Mientras tanto yo adentró empecé a dar de saltos y a dar golpes al viento de pura emoción, ahora era amigo de un sicario, pero no de cualquiera, el mas guapo del mundo y no me importaba que fuera a pasar, lo único que quería ahora era verlo una vez mas sin importar su vida.
Completamente maravillado me dejé caer en el sillón recordando todas las emociones que había vivido hacia unos minutos, sin duda había sido un viaje muy corto, a juzgar que cualquier auto podía ir mas rápido que el camión y que además la manera de conducir de Zayn no era exactamente la mas calmada y correcta. Me había devuelto del dinero que nos quitó ayer eso no lo hacía tan malo, e incluso pagó mi lugar en la universidad, eso solo lo podía hacer una persona con un corazón inmenso aunque las drogas en su auto… era obvio que las consumía, pero estaba tan hechizado por él que hasta en su caso me atrevería a justificarlo, yo nunca probaría las drogas, es de lo único que estaba seguro en mi vida, las drogas nunca iban a tocar mi organismo, a menos que me obligaran, no entendí para nada excusa de subirme a su auto, tal vez me quería sacar información sobre cierto tema determinado, aunque la verdad era que no me preguntó nada extraño, solo cosas de mi vida para entretenernos en lo que duraba el viaje, y para ser sinceros no creo que la vida de un joven adolecente como yo le importara demasiado, ni siquiera me quería para que formara parte de su grupo, según él sus compañeros le habían pedido que me convenciera para entrar con ellos, pero mas bien había fingido que hacia eso, además era el jefe ¿Qué no sería mas efectivo un “NO” en vez de darle tantas vueltas a un asunto? Digo, después de la llamada que recibió en el auto se ve que le tienen un gran respeto lo suficiente como para decidir a quien meter o a quien no. Me había contado cosas personales, si no fuera porque estaba completamente de mi alcance aún siendo gay me atrevería a decir que estaba intentando un movimiento, incluso que lo ponía tan nervioso a grado de inventar toda una historia como la que me contó sobre el favor a sus compañeros con la única razón de subirme a su auto e intentar algo. Pero era un sicario, además completamente hermoso y masculino debería de tener miles de chicos suspirando por él que estaban a la altura de lo que buscaba, no tenía fijarse para nada en mi, a juzgar por su forma de ser no se anda con rodeos y por lo que me di cuenta siempre dice todo de frente, creo que me hubiera dicho que quería algo mas conmigo en cualquier momento, pero no lo hizo, aunque su cara de emoción cuando le dije que tenía un amigo en mi. Tal vez eso era lo que necesitaba, un amigo, y yo la verdad aunque estaba en contra de toda mi seguridad personal yo también quería serlo. Nunca había sentido esto por un chico, el era el primero, siempre veía programas de televisión donde los chicos heterosexuales empezaban a tener atracción por los de su mismo sexo y era todo un drama para aceptarlo en mi caso no había sido así yo si me acepté desde el primer momento, aunque aún no lograba comprender como con la mirada de alguien mi vida había cambiado tanto literalmente de un día para otro, un día anterior ni siquiera me hubiera imaginado hablando con un sicario de los que tanto hablaban en Monfort y eran tan temidos, ahora el lides de esa banda la cual causaba terror, era mi amigo.
No le iba decir nada a papá, al menos por ahora, ya después hallaría la manera de que la noticia de mi amistad con Zayn no le cayera de sopetón incluso yo sabía era una actitud completamente irresponsable de mi parte pero si Zayn hubiera sido otro, un chico que no llamara mi atención hubiera hecho lo mismo, proponerle mi amistad por un intento de supervivencia y que no me matara, no me iba a poner de digno a decirle que no a un asesino como él. Esa iba a ser una gran excusa pero no se, algo me decía que Zayn no me latinaría, algo en sus intensos ojos avellana me decía que no era tan malo como su reputación lo decía, solo esperaba que no se encontrara a otro amigo al cual merodear.
Me sentía libre hablando del examen, sabía que mi lugar estaba ya asegurado, ni siquiera me iba a molestar en buscar mi calificación, solo iba a esperar una semanas mas para empezar a ir a la universidad.
Encendí la televisión y me puse a ver las noticias, para una persona sin cable no había mucho de donde escoger, solo cuatro canales estaban disponibles, pero eso era mas que suficiente para mi, podía ver otras cosas en internet, pero eso implicaba tener que subir a mi habitación, encender la vieja computadora y esperar a que iniciara, así que solo la utilizaba en casos de vida o muerte y este no era uno de ellos, seguía completamente maravillado.
Vi el reloj que estaba justo encima de la televisión y me di cuenta de que el tiempo había pasado volando en lo que fantaseaba mientras pretendía ver televisión, así que tuve que despertar de mis sueños despiertos y me dedique a idear que iba a hacer de comer ya que papá no debería de tardar, iba a hacer algo rápido, carne con papás y chile, era rápido y me quedaba rico la influencia de la comida Mexicana me tenía demasiado bien arraigado a tal grado de comer si no había tortillas en la mesa e incluso si la comida no tenía cierto picante no podía contar como comida para mi, empezaron a hablar de futbol en la televisión y le subí volumen para escuchar las opiniones de esos expertos en deportes sobre el juego de anoche donde nos habíamos declaro campeones, eso me tenía demasiado emocionada, me pregunté si a Zayn le gustaría el futbol tanto como a mi. Lo mas probable era que si.
Empecé a partir las papas, luego la carne mientras dejaba cocía tostaba los cuatro chiles y dos tomates en el comal, sazoné la carne con pimienta, sal de ajo y con salsa de soya para que le diera un sabor mas rico, luego le quite la cascara a los chiles y tomate, los puse en la licuadora, agregué un poco de ajo, sal y agua y los molí para crear una salsa que fue a dar directo al sartén donde ya estaban en el fuego la carne y las papás, espere que se hirviera ya que las papás y carne ya estaban bien cocidas, fui a la tienda de la esquina a comprar tortillas y un refresco, ahora tenía dinero y podía darme unos gustos extras por lo que me traje un panqué grande.
Apenas me dio tiempo de entrar a casa cuando papá entró tras de mi.
-a comer.- le dije feliz.
-Solo me bañó rápido y bajo.- me dijo mientras olfateaba y miraba los platos para ver que había.
No se tardó nada, era más que evidente que traía hambre. Se sentó y yo también.
-¿Cómo te fue? Dime que bien por favor.
-Si, de maravilla ni siquiera tuve la necesidad de contestarlo.
-¿Cómo es eso?. – preguntó mientras daba el primer bocado a su plato, hizo buena cara ante el sabor.
-Resulta que tengo una especie de “Padrino” él fue quien pagó mi examen e incluso mi lugar para que mi examen ni siquiera fuera tomado en cuenta, en pocas palabras, ya estoy adentro y sin el mínimo esfuerzo.
-¿Quién eso? ¿Eso es posible?- preguntó atónito ante mi respuesta.
-Pues al parecer si es posible, no se quien es, es alguien muy impórtate y millonario ya que solo alguien así puede tener tanta preferencia, y por lo regular son obras de caridad de personas que nunca dan la cara.
-¡Liam eso es genial!- dijo emocionado.- digo, es una especie de trampa pero aún así bendita sea la persona que nos quitó ese peso tan grande en encima, que buenas noticias me haz dado, no sabes como me estrese hoy pensando puras cosas malas.
-No y espera las cosas buenas no terminan ahí.-me levanté y del sillón tomé el gran paquete de billetes grandes.- Mira.- Lo puse sobre la mesa.
-¿De dónde sacaste esto Liam?- preguntó espantado.
-No lo robé.- Lo tranquilicé.-Resulta que cuando venía de regreso me tope a los viejos, al principio me asusté, pero el chico que me salvó de que me llevaran con ellos ayer se limitó a decirme que los disculpara, que no sabían que éramos de Monfort, me regresó el dinero y un poco mas por el abuso.
-Es dinero sucio entonces. Liam te expusiste mucho, de ahora en adelante te llevaré e iré por ti. Y no recuerdo a ese chico que dices porque la verdad no les puse atención- me advirtió preocupado.
-No hay dinero sucio cuando alguien nos lo regala para tratar de enmendar un error, y no te preocupes yo puedo andar solo, al parecer ellos por lo que entendí no se pueden meter con la gente de este lugar, y lo bueno es que ya saben que soy de aquí y no me volverán a molestar. No son tan malos.
-Menos mal, por esa parte me tranquiliza, aunque para ser sinceros me pone también los pelos de punta que se hayan acercado tanto a ti, prométeme que tu siempre que los veas les sacarás las vuelta.
-Lo prometo papá, no te preocupes.- esa fue la primera vez que le mentí a papá por culpa de Zayn.
-Pero buen, cuéntame ¿hiciste amigos?
-Si, dos, uno se llama Joseph y otro Zayn, al segundo tal vez lo veas seguido por aquí.
-Me encantaría conocerlos.- dijo impresionado, me atreví a hablarle de Zayn porque como dijo, no lo recordaba así todo sería mas fácil. Claro si es que nos volvíamos a ver.
-Déjame primero saber si esta amistad perdura, no hay que precipitarnos
-Se que perdurará, eres un gran chico, todos quisieran ser tus amigos.
-No es para tanto papá.- dije sonriendo mientras comía.
-¿Y las chicas? Dime ¿son lindas?
-La verdad no me fijé, no pienso tener novia hasta terminar la universidad.
-eso me agrada, es bueno saber que solo te centrarás en tus estudios y no en otras cosas.
-Uno nunca sabe, tal vez conozca a alguien que incluso me cambie.
-Eso no creo que pase, eres demasiado maduro e inteligente, se que nadie nunca te cambiará, siempre serás alguien de bien.
Acepté con una sonrisa y seguí comiendo, terminamos rápido, pasaba mas tiempo preparando la comida que lo que durábamos comiendo. Luego papá salió al monte a traer leña, no quiso que lo acompañara que porque podía ser peligroso llevarme ya que por ahí deberían andar ellos, sin saber que ahora era amigo de esos delincuentes guapos, bueno solo del líder. Era más guapo en persona y mas con todos esos movimientos inconscientes que hacía con la boca, como se lamía los labios repetidas veces simplemente me hacía sentir una corriente eléctrica que recorría todo mi cuerpo, si eso sentía con tan solo verlo, no quería imaginar lo que sentiría sentir esos movimientos de su boca en la mía e incluso en otras partes del cuerpo.
Aproveche para ponerme a hacer ejercicio en el patio, mis repeticiones de abdominales, y lagartijas eran muy efectivas gracias a esos ejercicios a diario tenía un cuerpo atlético además me servía mucho para quitarme el estrés mientras escuchaba música, el patio era grande, todos los patios de las casa en Monfort eran realmente grandes y espaciosos, una casa con las dimensiones de un terreno como la mía en una ciudad al menos costaría un millón de pesos pero aquí sería una burla ofrecerla a ese precio, el gran perímetro del patio me permitió hacer una pista para correr alrededor de este, el recorrido que hacía no era muy largo, pero trotaba lo mismo que correr en un campo libre, y además tenía la comodidad de que era en mi casa. Terminé completamente sudado entré a una ducha en mi baño, ya se estaba oscureciendo, estos días de otoño, ya casi invierno se hacía noche temprano, en todo el día no me había quitado de la mente a Zayn, aún no podía creer como me había arriesgado al subirme a su auto, tenía unas ganas inmensas de verlo, en gran parte por ver su rostro, pero de alguna extraña razón todo lo que me había contado era realmente muy interesante, era obvio había alguien mas arriba de él ¿estará aliado con el gobierno? ¿Por qué no puede tocar a la gente en Monfort? Aunque sabía que no tan fácil iba a soltar prenda con alguien que apenas conocía como yo, no iba a emocionarme, tal vez acostumbraba a hacer lo que hizo hoy con diferentes personas cuando se aburría, no iba a sentirme especial, aunque todo lo que me contó hoy nadie lo iba a saber, nunca traicionaría su confianza, no por miedo a que me fuera a hacer algo, ya que sabía que no me haría nada aunque con lo que había pasado el día y ya había despertado por completo del sueño ya no estaba tan seguro de eso, ahora incluso estaba imaginando una posible venganza si lo traicionaba, aunque nada de eso importaban una parte de mi tenía bajo control la situación, pero la otra parte de mi se tomaba su tiempo, solo alguien con la magnificencia de Zayn podía lograr dividir mi corazón en dos.
La nieve volvió a caer en la noche, mientras veía un programa de televisión donde la gente iba y exponía sus casos familiares y la guapa conductora les daba solución. Louis no tardaba de llegar a su casa de trabajar por lo que dejé la s cortinas abiertas de la ventana que daba justo a la calle, siempre venía en las noche, ya era una costumbre para él hacer eso y yo feliz de que lo hiciera así que me relajé en el sillón ya que era lo último que tenía que hacer en mi día, pero en eso recordé que en mi mochila había puesto las papás que había comprado sueltas en el mercado para comérmelas en el camión de regreso aquí, pero Zayn me lo había impedido hacerlo cuando me pidió que subiera al auto, y bueno olvide por completo comérmelas, corrí por ellas a mi mochila que estaba en el otro sillón, gracias al cielo no la había subido a mi cuarto me había ahorrado la fatiga se subir y bajar una vez mas, fui a la cocina a ponerles salsa botanera y me las empecé a comer cuando estuve de regreso en sillón, era la gloria ese momento. De pronto la puerta se abrió, era Louis, el tenía llaves de la casa.
-Eres un completo asco Liam Payne.- se burló al verme ahí acorrucado en el sillón.
-Cállate imbécil, hace frio, no tengo nada más que hacer.
-Excusas, excusas. Por cierto, Carl esta con mamá, de hecho me mandó para acá.- dijo mientras se sentaba a mi lado y comía de mis papás fritas.
-creo que pronto ya seremos hermanos.- dije emocionado.
-Ya lo somos Liam.- se puso la papás fritas en los parpados de los ojos.- necesito un descanso.
-y las papás no te quitarán las ojeras.- me burlé.
-Tienes razón.- se las quitó y se las comió.
De pronto sentí como un teléfono empezó a sonar.
-Tu teléfono.- le dije.
-No, mi tono de llamada es “Persuasión” eso mas bien suena como un teléfono inteligente.
-Sus palabras hicieron que mi mente trajera el recuerdo del teléfono de Zayn, sentí como la sangre bajó hasta mis pies, busqué con la vista hasta donde estaba mi chamarra ya que recordé que ahí, en una de las bolsas lo había puesto para evitar ponerlo en su base y que cayera al suelo, corrí y tiré las papas en el regazo de Louis, este se quejó pero yo corrí por la chaqueta y si, efectivamente, su teléfono estaba sonando, lo saqué rápidamente, vi la pantalla y decía “Anatoly” era un nombre ruso o Alemán, ¿tenía que contestar? ¿y si era algo importante para Zayn que tendría problemas si no contestaba? Hice lo que primero se me vino a la mente, deslicé mi dedo por la pantalla, corrí hacía afuera, ni siquiera vi la expresión de Louis al ver que tenía en mis manos un teléfono realmente caro, abrí la puerta y cuando me encontré parado en la fría nieve.
-Aja.- fue lo único que hice para que no se dieran cuenta que no era la voz de Zayn.
-El cargamento llegó completamente seguro.- dijo una voz con un acento demasiado raro para mí, recuerdo haberlo escuchado en televisión pero no recordaba de donde.- Recuerda bien mis indicaciones. Mitad y mitad.
-Okay.- fue lo único que dije, después de eso colgó.
Me quedé helado, aún mas que la nieve que estaba pisando con los pies desnudos, había atendido una llamada de una persona que había mandando un cargamento, de droga, lo mas probable, no supe que hacer, Zayn tenía que saber lo que ese hombre se acento extraño le había dicho, tenía que ir a buscarlo pero ya no había camiones a esta hora, si había de haya para aca, pero para ir a Santiago a esta hora era casi imposible, además el tráiler se lo había llevado papá, por lo que busqué en el teléfono algún contacto que pero yo no conocía a nadie de ellos, solo a PJ, por lo que busqué su numero pero no estaba ahí, además ¿Qué le iba a decir? ¿Qué había contestado una llamada demasiado importante para ellos? Mi corazón se tranquilizó cuando encontré un contacto que decía “Casa” sin pensarlo dos veces llamé. Contestaron después de unos momentos, una voz desconocida.
-¿si?- preguntó la voz de un chico.
-¿Se encuentra Zayn?- soné completamente patético.
-¿Quién lo busca?
-Liam. Un amigo.
-ahora viene.- me avisó mientras escuché como le gritaba a todo pulmón.
-Hey, ¡Hola!- dijo feliz.
-Hola, bro solo para decirte que justo ahora me di cuenta de que sin darme saberlo puse tu teléfono en la bolsa de mi chaqueta y no lo vi hasta ahora que sonó y conteste…
-Hey, cálmate, no pasa nada.- me dijo tranquilo, su tranquilidad me calmó.-No te estreses, ¿Quién llamó?
-Lo siento, un tal Anatoly, su asentó es extraño. Dijo que el cargamento había llegado sin percances y que recordarás sus recomendaciones y lo más importante de todo dijo “Mitad y mitad”
-Que bueno que me dices eso antes de empezar con la distribución, me salvaste de un lio man, pero dime ¿supo que era otra persona la que contesto?¨
-No, solo dije dos palabras y no supo que no eras tu.
-¡Eres un genio!.- celebró.- muchas gracias por contestar y por la información ahora si tendré que proceder. Pero me gustó mucho que me llamarás, pensé que lo último que ibas a querer era volver a hablar con alguien como yo.- su voz sonó apenada.
-Yo fui el que pensó que ya no me querías escucharme, digo no soy como tu…
-Eres mucho mejor que yo eso sin duda y aunque no me gustaría contaminarte con todo esto pero no quiero alejarme de mi único amigo.
-Tienes mas amigos, mentiroso.- dije riendo.- esos chicos que siempre te acompañan.
-ellos son mi familia. Tu eres mi amigo.- tenía que cambiar el tema si no iba a terminar diciéndole lo que sentía y cuanto lo deseaba.
-Bro, ¿Cuándo vienes por tu teléfono?- una excusa para verlo.
-Cuando tú quieras que valla, si quieres ahora mismo voy.
-No, ahora tengo visitas, mañana como a las 11 de la mañana estoy solo, nadie podría descubrirte aquí, solo no traigas tus lujosos autos.
-mañana estaré a esa hora puntual. Y gracias por contestar y llamarme para darme la información.
-para eso estamos los amigos.
-Es bueno saberlo man, bueno entonces mañana te veo a las 11 de la mañana en punto.
-Te esperaré ansioso.- no se porque demonios me permití decirle eso, se rió, pero no en forma de burla, mas bien una risita de nervios.
-Bye.- colgué cuando se despidió, sonreí y fue cuando me di cuenta que mi cabello estaba completamente blanco por la nieve, mis pies listos para ser amputados y mi nariz debería estar completamente roja pero no, el señor ahí parado en medio de la nieve contestando llamadas de la mafia completamente maravillado mientras el corazón latía demasiado fuerte por la sola idea de que al siguiente día iba a verlo una vez mas.
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Magnificencia (ziam)
RomanceLa vida está llena de decisiones, mismas que tarde o temprano terminamos recibiendo las consecuencias de haberlas tomado; la vida en sí, es un remolino de emociones melancólicas, tristes y llenas de felicidad; en mi caso, estas emociones se conjugab...