13. Odio a flor de piel

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Nova
¿Te encuentras mejor?
Una pregunta tan sencilla que me es imposible responder bajo estas circunstancias. Mi mente no tiene suficiente espacio para procesar toda la información, y si a eso le sumamos el frío que se cuela por las ventanas rotas del edifico abandonado, que han podido conseguir como refugio, me derrite por dentro, es peor.
Quiero regresar a esa casa y saber si mi hermano está ahí. Rafael y los demás han dicho que lo mejor es ir por él está noche, aunque insisten que me quede al cuidado de Splinter ¿acaso me ven como una niña pequeña?
Supongo que han sentido eso ya que no pude defenderme correctamente ante ese bastardo del Clan Fujimori, me doy vergüenza. Las heridas profundas aún duele, aunque gracias al tiempo que ha transcurrido la sangre ya ha cuagulado.
¡Ah! ¡Qué desesperación! Lo mejor será entrenar lo más pronto posible.
—Nova, quisiera hablar contigo un momento —escucho decir a Donatello, quien se aparta un poco de la multitud esperando que lo siga.
Vuelvo mi vista hacia Mikey con la intención de buscar apoyo y tranquilidad, lo cual se hace presente segundos después de que el enano me dedique una sonrisa. Por otro lado, sospecho que Rafael quiere decirme algo ya que he sentido su mirada sobre mí, minutos después de llegar aquí, pero sinceramente lo que menos quiero es verle la cara y observar sus gestos de desaprobación o algo parecido.
Del chico nuevo no tengo idea, nos ayudó a salir de aquella casa al conducir sin parar hasta la cuidad, aunque no nos hemos dirigido la palabra, no parece un sujeto listo, pero quién sabe, las apariencias pueden engañar.
Suelto un largo suspiro antes de ponerme de pie e ir hasta donde Donnie con la cabeza gacha.
—Nova, cuando te buscamos, encontramos tu celular en el restaurante de comida china —dice mientras saca el aparato electrónico de algún lugar de su cinturón. No recordaba que mi celular salió volandon justo en el ataque sorpresa —. Vimos el mensaje que Casey te había enviado —añade colocando la contraseña y buscando aquel mensaje.
Recuerdo perfectamente que Casey me ha estado enviando mensajes, de igual forma sé que era largo, no sé de su contendido ya que no tuve tiempo de leerlo aunque por lo visto tiene relevancia.
—¿Decía algo... — trago saliva sin poder completar la frase, Donnie espera que lo haga, así que se queda callado mientras me observa — Sobre ellos? —concluyo con la voz más ronca de lo que me habría imaginado.
—Sí, bueno, no del todo —desvía su mirada de forma juguetona antes de entregarme el celular —. Mejor velo por ti misma.
Suelto otro suspiro antes de tomarlo, de un momento a otro me he puesto nerviosa, el frío comienza a hacerse más intenso y las emociones que surgen en mi ocasionan más confusión. Apartando de poco en poco esos pensamientos me concentro en leerlo, es un poco extenso, pero no como lo recordaba.
—¿Así que él ya sabía? —pregunto al terminar de leerlo y tratando de encontrar una explicación coherente.
Mis sentimientos comienzan a explotar cual bomba recién lanzada. El coraje, la tristeza, la frustración... Todo ello se mezcla en un gran recipiente imaginario que se agita bruscamente logrando derramar el contenido.
—Al parecer sí, aunque tendríamos que hablar con Casey antes...
—¿¡Casey!? —interrumpo a Donnie lanzándole una mirada de pocos amigos.
Asiente con su cabeza repetidas veces con el ceño fruncido, parece que no ha entendido a lo que realmente me refiero.
Sin importarme más, vuelvo mi vista hacia Rafael quien se encuentra mirando hacia la calle por medio de una ventana rota del edificio, él sabía perfectamente a que nos estábamos enfrentando y aún así no me dijo nada, posiblemente él también sabía que aquel tonto hombre es mi tío. ¡Lo sabía desde el principio y nunca dijo nada! ¡Prefirió irse antes que comentarme sobre esto! ¡Por su culpa tienen a mi hermano!
—¡Lo sabías! —grito respirando cada vez con mayor dificultad.
Rafael se vuelve hacia mí de forma brusca, clava su mirada desconcertada sobre mi persona.
—¡Casey ya te había dicho! —añado yendo hasta él con pasos firmes.
—¿De qué estás hablando?
—¡Sabias algo acerca de esos estupidos ninjas! —de la nada la ira se apodera por completo de mí lo que hace que con mi dedo índice comience a señalarlo y empujarlo. El recipiente se ha volteado completamente —. ¡Por tu culpa tienen a mi hermano! ¡Por tu culpa casi me matan!
—¡Nova! —escucho que grita Miguel Ángel en un intento de quitarme de mi lugar.
—¡Sabias todo! ¡Casey te lo había dicho!
Comienzo a golpearlo cada vez más, sin embargo, cada golpe que le doy parece no tener efecto alguno (como es costumbre). Siento como la sangre sube hasta mi cara pintándola de un rojo vivo por la ira, mis ojos comienzan a derramar lágrimas, gracias al cielo que no son por tristeza, de lo contrario me sentiría más débil.
—¿¡por qué no me dijiste nada!? ¡Tú tenías esa información! ¡Me lo habrías podido decir! —cierro mis puños para darle un golpe directo en el pecho, pero a pocos centímetros de cometer mi objetivo Rafael me toma por las muñecas obligándome a mirarlo.
—¡Yo no sabía nada acerca de los que te secuestraron! ¡No sabía a qué nos estábamos enfrentando! —grita mirándome directamente a los ojos, no puedo descifrar qué sentimiento tiene —. ¿¡Crees que sabía que te iban a secuestrar!? ¿¡Crees que lo hubiera permitido!?
—¡Casey solo me dijo que te encontrabas en peligro y que debía cuidarte! —añade. A cada palabra que dice me agita y aprieta un poco más, aunque hago caso omiso al dolor debido al shock que sus palabras me provocan —¡Te dije claramente que te fueras a las alcantarillas y no me hiciste caso! ¡Dijiste que no me necesitabas! ¡Qué daba igual si estaba yo ahí o no!
—¡Yo no...!
—¡Me dijiste que Leonardo era el único adecuado para protegerte! —interrumpe apartándome con un leve empujón pero sin despejar su mirada.
Nos quedamos varios segundos así, nunca lo había visto en ese estado...
Observo como su pecho sube y baja al compás de su enojo, mis manos comienzan a temblar, por suerte no es tan notorio.
Desvío mi mirada hacia Mikey quien está boquiabierta ante tal escena, no quiero voltear a ver a Donnie o al chico del que no tengo idea pero sé que están igual que yo.
Rafael suelta un largo suspiro antes de tallarse su frente con sus tres únicos dedos y apartarse de aquel caos para retomar su antiguo lugar en la ventana.
—Nova —llama Donatello de la forma más pacífica que me habría podido imaginar —, lo mejor será que te quedes en las alcantarillas mientras nos encargamos del rescate de tu hermano.
Asiento con la cabeza repetidas veces antes de ir hasta donde Mikey, él me recibe con los brazos abiertos tratando de tranquilizarme, aunque estoy más en Shock que enojada o triste.
—Albert, tendremos que dejarte en alguna calle cercana a tu casa, tu ayuda fue útil —escucho decir a Donatello.
—No fue nada, fue un gusto ayudar a... Unas tortugas mutantes.
—¡Vámonos! —grita Mikey jalándome hasta la salida.
Con el rabillo del ojo puedo percatarme que Rafael aún sigue ahí de pie, necesito hablar con Casey y mi madre, tienen muchas cosas que contarme.






Hola chic@s bellos!!
Sé que me tardo mucho en publicar, pero les aseguro que ya tendrán más capítulos debido a que ya he salido de vacaciones!! Pero ese no es el punto de este pequeño mensaje, el motivo es para saber qué quieren mis bellos lectores como regalo de Navidad:
1. Un especial de Navidad
2. 2 capítulos de estreno (sin contar este) para el día 24 :3
¡Ustedes decidan!

No Me Dejes [Rafa y tú o Leo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora