No Me Dejes [Rafa y tú o Leo y tú]

12. El Clan Fujimori

Nova.
Nunca he sido buena en los combates sin un arma. Con tan solo una patada, Ian, uno de los hijos de este sujeto, logró derribarme ¿cómo se supone que tenga oportunidad con el líder del Clan?
—¡Traigan un arma! —grita el señor de cabellos negros mientras se quita la capa que posee su traje.
Ahora que lo veo bien, puedo percatarme que tiene un traje típico de pelea, algo similar a su hijo que nos recibió en la entrada, con la excepción de que es verde cubierto (anteriormente) con una capa gris. Aproximo que debe medir unos 20 centímetros más que yo... Está muy alto.
Una persona cubierta de pies a cabeza con un traje ninja color verde, le ofrece dos sables a su líder, quien los toma sin siquiera mirarlo.
—Te daré un arma para defenderte —dice el señor mientras se aproxima a mi —, te aseguro que si no demuestras todas tus habilidades, éste sable atravesará tu cuerpo ¿entendiste?
¿Y dónde quedó la invitada de honor?
Debo reconocer que con un arma no sería tan complicado combatir pero no sé si tenga la suficiente resistencia y destreza como para aguantar una batalla, que supongo debe ser larga.
El arma es arrogada a un costado de mi, no quiero moverme de dónde estoy, no quiero hacer nada, solo quisiera cerrar mis ojos y cuando los abra ver aquellas pupilas azules que tanto me gustan...
—¡Toma el arma, Evans! —grita más desesperado logrando sacarme de mis pensamientos.
—¡No te conviene desesperar al maestro Hiroaki! —dice entre risas Ian.
Una risa nerviosa sale de mis labios. Por un momento creí que tenía un nombre más intimidante, ese nombre suena muy gracioso, aunque no dudo que su nivel de pelea sea extraordinario. Tal vez tenga el nivel que tiene Splinter.
—¡Levántate de una vez, niña!
Doy un gran suspiro antes de, con manos temblorosas, tomar el arma, donde, una vez en mis manos, tardo algunos segundos en alzar mi cabeza y mirar fijamente al líder del Clan Fujimori, este nombre me parece conocido pero realmente no sé de donde provenga, sus ojos son pequeños pero lo suficientemente inquietantes como para poner el pelo de punta a cualquiera. Acompañada de otro gran suspiro, logro ponerme de pie. Realmente no sé que estoy haciendo...

Narrador Omnisciente.
—Bueno, al menos Casey trató de advertirle que no fuera al restaurante —comenta Miguel Ángel retirándose del pequeño círculo que se había formado segundos antes.
—Lo más inquietante aquí, son las imágenes que, según Casey, debe enseñarle a Nova —dice Donatello mientras se lleva una mano a su barbilla —. Y también aquel sujeto que menciona ¿Quién puede ser?
Sin embargo, el único realmente preocupado por aquel mensaje, y el que entendía un poco más la situación, es Rafael, Casey ya le había advertido que Nova se encontraba en peligro y por una tontería decidió marcharse dejándola al descubierto, tal vez el nuevo enemigo esperó el momento justo para que él se fuera y pudieran secuestrarla, ahora todo esto era su culpa ¿cómo pudo ser tan tonto?
Niega repetidas veces para tratar de borrar aquellas acusaciones, que aunque fueran ciertas, no le servían en absoluto para rescatar a Nova.
Con un suspiro pesado teclea nuevamente la clave que Donnie le había dicho segundos antes, la cual no pasa desapercibida a pesar de la situación: >>que patético tener como contraseña la fecha de cuando inició su noviazgo con el intrépido<< piensa de mala gana, rueda sus ojos antes de leer nuevamente el mensaje:

¡¡Hola!! ¿Qué tal?
Nova, debo decirte algo, sin embargo, no puedo decirte con exactitud el porque te lo voy a decir, y tampoco es lo más recomendable que lo diga por aquí, solo te pido que confíes en mí y en alguien más, el sujeto te lo diré cuando vaya a tu casa, también, cuando esté allá, te mostraré algunas fotos que encontré, creo que pueden ser cruciales para esto. Sé que suena extraño e incluso loco, pero por favor, por una vez en tu vida debes confiar en mí. Te aseguro que no tardaré en ir, aunque sí puedes ir con las tortugas antes de que vaya a tu casa, sería estupendo. Debes mantenerte a salvo, hazlo por Leonardo.
P.D. ¡¡Debes estar alerta!! ¡¡Mantén los ojos abiertos!! Trata de practicar algunos de esos golpes que solías hacer en los tiempos de Destructor, podrían servir en cualquier momento, incluso podrías decirle a Splinter que te entrene de nuevo.
P.D.2. No me envíes mensajes a menos que sea para avisarme que estás con las tortugas, yo tampoco te enviaré nada. Trataré de ir lo antes posible.