Doncaster, Inglaterra.
«Dos almas»
Todo estaba obscuro, sin indicio de vida, casi muerto.
«Dos almas en peligro»
Una voz extraña se distorsionaba y se colaba en lo que creía era un sueño.
«Hay dos almas en peligro, pero solo una vivirá»
Entonces, vio luz y obscuridad mezcladas, veía la vida al borde de la muerte.
Los párpados le pesaban, pero en lo profundo, un el subconsciente, había una voz, una voz angelical que lo hacia despertar, tenía que despertar.
Pero se sentía débil, haciendo acoplo de toda su fuerza para poder abrir aquellos suaves párpados.
—Louis, tienes que hacerlo, confío en ti. Despierta Louis, vive.— aquella voz, que llevaba tiempo escuchando, aquella hermosa voz, no daba indicios de tener un rostro, ni un nombre, sólo estaba ahí, en su mente.
Y tenía razón. Él podía vivir, y lo haría, no se rendiría.
Poco a poco el fallido intento de siquiera abrir los ojos, triunfó. Temblorosamente, la luz del sol se coló en su mirada, blanca, por el reflejo de las cortinas.
—¿Louis?—lo llamó una voz familiar, distinta a la que había hablado en su sueño. Parpadeó pesadamente al ver a la dueña de esa voz, o al menos al divisar su silueta, aun entre las manchas que le proporcionaba su visión.
La chica se acercó, hasta quedar a centímetros de su rostro.—¿Louis?—lo volvió a llamar, incitándolo a la vida.
Parpadeó seguido y toda su vista se aclaró poco a poco, dándole forma a todo alrededor. Estaba en una cama de hospital. Su atención se centró en la chica frente a él.
—Elie.—susurró con la poca fuerza que tenía, sus labios estaban secos y su garganta dolía. Al escucharlo, Eleanor, su novia plantó una gigantesca sonrisa en su rostro y derramó una lágrima.
—No lo puedo creer, ¡Oigan, acaba de despertar!—gritó hacia la puerta de la habitación—. Oh, Louis, no sabes cuanto me asusté.— la chica tocaba su rostro, como si dudara de que fuera real.
—Oh mi Dios.— su madre entró por la puerta con una gran sonrisa, y unos ojos llorosos.
—Mamá.—Louis hablaba en un tono muy bajo, ya que sentía la garganta más reseca que nunca.
—Louis Tomlinson, no permitiré que vuelvas a conducir una maldita motocicleta, ¿Me escuchas?—amenazó la mujer, antes de abrazar a su hijo con toda la fuerza del mundo—, Te amo tanto.—
Tres enfermeras entraron por la puerta, y comenzaron a hacer movimientos en las máquinas que parecían conectadas al cuerpo del castaño.
—Yo te amo más, mamá—rió Louis—, así que, ¿Mi moto sigue bien?— bromeó. Obteniendo una palmada por parte de Eleanor.
—Por desgracia, así es. Esa carcacha continuará en las calles.—una chica habló con una sonrisa desde el umbral de la puerta. No era ni más ni menos que la pequeña -no tan pequeña- Lottie Tomlinson.
—Hermana.—la saludó Louis, contento de verla. Lottie estudiaba en la universidad de Manchester, junto con Eleanor, por lo tanto, Lottie no vivía en casa, y aunque regresara cada fin de semana, Louis extrañaba tenerla ahí, con él.
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Angel
Fiksi PenggemarEl alma de Harry se sacrificó para que Louis sobreviviera a un terrible accidente. El cielo se inclinó ante su acto de amor y lo convirtió en su ángel guardián para que estuvieran juntos. Larry & Ziam . . . . ****(Esta historia es no es Elounor, es...