Marzo llegó en un abrir y cerrar de ojos, el tiempo en que pasaba cada día en busca del secreto que Anatoly debería tener en Monfort era muy considerable, Zayn había aceptado empezar a descubrir este secreto, la verdad era que a mi no podía decirme nunca que no de igual manera que yo no podía decírselo., esa tarde del 10 de Marzo habíamos decidido salir a buscar por los cerros que rodeaban a Monfort solo Zayn y yo, la primavera ya estaba a la vuelta de la esquina y el calor ya se empezaba a sentir, en esa época del año era un clima delicioso, ya que el frio no era tan extremo como en invierno, ni como el calor en verano, estaba en un perfecto punto medio mientras las flores renacían y los arboles volvían a pintarse de verde en lugar de estar grises y tristes como en invierno, Zayn había pasado por mi a las 5 de la tarde, llevó la motocicleta por lo que para mi fue un verdadero placer viajar con él abrazado, aunque el viaje fue realmente corto, ya que no íbamos a sair de Monfort, tampoco tomamos la vía hacia Santiago, mas bien la tomamos hacia el otro extremo del pueblo. Rodeamos uno de los cerros que estaba alrededor del pequeño pueblo, de aquel lado había solo monte, los mezquites estaban ecos pero otros ya estaban empezando a enverdecer, tenía meses que no íba hacia haya, antes lo hacía más seguido cuando Carl y yo íbamos a cortar leña para venderla, pero ahora por la universidad no tenía tiempo de nada, por eso agradecía ver a Zayn todas las mañanas porque ambos estábamos ocupados, el a su manera y yo a la mía, pero eso no importaba cuando pasábamos las 24 horas del día pensando uno en el otro.
Me bajé de la motocicleta y luego él.
-¿Subirás el cerro?.- Pregunté admirado cuando lo ví que veía detrás de mi.
-Se supone, ¿Por qué?.- Me vio con dudas mientras se acercaba más a mi,
-Pensé que como eres rico y eso nunca haz subido un cerro.
-Ay Liam, te sorprendería todas las cosas que he hecho, y sabes que el ser rico no es impedimento para hacer todo esto, además solo e un cerro, he escalado montañas sin arnés.
-Bueno, si así entonces vamos.- lo anime mientras empezábamos a subir por el inclinado camino hacia la cima, no era muy alto, pero tampoco estaba tan a raz del cielo, estaba tan concentrado en no encontrarme una víbora y buscar un camino que no estuviera tan roco que no me había dado cuenta que Zayn ya iba mas adelante que yo por una distancia considerable que me hizo apenar, y yo que pensé que él no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, no recordaba que Zayn podía hacerlo todo.
-¡Si quieres te cargo!.- Grito con una sonrisa mientras seguía subiendo como si fuera caminando por la pradera. Le hice una seña obscena con el dedo medio y dio una carcajada.-¡Que corriente eres Payne!.
-Así soy yo, es trampa, se suponía que íbamos a subir juntos, tu ya estas casi en la cima.
-No llores nenita.- se burló y se detuvo a espérame, se paró de frente hacia la hermosa puesta del son, yo no podía verla ya que le estaba dando la espalda a tan singular espectáculo porque estaba subiendo hasta llegar a Zayn, no era el crepúsculo aún, pero ya era un sol más bajo que hacia que todo se viera amarillo, unos momentos después a unos dos metros de llegar hasta Zayn levanté mi vista para verlo, mi corazón se aceleró cuando lo ví ahí parado, viendo al sol, su ojos avellana se habían transformado en dorados y la luz amarilla golpeaba su perfecto rostro, era tan hermoso que me daban ganas de llorar, ¿Cómo alguien podía ser tan perfecto? Me quedé inmóvil por un momento, pero luego reaccione, y seguí adelante, quería seguir viéndolo, pero no podía ya que toda mi atención debería estar centrada en no pisar una piedra movediza y caer al suelo, mi novio me tendió la mano y me estiró y quedé otra vez a su lado.
-Y creías que no sabía subir cerros..
-No me lo recuerdes, tu siempre encuentras la manera para superarme en todo sentido.- Sonreí y le dí un beso rápido en los labios, él sonrió y seguimos, no sabía como toda mi vida había estado en guardia, pero cuando él había llegado, esa barrera se rompió.
-¡Cuidado!.- Gritó y me giré a ver que era, de pronto ví frente mi una cosa larga y delgada que había caído al suelo, lo primero que se me vino a la cabeza fue que era una víbora, así que díi un grito de terror y fue cuando escuché una estrepitosa carcajada de Zayn al ver mi reacción. Entonces supe que había sido una broma de él, ví al suelo y era solo una cuerda vieja que estaba ahí.
-¡Eres un imbécil!.- Le dije calmándome.
-¡Ese grito!
-¿Qué tiene mi jodido grito?- pregunté respirando hondo.
-Que así te haré gritar cuando te haga el amor.- Sonrió y eso me hizo derretirme, se sonreí.
-Me las vas a pagar imbécil.
-Ya, supéralo, recuerda que venimos en una investigación ultra secreta.- Me dijo con un tono juguetón, por lo regular esas palabras la decían niños en busca de algo insignificante, pero fue cuando me dí cuenta de la realidad de las palabras de Zayn, él tenía razón, estábamos en una misión súper secreta, tal vez en la mas peligrosa que cualquier persona pudiera estar en el mundo.
Seguimos subiendo hasta que llegamos a la cima, el atardecer ya estaba a todo lo que daba, el sol estaba por ocultarse, faltaba una media hora más, del otro lado del cerro estaba el pueblo, se veía muy lindo desde ahí, tan pequeño se podía apreciar todo a la perfección, el pueblo en medio de este cerro en forma de “U” que loa abrazaba a la perfección, traté de girarme hacia la izquierda para tratar de buscar la montaña que ocultaba la casa de Zayn, y sí ahí estaba, se veía como si fuera hecha de arena azul debido a la lejanía de esta, pero aún así, se distinguía.
-Hermosa vista.- aceptó maravillado.
-Es raro que digas que esto es hermoso cuando tu haz visto los atardeceres en Venecia.
-Si, pero ninguno se iguala con este lugar.
-Claro que si, cualquier lugar es mejor que este.
-Bueno, para ti, pero para mi no.
-¿Por qué para ti es hermoso?
-Porque tu estas aquí.- Sonrió viendo al pueblo, luego yo me acerqué a él lo abracé por la cintura, era tan delgado que me encantaba esa parte de él, ya ni hablar de cómo me ponía.
-En ese caso también es mi favorito.
-¿Esto es normal Liam?- Me preguntó mientras nos girábamos hacía el otro lado para ver el atardecer, y sus ojos se hicieron una vez mas transparentes por la luz, me mordí un labio.
-¿Qué cosa?
-Tanta felicidad, tanto amor que siento por ti, ¿Un ser humano es capaz de sentir tanto como yo estoy sintiendo por ti en este momento?
-Eso no te lo puedo responder yo, ya que no lo estoy sintiendo yo.
-Pero tu si haz sentido felicidad, aunque no este tu mamá, eres feliz con tu papá y Louis, ¿este ardor que siento en el pecho y esta sensación en el estómago que me hace querer gritar cada que te veo es algo normal? Recuerda que yo nunca antes había sido feliz, todo esto es nuevo para mi, tu piel, tus ojos, todo tu me haces sentir que estoy hecho de fuego. Si esto es felicidad, entonces no quiero dejarla de sentir nunca.
-Nunca la dejarás de sentir.- y ahí estaba yo otra vez arruinando el hermoso poema que Zayn había dicho con mis palabras absurdas.
-Bueno Liam, empecemos nuestro trabajo..- sonrió y empezamos a buscar algún rastro por el cerro, teníamos que encontrar alguna cueva, algún lugar para ver si había alguna entrada para el interior, encontré unas cuantas, pero eran muy pequeñas, era de conejo o alguna liebre, no entendía como las víboras no se los comían y vivían en perfectamente en armonía, Zayn se estaba alejando por su lado, no quería perderlo de vista, por lo que me fui acercando más a él para tenerlo vigilado, él veía con especial detenimiento las rocas, era como si buscara algo en ellas, también traté de buscar algo por encima, no se, algún objeto que me diera mas pistas para saber si estábamos buscando el lugar indicado y no perdiendo el tiempo, ví como él sol ya estaba metiéndose, pero áun quedaba mucha iluminación, además estaba con Zayn ¿A que le iba a temer?
Si se trataba de cosas radioactivas, era muy probable que la erosión de la tierra estuviera significativamente dañada por la radioactividad de la zona, algo parecido a la tierra que expuesta por mucho tiempo a las aguas negras, algo así, pero no encontraba nada, ni un sola prueba de tierra con radioactividad, los ultimas semanas me la había pasado en internet leyendo mucho sobre bombas nucleares y aunque sabía las terribles consecuencias de hacer estallar una de esa magnitud en este lugar iba a acabar por completo con la vida, no iba a sobrevivir nada, personas, animales, e incluso las plantas, la flora y la fauna nunca se iba a volver a reconstruir, y si alguien sobrevivía que era imposible, esa persona iba a quedar deforme, asquerosamente horrible, como un zombi, así que teníamos que descubrir eso para evitar algo así, no quería que este pueblo que era mi hogar le pasará algo así, no estaba dispuesto a hacerles correr ese riesgo solo por haberme enamorado del jefe de la mafia, pero tampoco estaba dispuesto a dejarlo, así que tenía que salvarlos a los dos, si no teníamos suerte nosotros, esperaba que Louis si pudiera encontrar algo, creo que si los sicarios y los soldados se juntaran para encontrar esto, sería mucho mas sencillo, pero Louis no estaba dispuesto a ayudar a Zayn , y mi Zayn no estaba dispuesto a que Louis se pusiera en peligro cuando él podía evitarlo, por lo que si mi amigo quería buscar lo mismo que nosotros, lo tenía que hacer por su cuenta para que Zayn no se sintiera mal si algo pasaba.
Yo no veía nada, por lo que en determinadas ocasiones le echaba una mirada a Zayn para ver si encontraba algo, pero a falta de pistas, mejor sacó un cigarrillo y empezó a fumar, pero aún así seguía sacando los nopales del suelo en busca de algo, No entendía como Zayn podía hacer todo eso, sus manos eran en extremo blandas, y aunque era en extremo masculino, no se veía de esos chicos que anduvieran haciendo este tipo de trabajos, y los hacía e incluso mucho mejor que yo, que yo si hacia ese tipo de trabajos, pero bueno, ya no me extrañaba nada de Zayn, solo le faltaba volar, y eso no me causaría ninguna impresión, él podía hacerlo todo.
-Liam, ¿quieres irte ya?.- Me preguntó haciendo su camino hacía mi,.
-No, ¿Por qué?
-Ya se metió el sol.
-Pero aún no es de noche, además aquí esta perfecto, siente el aire.- Abrí mis manos y respiré todo el aire que mis pulmones resistieran, mientras admiraba el paisaje frente a nosotros del pueblo con algunas lámparas en las calles ya encendida.- Podría quedarme aquí contigo eternamente.
-Bueno, como decidas, es que la verdad aún no me gusta la idea de traerte en medio de todo esto, esto te pone en peligro.
-Recuerda que lo estamos haciendo por esa misma razón de mantenernos a salvo, Anatoly aquí tiene su mayor tesoro, tenemos que encontrarlo para que lo tengas en sus manos si llega a descubrir que me dijiste todo.
-Tienes razón, pero aún así esto debería estar haciéndolo yo.
-¿Por qué siempre tienes que ser el súper héroe?
-Es cuestión de ego.- aceptó con una sonrisa, se volvió a acercar a mi y me besó, la manera en que mordía mis labios siempre me había vuelto loco, sin duda el mejor besador, lamió con su lengua mi labio inferior lentamente y se alejo.
-¿Cómo esperas que nos mantengamos sin sexo cuando me besas de esa manera?
-Si quieres ya no te beso
-Como gustes.- le sonreí.
-Ok, entonces seguiré haciéndolo.
-Zayn pero también tienes que saber que soy hombre tengo necesidad, asi que ¿Cuándo tenemos sexo?
-Bueno, si tienes necesidad para eso existe la masturbación.
-No es lo mismo cuando uno lo hace solo.
-Yo puedo ayudarte.- me dijo hablando encima de mi boca, bajo sumando tocando los músculos de mi pecho y abdomen así hasta llegar a mi entrepierna, mientras me besaba, empezó a dar fricción por encima del pantalón, con mucha lentitud, Yo no quería que me masturbara, yo quería hacer el amor con él, pero a falta de pan, había tortillas y no me iba a negar, y bueno no podía hacerlo, no podía negarme.
Estaba apunto de desabotonar mi pantalón, dí un paso hacia atrás y no se ni que ni como pero caímos por un agujero que estaba en el suelo al parecer perfectamente camuflajeados con hierbas y por demás.
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Magnificencia (ziam)
RomansaLa vida está llena de decisiones, mismas que tarde o temprano terminamos recibiendo las consecuencias de haberlas tomado; la vida en sí, es un remolino de emociones melancólicas, tristes y llenas de felicidad; en mi caso, estas emociones se conjugab...