15. Los sentimientos son un dilema

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Narrador omnisciente.
¿Celos? ¿Es eso lo que la legendaria tortuga temperamental está sintiendo? No puede ser, los celos no están en su lista de sentimientos que tiene permitido. Es una estupidez siquiera considerarlos como opción.
Creí que te darías cuenta por ti mismo, viejo —comenta Casey jugando con un palo de hockey de forma desinteresada.
Rafael desvía su mirada mientras se deja caer en una de las sillas del comedor de su amigo. La frustración y el temor de lo que podría conllevar las emociones nuevas (celos y coraje) lo comen por dentro.
—Créeme, vivir a la sombra de Donatello por el amor de Abril me ha dejado una que otra experiencia.
—Esto es diferente Casey...
—¿Diferente? —repite su amigo dejando a un lado su juego de Hockey e inclinándose más hacia Rafael —, hay una chica que es cortejada por dos chicos ¿qué tiene de diferente?
El silencio se hace presente. Definitivamente no es el mejor día de Rafael.
—La única diferencia podría ser que ambos son mutantes —añade Casey tratando de no soltar una carcajada.
—Es que tal vez Celos no sea la palabra...
—¡Viejo! Estas Celoso de no poder cuidar a Nova como lo haría Leonardo —dice Casey colocando su palo de Hockey al hombro.
—¡Ah! Como sea —Rafael ladea su cabeza de un lado a otro repetidas veces para dejar de lado cualquier recuerdo de lo sucedido hace apenas un par de horas.
—Oye, viejo, ¿qué tal si vamos a partir traseros de esos asquerosos criminales? Eso te calmará un poco —propone Casey lanzando uno de sus discos al hombro de su compañero de tez verdosa.
El mencionado suelta un quejido para después acomodarse en su lugar de mala gana.
—No estoy de buen humor, además, necesito que me cuentes lo que sabes sobre Nova y todo lo demás.
Casey rueda sus ojos más disgustado que cuando se enteró que Donatello y Abril andaban, sin embargo, decide sentarse junto a su amigo.
El silencio se hace profundo más no incomodo, el chimuelo toma el disco arrojado anteriormente a su amigo y comienza a observarlo detenidamente antes de soltar un cansino suspiro.
—¿Ya te mencioné que odio estar aquí? —señala su casa con el palo de Hockey, hay que reconocer que es bastante reducida si la comparamos con las alcantarillas, que claro, tiene un mejor olor.
El lugar solo cuenta con una habitación la cual es ocupada por su padre y hermana cuando se quedan en Nueva York ya que, debido al trabajo de su padre, su hermana menor se la pasa migrando de ciudad en ciudad. A Casey eso le tiene sin cuidado, puesto que no mantiene una buena relación con su padre, por ello no le gusta estar en lo que debe llamar como hogar, los recuerdos no son de lo más agradable.
—Sí, lo has mencionado —responde Rafael —, pero este es el único lugar a donde te mandan las imágenes, es importante saber sobre esos mensajes que mencionan a Nova.
Casey suelta otro suspiro mientras niega repetidas veces con su cabeza.
—Este no es el único lugar, en mi correo está todo —el chico se inclina hacia delante de forma victoriosa —. A Casey Jones no se le escapa nada.
—Deja de balbucear y dime lo de Nova —exige el chico de banda roja más irritado que hace unos segundos.
—Que aguafiestas —dices Casey dejándose caer en su lugar —. Escucha, lo principal ya lo sabes, el mensaje sigo sin saber de quién sea —añade inclinando sus hombros hacia atrás —, aunque dice que se encuentra en peligro; es por eso que te dije que tendrías que protegerla...
—¡Eso ya lo sé! —interrumpe Rafael poniéndose de pie muy alterado —. Quiero saber acerca de las imágenes que mencionaste, por lo que le dijiste debe ser más urgente que tenga protección.
—¡A eso iba, genio! —Casey se incorpora para después cruzase de brazos mostrando su indignación por haber sido interrumpido.
Rafael lo imita, solo que con más coraje y con el ceño fruncido esperando las palabras del chimuelo.
—Pensé que si Nova se iba a las alcantarillas tendrías más oportunidad de cuidarla, no me llegó otro mensaje desde aquel que te mostré, solo unas imágenes extrañas.
—¿Qué clase de imágenes?
—De un campamento, soldados con algunas armas ninjas y ese tipo de cosas.
Casey hace ademanes extraños, da la apariencia de un joven descabellado, pero tratándose de él no es nada nuevo.
—¿Quién te las envió? —cuestiona la tortuga con completa extrañeza ante lo que oye.
—No lo sé, fue otro diferente al del mensaje.

No Me Dejes [Rafa y tú o Leo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora