del hilo se hiciera presente. Kihyun despidió un sonido difícil de explicar, suave y doloroso al mismo tiempo, con los dedos se había hundido en las sabanas y su cabeza estaba casi enrollada en la cintura ajena, parecía buscar protección en lo mismo que le ocasionaba el dolor.