Capítulo 7. LA VERDAD Y NADA MAS QUE LA VERDAD.

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-Por fin despertaste.- me dijo con una sonrisa que me derritió aún más, luche por articular al menos una palabra.
-Pensé que te habías ido.- le dije acercándome a él.
-Pero ayer te prometí que no me iría, ¿Por qué desconfiaste?- su cara de no entender las cosas era simplemente perfecta. Su seño fruncido lo hacia ver totalmente apuesto, no podía creer que tenía a ese Dios griego hijo de Afrodita y Zeus en mi cocina, al parecer eso me había traído Santa Claus. ¡Era el mejor regalo del mundo!
-Es que no te vi en mi cama, no sabes cuantas cosas pasaron por mi mente, pensé que había sido solo un sueño todo lo que había pasado anoche.
-Solo te abracé.- me recordó sonriendo mientras meneaba con una cuchara la cacerola.- y bueno te mansee un poco.
-¿Un poco? Creo que me dejaste moretones.- mencione revisando mi pecho para ver si no había nada, y no, estaba limpio. 
-Bueno, tener a alguien con tu cuerpo en la cama es digno de aprovecharse, además recuerda que ese fue mi regalo de navidad, el mejor regalo del mundo.- le sonreí.- además mis armas están ahí en tu mesa y mi ropa esta ahí, debiste haberla visto.
-El miedo que te hubieras ido me cegó.- confesé.
-¿Tan importante soy para ti Liam?- preguntó confundido e impresionado.
-No tienes una idea de cuan importante eres para mi Zayn.- mi voz era completamente seria, si el quisiera jugar conmigo podía hacerlo sin ningún problema pero estaba seguro que él no era de esos por lo que no me daba miedo aceptarlo.- ¿Yo soy importante para ti?
-¿Cómo no puede ser importante para mi el chico mas sexi del universo entero pero muy por encima de lo físico eres él único chico que me ha aceptado aún muy a pesar del monstruo que soy? Por supuesto que eres importante Liam. Tu viste través de las capas y viste mi alma, no te dejaré escapar tan fácil Payne.- sus palabras retumbaron en mi cabeza, el solo hecho de saber que todo eso me lo había dicho ese hermoso chico hizo que me la sensación que había estado sintiendo las últimas semanas se intensificara respecto a él, todo lo que decía era demasiado cursi, me recordaba a los caballeros de las novelas de época, pero él no buscaba ser cursi, simplemente solo expresaba lo que sentía con las palabras correctas y no por tratar de parecer romántico, así era él completamente perfecto. 
-Si te atreves a ir en contra de lo que acabes de decir no me importa meterme con la misma mafia pero te corto el pene Zayn.- así fue como arruine la perfecta atmosfera que las palabras de Zayn habían creado. Dio una carcajada.
-Ok, con una amenaza de esa índole no puedo ir en contra de mis propias palabras, no puedo desistir a que te metas con mi orgullo, con mi gran orgullo.- pude percibir el doble sentido aún en sus palabras refinadas, incluso el doble sentido en su voz se escuchaba educado. 
-Eres un maldito presumido.- me quejé.
-Yo no acostumbro mentir, Puedo mostrarte para que veas que estoy diciendo la verdad.- dejó el sartén en la lumbre y caminó hasta mi desabotonándose, mi corazón le pedía que siguiera pero mi pudor pudo mas.
-¡Te creo! ¡Te creo!.- expuse nervioso ante la mirada convencida de Zayn para denudarse ante mi. Rió y regresó a la estufa.
-No entiendo porque te pones tan nervioso, se supone que eres hetero, para ti verme desnudo debería der como para mi ver una vagina, no te causa debería causar nada.
-Asco, eso es lo que me causa.- luché por que mis palabras lograran ser lo mas convincentes posible ante tan acalorada situación. 
-Si, lo que tu digas, un día te recordaré esas palabras, pero bueno, el desayuno esta listo. ¿te sirvo?
-¿Qué preparaste?
-Algo sencillo, dos omelet. 
-Nunca he probado eso, pero como dijiste ayer, estoy abierto a nuevas experiencias. 
-¡Esa es la actitud Payne!.- celebró y me sirvió uno, y otro para él.- creo que me podría acostumbrar a esta vida. Que todas las mañanas sean tranquilas, despertar con un sexi chico como tu, levantarme a hacer el desayuno es una linda casa creo que si me podría acostumbras. Lástima.- hizo una mueca de dolor.
-Puedes hacerlo si tu quieres, nada te lo impide.- le recordé mientras empezábamos a desayunar, fue por agua caliente que tenía en el microondas y trajo el café y empezó a preparar dos tazas. Me sentía extraño que alguien mas me hiciera el desayuno, más porque era Zayn, se suponía que yo era quien debería estar sirviéndolo a él.
-Sabes perfectamente la situación en la que estoy, una vez dentro de la mafia, ya no hay salida, al menos que sea muerto. Pero bueno como siempre he dicho, tengo que verle el lado bueno a estas situaciones tan difíciles que albergan en mi existencia, me gusta vivir con los chicos, me gusta estar en esa casa es demasiado entretenido.- mientras hablaba una sonrisa se formaba en su rostro, era obvio que los quería demasiado y amaba todo lo que vivía con ellos, al final de día, todos eran hombres y les gustaba ese tipo de acción esa era la razón por la cual la mayoría de los chicos de Monfort se la pasaban diciendo que eran narcos, porque eso era sinónimo dinero, respeto y autos geniales y Zayn tenía todo eso, después de todo Zayn era uno de ellos, a diferencia que él no andaba presumiendo nada ya que no necesitaba hacerlo. 
-Son muy guapos ellos también, se ve que los quieres muchos.
-Son mis hermanos Liam, y prepárate porque próximamente te llevaré a que los conozcas formalmente, como te dije que me gustaría mantenerte lo mas alejado de mi mundo pero creo que por respeto mío hacía ti tu también debes conocerlo como tu me presentaste a tu familia.
-Oh no.- dije nervioso, se dio cuenta de eso.
-¿Qué sucede?
-Bueno Zayn, ellos son muy distintos a mi, yo aún leo William Shakespeare ¿Qué chico de mi edad sigue haciendo eso?
-Nadie, pero eso te hace especial.- intentó tranquilizarme.
-Pero aún así, somos polos opuestos, ellos juegan con armas, yo juego con ajedrez,
-Bro, me temo que eso no tiene por que inquietar tu persona en lo absoluto. Ellos también están impacientes por conocerte.
-¿Y si no les caigo bien? Eso es lo único que me preocupa.
-Wow, Liam estarás en una casa a las afueras de Monfort rodeado de sicarios asesinos con instintos bestiales que de ángeles solo tienen la cara ¿Pero lo que te preocupa a ti es caerles bien?.-la impresión en su rostro era mas que obvia.
-Si, eso es lo único que me preocupa. 
-Les caerás bien.- me animo sonriendo.
-¿Y si no?
-Lo harán, estarás conmigo, les caerás bien ellos también quieren saber quien es la razón por la cual siempre estoy en mi celular con una sonrisa.- No podía creer que yo le podía causar sonrisas a semejante hombre con semejante belleza.
-¿Cuándo me llevarás entonces?
-Permíteme solo arreglar un problema con el lavado de dinero que ahora estamos teniendo.
-¿Es grave?
-No, para nada, nada que no se resuelva con unos balazos de advertencia, lo que pasa es que el dinero que se esta haciendo esta saliendo con alguno de los símbolos de seguridad modificados, solo es cuestión de pedir “amablemente” una nueva maquina, no queremos hacer dinero falso.
-¿Cómo? ¿No se supone que todo el dinero que es lavado es falso?
-El nuestro no, nosotros tenemos maquinas originales, sellos originales y todo original.
-Entonces quiere decir que el dinero que hacen el legal, bueno, lo hacen ilegalmente pero no es falso, es completamente canjeable. 
-Exacto. Ya era tiempo de hacer quitarle un poco al gobierno de los mucho que nos quita para usarlo en cosas ilegales, dímelo a mi que tienen que pasar por mi autorización para poder hacer cualquier cosa aquí en Santiago y sus alrededores. 
-Si bueno, todos sabemos que el gobierno nos roba más que ustedes, pero con esas máquinas de hacer dinero real han de hacer verdaderas millonadas. ¿Qué hacen con todo ese dinero?- pregunté impresionado.
-Cada hermandad tiene su propia maquinaria para hacer dinero, por lo regular ellos lo usan para comprar droga y poder distribuirla, no solo eso, también armas, trafican con personas, y todas las monstruosidades que tu mente puedan alcanzar idealizar. Pero nosotros no la usamos para eso. ¿Recuerdas cuando te dije que nosotros teníamos nuestro propio método para realizar las cosas?- asentí.- Bueno pues ese dinero que sacamos nosotros lo usamos para darle a la gente necesitada, se supone que gobierno debe de sustentar con los impuestos que ustedes dan a las personas que mas los necesitan, pero para cuando dejen de hacerse los ciegos y sordos, esa gente ya murió de hambre y de enfermedades es por eso que nosotros los ayudamos.- Me quedé helado ante lo que me había dicho.
-¿Entonces ustedes no venden droga?- Pregunté confundido.
-No.
-Entonces ¿porque los cargamentos te llegan a ti?
-Porque yo soy quien los distribuye por mandato de Anatoly, solo en mi confía, pero yo no me quedo con nada, si pudiera hacer que alguien mas los distribuyera lo haría, pero no, porque yo soy el jefe, y si renuncio al cargo ya no podría darle a los pobres. 
-Entoncessi ustedes no venden la droga aquí, ¿Por qué hay muchos drogadictos aquí?
-Porque Santiago es una ciudad demasiado grande, hay comerciantes independiente que la venden, y los de aquí van hasta haya a comprarla. Pero esa droga y toda la que llega aquí es por los cargamentos que yo recibo y cuando los comerciantes vienen por ella, me tiene que pagar, recibo millonadas no sabes cuanto dinero junto, eso es el dinero que le envió a Anatoly, luego él haya me deposita en mi cuenta personal mi parte, que yo no quisiera, pero tengo que aceptarla para así poder darle mas dinero a los necesitados ya que bueno, ellos van por la vida intoxicando gente pobre, nosotros de lo único que nos encargamos es de regresarles su dinero ya que no podemos ir en contra de lo que ordena Anatoly. ¿Por qué crees que el día en que te conocí los revisamos a ti ya tu papá? Porque queríamos ver que en ese tráiler que venía para Monfort no trajeran droga, Anatoly quiere mantener intacto este pueblo por alguna extraña razón. 
-Ahora entiendo porque no se molesta que con el dinero que hacen en las máquinas lo donan. Es porque a él le mandas su parte por los cargamentos que llegan al país. Ese el único que dinero que cuenta para él.
-Exacto, pero nosotros nos la pasamos dando balazos y tratando de meterle miedo a la gente ya que si no lo hacemos, nos perderían el respeto y empezarían a meter droga aquí como y cuando quisieran.
-Pero ¿Cómo explicas las balaceras que se hacen en el mercado? Ahí casi siempre hay. Y alguien les responde, no son ustedes solos.
-Solo estamos impidiendo que otros mafiosos entren a Monfort para hacer de las suyas en su territorio.
-La gente de aquí se la pasa despotricando contra ustedes, pero no tienen ni la menor idea de que lo único que hacen es cuidarnos. Y ahora mas que nunca se que no me he equivocado al defenderte con mi papá y Louis. Pero entonces no entiendo el porque te drogas ¿Cuáles son esas monstruosidades que tienes que hacer?
-No soy tan buena persona como tu mente lo trata de ver, Liam, he matado, y para tener el valor suficiente de hacerlo tengo que estar drogado, pero es mas que obvio que ya es una adicción, he matado a otros sicarios, aunque siempre espero hasta el último momento para hacerlo, siempre lo hago en defensa propia cuando ya no tengo otra salida.
-Pero eso lo haríamos todos en esa situación.
-Si, pero aún así son y asesino, y el jefe de la mafia, tengo que estar drogado para saber sobre llevar esto de buena manera, ya que no me puedo salir.
-Haces lo que puedes. – le recordé.
-Me gustaría hacer más. Aunque luego te acepto que es divertido que todos te respeten, envidien tus autos, y por lo regular también les metemos sustos a los junior millonarios que se la pasan de presumidos, deberías ver sus caras, ¡Son épicas! Pero nunca vuelven a meterse con los pobres y me tienen un profundo miedo todos los ricos de aquí porque ya les he advertido unas cuantas cosas. Las golpizas que les dimos para que no se porten tan imbéciles si surten efecto.- empezó a reírse.
-¡Oh si!.mas cuando se los llevan lejos para golpearlos y los dejan lejos.- recordé cuando empezaba a contarme eso que en las noticas seguido salía eso, y siempre eran niños ricos, algo sospechaba yo de eso, -pero también luego los regresaban en bolsas negras completamente desfigurados.
-Esos no éramos nosotros, los que hacen eso son la misma gente vengativa y con sangre fría que aprovechan las situaciones para culparnos a nosotros.- me informó.
-Como quiera que sea, eres chingón.- dije emocionado.
-Eso que no te quede ninguna duda, soy lo que todos en este pueblo y quieren ser, jefe de la mafia. 
-Ahora te he perdido todo el respeto.- confesé.
-No me lo pierdas porque a pesar de todo, soy el diablo. 
-Pero conmigo no.
-¿Qué te hace pensar eso sexy Payne?
-Me acabas de contar toda la verdad.
-Buen punto, cuando eso pasa por lo regular me llevo a esa persona a matar, pero si esta guapo lo recluto por la fuerza, y aunque tu serías perfecto para el cargo por tu inteligencia y belleza, quiero mantenerte a salvo.
-Ahora entiendo que el requisito de belleza para entrar a tu hermandad no es un requisito para abrir puertas como me habías dicho, es por mero capricho tuyo.
-Soy el jefe de la mafia en este país, Puedo darme ese pequeño lujo. 
-Eso si, entonces ¿de que se encargan los chicos de tu hermandad?
-de distribuir los cargamentos, luego me traen a mi el dinero, yo la recibo cuando llega al país, pero ellos se encargan de distribuir donde ya hay encargos. Y aunque no lo creas su belleza si es intimidante, tu ya los viste, y es una belleza extraña, que hace llorar si los ves mucho tiempo. Eso doblega un poco a la gente que les llevan sus encargos, por eso nunca tienen problemas de pagos, porque llevan su propio arsenal de guardias, eso combinado con sus bellezas hacen una bomba explosiva y nos ha funcionado de maravilla. 
-A ellos no les he toma mucha atención, pero al menos tu belleza si es demasiado intimidante.- acepté. 
-Por eso soy el jefe.
Ahora si sabía en que consistían las operaciones de Zayn, y no eran para nada monstruosas como él decía y se empeñaba en argumentar, Era una especie de Robin Hood que le robaba a los ricos para darle a los pobres y no les robaba literalmente, él les regresaba el dinero que les quitaban con venderles droga, aunque decía que si había asesinado era por defensa propia y por proteger el secreto de que les daba a los pobres y necesitados, creo que eso era una especie de justificación, de cualquier forma aunque fuera un asesino, incluso traficante de personas ya nadie me iba a apartar de él.
Terminamos de comer, por la intensa platica de confesiones no me había dado cuenta de que Zayn tenía un excelente sazón, incluso mas que el de Gina, pero no creo que el cocinara en su casa, deberían de tener sirvientes ya que eran solo hombres, alguien tenía que encargarse de la casa y no creo que todos esos guapos sicarios se pusieran en el papel de amas de casa, mucho menos Zayn, el jefe de la mafia, me pidió que subiera a cambiarme y le bajara sus cosas mientras lavaba los platos, no me había dejado hacer nada en la mañana, mas bien parecía él el anfitrión y yo el invitado, me puse la misma ropa de ayer, no tenía mucho de donde escoger, pero encima del suéter que me regaló Gina me puse una chamarra de mezclilla ya que era demasiado frio afuera e íbamos a salir a pasear, me lavé los dientes una vez mas para evitar tener mal aliento, y Zayn también subió a lavarse los dientes una segunda vez con un cepillo que había encontrado en un empaque en mi baño, al parecer desde que se levantó mas temprano que yo ya lo había usado, lo puso en el baso junto al mío, prometió que no iba a ser la última vez que dormiría aquí por lo que ahí lo iba a dejar, vistió su torso desnudo con la misma ropa de ayer, si la gente chismosa lo vio llegar ayer y lo veían salir con la misma ropa de ayer iban a pensar mal. Iban a decir que dormimos juntos, bueno si lo hicimos, pero no paso nada entre mostros, solo me abrazo, y aunque a mi me hubiera fascinado que pasara algo mas, siempre me respetó. Bueno aunque pensándolo bien, no tenían por que pensar mal, éramos dos chicos, no podían sospechar nada por eso, yo era “hetero” y todos lo sabían.

Magnificencia (ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora