Equivocación

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—Parece que nos equivocamos— suspiró el rizado.

—¿De qué hablas?— Louis tenía las manos en el volante, de regreso a Doncaster.

—No creo que ese haya sido el asunto pendiente. ¿o si? ¿se supone que debí haber desaparecido, visto la luz o algo?

Después de un segundo Louis le miró —Mi madre decía que incluso aquello que parece una equivocación, ya estaba destinado.

El rizado lo miró con apreciación y después bajó la mirada—Es un buena madre...—meditó.

—Tu madre también, Harry. ¿No viste que eres todo para ella?—

—Era.—corrijió—. Y tú, ¿no viste cómo reaccionó al leer la nota?.—

—Oh, vamos. Eran lágrimas de felicidad, Harry.— El castaño soltó, después de unos segundos, lo que había rondado en su mente desde hace horas—:¿Qué dice? La carta. ¿es algo malo?

Harry lo diría, sabía que Louis ya merecía saberlo.

—No me lo digas si te sientes obligado, pero puedes confiar en mí.— Louis lo miró a los ojos, con cuidado de no perderse en su profundo verde, y continuar concentrado en la situación.

Pasó un eterno medio minuto, y el nudo en la garganta del rizado le robaba las palabras. Hasta que suspiró, miró al frente, y con los ojos cerrados, como si fuese a detonar una bomba, dijo:

—Soy gay.—

Un segundo, dos segundos, tres segundos, y nada parecía haber estallado, de hecho, el mundo entero parecía haberse detenido en completo silencio. ¡Era la primera vez que lo decía en voz alta!
Abrió un ojo, después el otro, y miró a Louis.

Louis se echó a reir—¡Harry!— suspiró audible mente y se dejó caer bien en el respaldo, con los ojos cerrados.

Harry sintió que le temblaba el mundo —¿Qué—

—Pensé que dirías que o algo así. habías matado a alguien volvió a reír.

Ese momento. En ese momento, Harry experimentaba lo que era la euforia y la felicidad. Ahí, sentado, sin moverse. Su sonrisa se ensanchaba sin permiso y miraba al chico a su lado.

Louis admiró la ternura que emanaba Harry en esos momentos

—Solo eran lágrimas de sorpresa, Harry, ella lógicamente se puso mal por el hecho de que vivió 19 años contigo sin saberlo, y siendo tu madre.—

—Oh, eso no lo hace ver mucho mejor.— el menor cubrió su rostro con sus manos y permaneció así, porque Louis jamás fue bueno con el positivismo.

Louis permaneció viéndolo unos momentos cuando algo le saltó a la mente—Oye, ¿Estabas en clases de música?—frunció el ceño con una sonrisa que salia sin permiso.

El rizado se descubrió la cara, y la mirada del mayor le hizo enrojecer —Sí, de canto...—confesó tímidamente.

—¿Cantas?—Louis se sorprendió.

—Ah, no, yo solo... solo un poco, no muy bien.— tartamudeó, con la cara encendida y rojiza, coloreando un aspecto tierno.

—Harry Styles, cantante.—Louis levantó la mirada con ojos entrecerrados, imaginando—Oye, suena bien.—

—¿Cómo sabes mi apellido?—

—Tu hermana, 'Gemma Styles' me proporcionó esa información.— dijo imitando la voz de la muchacha, y recibiendo un codazo y una risotada por parte de Harry. —¡Imaginalo! Puedes hacerlo, yo te ayudo. Estás en... no lo sé, Nueva York. Los edificios, los espectaculares, todo con tu rostro, ¿puedes imaginarlo?—Louis creaba su historia con el vidrio delantero como lienzo, dibujando muy pobremente edificios en el gran vidrio empañado. Harry lo miraba todo con ojos brillantes, y llenos de esperanza, que murió segundos después.

Angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora