17. Jamens Evans

163 10 4
                                    

Nova.
—¿Nuestro padre?
—Sí —afirma Alan bajando su tono de voz, cada vez se oye más lejano —, él me envió, debo contarte todo.
Siento un golpe directo en el estomago. Estoy consciente que hay muchas cosas que contar pero una parte de mí no quiere escuchar nada, no quiere saber nada, no quiere siquiera descubrir el porque me atacaron, el porque mi hermano está aquí diciendo que necesita contarme algo urgente. Pero... No puedo simplemente dar la espalda a todo esto y ocultarme en una esfera, no puedo ser ajena a todo ello, tengo que enterarme de cada parte de esta escena nueva que me envuelve y de esa manera saber reaccionar ante las circunstancias que podrían ocurrir en un futuro no tan lejano.
Mi respiración comienza a cortarse, mi cuerpo lo siento más pesado ¿cómo debo responder ante esto? ¿Debo ser dura o simplemente inexpresiva?
Examino cada uno de los rostros presentes, cada uno muestra una emoción diferente a cada segundo que pasa.
El primero es Miguel Ángel, se nota preocupado pero no lo suficiente como Donatello, quien también se muestra desconcertado ante esta situación, me imagino debe estar ordenando las ideas una por una como acostumbra.
Rafael no demuestra mucho más que sus hermanos, siempre manteniendo el rostro de furia, pero ahora imparte algo más, tal vez sea culpa.
—Lo mejor será que te sientes —saca de mis pensamientos Casey.
Me salto la expresión de mi hermano para ver al chico pelinegro y lo observo de arriba abajo como si de un escaneo se tratase, su semblante es de cansancio, algunos nuevos golpes adornan su cara, tal vez los moretones cercanos a la nariz sean gracias a mi hermano, pues no dudo que no haya tratado de golpear a cada uno de los que lo atacaron. Aunque debo admitir que es sumamente extraño que él se encuentre aquí, él debería estar con el tonto de Rafael golpeando a diestra y siniestra a algunos ladrones de la ciudad o incluso buscando alguna pista de patinaje; debería estar en cualquier otro sitio menos aquí, estorbando. Sin siquiera compartir la información completa. ¡Sin siquiera explicar porque mandó a Rafael a cuidarme!
—¿Cuál es la nueva información que nos traes, Jones? —pregunto bastante enojada, lo que no pasa desapercibido por los presentes —. Debe ser algo bueno al mandarlo rápidamente a cuidarme —añado haciendo el mayor esfuerzo por no mirar al gruñón.
Casey parece entenderme ya que le regala fugazmente una mirada a Rafael, por la expresión que hace, el segundo mayor de los Hamatos no debió reaccionar del todo bien.
—¿Mandar a quién? —interviene Alan tomando uno de mis hombros con la intención de que lo mire, sin embargo, mantengo mi mirada en Casey.
—Eso no tiene importancia —dice Casey ladeando su cabeza de un lado a otro evitando a toda costa encontrase una vez más con mis ojos —. Él te cuido mucho mejor de lo que imaginas.
¿Qué? ¿Mis oídos han oído bien? ¿Ha dicho que el cuidado de Rafael fue muy bueno?
—No creo que el sujeto haya cumplido con su trabajo —habla Rafael obligándome a que lo mire —. Te secuestraron, si te hubiera cuidado mejor eso no habría pasado.
siento como su mirada penetra en mí como una lanza, siento que puede ver mis pensamientos más profundos. Lo último lo ha dicho más obvio que cualquier otra cosa, ahora me siento la peor persona del mundo al no comprenderlo como debería.
—¿¡Te secuestraron!? —pregunta mi hermano más que alterado.
—¿A quién enviaste Casey? —avienta Donatello con el ceño fruncido.
Muevo mi cabeza de los ojos del gruñón, evitando las miradas de todos, no quiero que se note demasiado que me ha pegado lo que ha dicho.
—Es demasiado obvio, Donnie —responde Mikey pasando su mirada de Rafael hacia mí para terminarla en su hermano el genio.
—Estoy bien, Alan. Solo ha sido un pequeño inconveniente para encontrarte.
—¿Segura que estás bien?
—completamente —digo con la intención de finalizar la conversación, no quiero dar explicaciones en estos momentos.
Puedo sentir la mirada de mi hermano sobre mi.
—Alan —llamo, un nudo en mi garganta se ha formado. Trago saliva pesadamente —. Es mejor hablar de mi padre, es lo que te ha traído aquí.
El mencionado no aparta su mirada de mi, estoy segura que está analizando cada una de mis facciones.
>>Por favor, sólo continúa con el relato<< pienso tragando nuevamente saliva para deshacer el nudo.
Casey abre la boca para hablar pero instantáneamente la cierra para dar paso al carraspeo de Rafael.
Galo mi cabeza hacia el lado opuesto de mi hermano y me dirijo hacia la sala para sentarme en el sillón principal con la intención de no mostrarme pequeña ante el chico de banda roja, suelto un suspiro cargado con irritación y superioridad. Miguel Ángel imita mi movimiento para sentarse en el respaldo del sillón donde me encuentro, posteriormente Donatello lo sigue. Se nota que estos últimos segundos el enano se ha sofocado.
Por otro lado, Casey decide hacer los mismos que sus compañeros al tiempo que se distrae lanzando de mano a mano su palo de hockey de forma desinteresada, al observar su herramienta de combate, detenidamente, me doy cuenta que lleva unas estampillas nuevas a forma de decoración, son unos garabatos que no alcanzo a tomarles forma desde donde estoy, pero sí se nota lo colorido que son.
—Pues comenzaré —susurra Alan para sí mismo, va hacia dónde estoy para tomar asiento en un rincón vacío del sillón.
Agacho mi cabeza asintiendo de forma casi imperceptible. Los nervios comienzan a subir poco a poco, lo que hace que me cueste moverme sin que mis piernas y brazos tiemblen.
—Nova —susurra a mi oído tomando mi mano que segundos antes descansaba sobre mi regazo.
No me atrevo a mirarlo, pero aprieto la mano de mi hermano más de lo que había planeado, poco a poco comienzo a sentir como mi cuerpo se relaja y mis manos y piernas dejan de temblar.
Alan suelta un suspiro antes de hablar:
—Recordarás, Nova, que nuestro padre se separó de nuestra madre cuando éramos pequeños.
Asiento repetidas veces.
—El increíble Jamens Evans, ¿separado de la fabulosa Alicia Ackerman? —añade de forma segura, como si leyera de una hoja —, ellos se habían casado con bastante amor de por medio ¿por qué decidieron separase?
—Mi padre la traicionó —digo como si la pregunta me la hubiera echo a mí.
—No, claro que no —Alan niega rápidamente con la cabeza, soltando mi mano —, siempre se preocupó por nosotros él...
—Nuestro padre se marchó sin siquiera una explicación de por medio, Alan —me muevo en mi asiento para mirarlo a la cara —. Tan rápido como recibió el divorcio se fue, mi madre solo no quería que se aprovechara de su dinero que recién había descubierto, y claro, por eso nunca decía en qué trabajaba.
—Nova, debes escucharme —dice viéndome suplicante con esos ojos cafés, los mismos que los de mi madre.
Esto me pone más fastidiada que antes.
—Es cierto que nuestro padre siempre mantuvo en secreto lo que hacía, no decía nada sobre su trabajo, evitaba el tema a toda costa, eso se debía a que nuestro padre en realidad trabajaba para...
Alan se acomoda en su lugar de forma incomoda, pareciera que lo que está apunto de revelar le da mucha vergüenza, supongo que cuando lo escuchó le debió costar bastante asimilarlo.
—Para la compañía Ackerman —añade después de algunos segundos de silencio soltando las palabras con sumo dolor.
—¿Ackerman? —digo frunciendo el ceño —. ¿La misma compañía que...?
—Sí —afirma Alan tragando saliva de forma estrepitosa —. Nuestra madre se enojó mucho cuando se enteró que en realidad nuestro padre trabajaba para la compañía de su abuelo, ella ni siquiera sabía que tenía una empresa, así que creyó que solo la quería por el dinero que podría sacarle.
—Así que nuestro padre...
—El dinero ha estado decayendo —interrumpe Alan nuevamente levantando una de sus manos cerca de mi rostro —. Antes de que nuestro padre me pusiera al tanto de la situación, mi madre me había mandado para decirte que los gastos de tu departamento ya no pueden ser financiados, nuestra madre se ha quedado sin empleo gracias a las influencias de nuestro padre, solo es temporal, hasta que estén a salvo todos.
Lo último lo ha dicho de forma apresurada, desde pequeño ha querido primero dar explicación a las acciones que los demás pueden tomar como malas, antes de que lo juzguen. Alan ha tenido en cuenta el famoso dicho: "no hagas cosas buenas que parezcan malas"  por eso decide primero explicar.
—¿Estás diciendo que nuestro padre ha dejado sin empleo a nuestra madre por su seguridad? —pregunto con un tono de ironía, sinceramente no logro entender del todo la acción cometida.
—¡Sí! —afirma mi hermano pegando un pequeño salto de felicidad en su lugar —. Él cree que está mejor en casa.
—¿Qué no sería más sencillo simplemente decirle la verdad? —interviene Miguel Ángel cruzándose de brazos cual niño pequeño.
—Si lo hacía ella no se habría quedado de brazos cruzados sabiendo que sus hijos están en peligro, y peor aún, sabiendo que el enemigo ¡es su hermano!
—¿Hermano? ¿Hablas de Hiroaki?
—Precisamente —dice con gran orgullo al ver que estoy entendiendo a la primera.
>>Un momento —añade cambiando de expresión tan rápido como una liebre —, ¿cómo sabes ese nombre?
—Los sujetos que la secuestraron por la tarde le dijeron eso —interviene Rafael acercándose con sus brazos cruzados —. Al parecer le contaron más de lo que aparentaban.
—Gracias por la información —respondo irritada, cerrando los ojos tratando de tranquilizarme, segundos antes le habría agradecido por hablar, pero ahora me irrita hasta el relato de mi hermano —, pero creo sabes que tengo la capacidad suficiente para comunicarme con mi hermano.
—¡Claro que lo sé! —dice en un gruñido, me limito a mirarlo de reojo —, de lo que careces es de entrenamiento ninja altamente efectivo.
Me vuelvo hacia él con notable coraje, si la mirada pudieran herir, él ya estaría retorciéndose de dolor en el suelo. Sin embargo, su vista la mantiene fija en lo alto de la escalera que conduce a los dormitorios de ellos. Qué fastidio.
—He chicos, debemos concentrarnos en esto —habla Donatello haciendo ademanes extraños con sus manos.
—Bien Alan —digo después de varios segundos de silencio, retomando la platica —; el gruñón de allá tiene razón —puedo oír un quejido por parte de la tortuga, que obviamente ignoraré complacida —, Hiroaki me capturó y dijo conocer a nuestra madre, mencionó el vínculo que tienen. Son hermanos.
>>También mencionó lo mal que se lleva con nuestro padre.
—Sí —afirma mi hermano asintiendo reperidas veces —. A Hiroaki nunca le agradó la idea de que nuestro padre desposara a nuestra madre, así que siempre trató de sepáralos, aunque claro, nuestro padre no se iba a quedar con los brazos cruzados.
>>Comenzó a investigar sobre la familia de nuestra madre y encontró a los Ackerman, así que para tener vigilado a Hiroaki entró a trabajar a la compañía. Descubrió que el hermano de mi madre sabía mucho más sobre la familia que nuestra propia madre. Todo ese tiempo intentó protegernos, él sabía que si dejaba de tener contacto con nosotros Hiroaki no nos iba a usar como excusa para traer devuelta a nuestra madre. A Hiroaki solo le importa Alicia Ackerman, nuestra madre, él nunca ha sentido aprecio por nosotros. Él sólo nos ve como carnada. Solo quiere destruir a su enemigo Jamens Evans.
Alan niega con la cabeza tapando su rostro con sus manos.
—Por eso estamos en peligro Nova —añade mirándome fijamente a los ojos —. Al parecer Hiroaki ha tramado un nuevo plan, nuestro padre aún no sabe que es, pero está seguro que nos involucra. Y que es un plan muy peligroso.
El silencio inunda la habitación. Solo la agitada respiración de Miguel Ángel se hacen presentes.
—Así que... —comienza a hablar Casey, no me había percatado que durante toda la platica se había mantenido callado e inexpresivo —. ¿Tú enviaste el mensaje y aquellas imágenes?
—¿Mensaje e imágenes? —repite Alan haciendo el mismo gesto de extrañeza que yo —. Yo no he enviado nada. Con el simple hecho de decir que no te conozco bastaría para que aquella idea quede descartada.
—¿Tienes las imágenes Casey? —habla Donatello ignorando por completo la tensión que se estaba formando en la sala.
—Sí —responde seguro de sí, segundos después se encorva al tiempo que desvía su mirada —. En realidad están en mi correo, no es complicado conseguirlas, solo necesito una computadora. Mi celular se quedó sin batería —añade mostrando el aparato electrónico.
—¿Correo? —repite Alan tratando de no soltar una carcajada —, en estos tiempos ya nadie usa correos.
—De maravilla —comenta Casey dirigiendo su mirada y una sonrisa de pocos amigos a mi hermano —, creo que Alan tiene las mismas fotos en un formato más amigable.
—Déjense de boberías y muéstranos las imágenes, Jones —reprendo fastidiada, no es muy común que me enoje gracias a las peleas infantiles que llega a tener mi hermano u otras personas, pero en esta ocasión me saca de mis casilla.
Casey duda algunos segundos, puedo verle por el rabillo del ojo, se queda observando a mi hermano y a mí. Sino mueve un solo dedo dentro de unos minutos estoy segura que me lanzaré contra él.
Como si pudiera escuchar mis pensamientos, el chico realiza una mueca antes de ir junto a Donatello y pronunciar algunas palabras que realmente no me interesan escuchar, pero supongo se referían a que le prestara la computadora ya que inmediatamente se la dio de mala gana.
El silencio se ha vuelto pesado e incómodo, lo único que lo rompe es el teclear de diferentes letras por parte de Casey.
Me limito a mirar mis manos en busca de hacer que el tiempo pase un poco más rápido y esperar. No puedo evitar visualizar como se vería enganchadas a la de Leonardo, por supuesto la de él es por mucho más grande, sus tres dedos cubren mis mano como si de un dulce se tratase, el calor que desprende cada roce que tenemos es tan agradable que hace que las cosas se me olviden en cuestión de segundos, con él no encuentro problema mayor que no tenga solución; como me encantaría que estuviera aquí ahora.
—¡Ya está!
Parpadeo varias veces para borrar aquella imagen de mi cabeza y decido concentrarme en el verdadero problema. Casey se encuentra examinando cada una de las imágenes, pronto un medio círculo se ha formado atrás de él tratando de ver lo mejor posible.
—¿Un campamento? —cuestiona Alan cruzándose de brazos, atento a la situación.
En esa postura me recuerda bastante a mi padre, solía hacer la misma postura cuando nos ayudaba con la tarea de matemáticas o historia, analizando cada punto insignificante que escribiéramos.
—Sí, el campamento lo desconozco, no sé en dónde se encuentre localizado, mucho menos quien lo pueda estar manejando.
—Al menos no es en la ciudad —comenta Rafael acercándose más a la pantalla.
—Tal vez sea cerca de la casa de campo de Abril, es un bosque bastante amplio —aclara Donatello moviendo su cabeza de un lado a otro.
—¡Claro! —dice Miguel Ángel con gran alegría, lo dice más por intentar aportar algo a la conversación —. Deben de estar por el árbol de las ranas mutantes ¿se acuerdan? Donde ahora Napoleón es su líder.
Tuerzo mi boca en señal de desaprobación. Algo me dice que ese campamento no está en el país.

Leonardo.
—Leo.
Escucho a alguien a lo lejos. Repite mi nombre varias veces pero no logro identificar quién es. ¿Nova? ¿Eres tú?
—Despierta.
Siento como mi cuerpo lo mueven de un lado a otro, irritado, abro poco a poco mis ojos para encontrarme con la mirada juguetona de Angélica.
—¿Angie? ¿Qué pasa?
—Debemos partir ahora —dice levantándose del suelo donde se encontraba en cuclillas.
La chica pone sus manos en su cadera lanzando un enorme suspiro. Tallo mis ojos al tiempo que me incorporo para sentarme, la tenue luz de la luna se encuentra ya ocultándose, esta por amanecer.
—Creí que partiríamos con el sol —comento en un bostezo.
Angélica se me queda viendo así que le regreso la mirada, desde este ángulo pareciera que no puede creer lo que le dije.
—¿Qué ocurre? —me atrevo a preguntar desviando la mirada y regresándola en varias ocasiones.
—Nada —niega con la cabeza al tiempo que acuna su rostro en sus manos —. El sol está por salir —comenta observando por la única ventana que hay —. He dejado suficiente comida para Mar, no debe despertar dentro de unas dos horas, así que todo está bajo control.
—Bien, entonces debemos ponernos en marcha.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No Me Dejes [Rafa y tú o Leo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora