Capítulo 19 - La Competencia

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Estoy viva!!!! Sii estoy viva. Perdón por la tardanza, pero ya estoy aquí pero para ratoo largo. Las cosas de aquí en adelante se irán concluyendo hasta obtener un final. Muchas dudas y preguntas hay pero en los siguientes caps serán aclaradas. Este capítulo está dedicado a todas esas fieles lectoras que han estado desde el principio y también que se han unido en el camino. Besos!! Ahora los dejo leer.

Capítulo 19: La competencia.

Lizet's Pov.

Hago como si no he escuchado la palabra "te quiero" de los labios de Ronny. No me interesa que ese tipo de muestra de sentimientos sean dirigidas hacia mí, por lo que se lo adjudico al hecho de que tengo su pene en mis manos y lo estoy masturbando llevándolo un nivel de excitación que hicieron que soltara esas palabras. No puedo negar que si son verdad o mentira me agradó escucharla.

Detengo mi mano en su pene y me pongo sobre mis pies otra vez. Me quito mi camiseta y mi sujetador deportivo también lo saco por mi cabeza. El solo me observa con ojos recelosos y va a decir algo, pero pongo mi mano sana en su boca y le digo que no con la cabeza.

-Shhh- añado el sonido de mis labios. – Quieto.

Me quito también mis leggins despacio arrastrando también mis pantis en el proceso. Me arrimo a la cama y me coloco encima de él rodeando sus caderas con mis rodillas y empiezo a frotar mi vagina encima de su pene una y otra vez. Ambos gemimos y él pone una de sus manos en mi cadera y yo le doy un manotazo.

-Quiero que dejes esas manos quietas. Y no hagas ningún sonido, o en el momento que oiga una palabra tuya me detengo.

-¿Se vale gemir y gruñir?- pregunta coqueto.

-De este punto en adelante solo se vale gemir y gruñir de ambas partes.

Lo empujo con mis brazos hasta que el queda acostado y yo como una reina vencedora encima de él. Con mis manos agarro sus muñecas y las llevo por encima de su cabeza y las dejo ahí. Le doy una mirada diciendo que si las mueve de ahí paro este juego. En cambio, con mis manos empiezo a subirlas y bajarlas una y otra vez por su pecho hasta que me detengo en sus pezones. Me doy cuenta que él tiene unos pezones sensibles y los vellos alrededor de su pezones están erizados. Sonrió malvadamente por lo que voy a hacer. Bajo mi boca a uno de esos pezones y lo aprieto suavemente entre mis dientes. Él suelta un gruñido que si pudiera hablar diría una maldición. Siento como su grueso miembro hizo una contracción de bajo de mí. Tengo consideración de su frustración y con una mano empiezo a tocarme a mí misma mientras riego besos alrededor de todo su pecho. El siente los movimientos de mi mano tocándome y la vez rozándolo y mueve sus caderas en forma de protesta. Me siento poderosa, pero a la vez muy frustrada por no tenerlo dentro así que decido llevar esta tortura a otro nivel.

Con mi mano guio su pene a restregarse por mi clítoris lo que hace que suerte un gemido debido a lo sensible que estoy en esa zona y luego lo guio a mi entrada. Llevo mi boca a la unión de su hombro y cuello y agarro con mis dientes suavemente un pedazo de su carne. Siento que con él la necesidad de marcarlo, morderlo, poseerlo, son más grandes que con cualquier otro chico con el que estuve. Mientras lo voy introduciendo en mi voy apretando mi mordida en su carne. Hago una bajada de mi cadera hundiéndolo por completo y ahí lo muerdo con fuerza y el suelta un gruñido tan y tan profundo que me hace mirarlo y veo que él tiene los ojos cerrados y las venas de su cuello están muy brotadas. Sé que se está controlando, dirijo mi mirada a sus manos y veo que las tiene unidas en puños y temblando por el deseo de tomar el control. Paso mi lengua por la marca de la mordida que le acabo de dar como signo de disculpa. Me contraigo sobre mis misma y bajo mis manos por debajo de su espalda hasta sus redondas nalgas y las aprieto un poco con dificultad. Luego las pongo en la cama por encima de sus hombors y empiezo a moverme de manera muy suave subiendo y bajando por su polla piel con piel. Negligentemente olvidé el condón, pero tengo la inyección así que riesgo de bebes no hay. Siento como su estómago se contrae debido a la tortura y en un descuido mío agarra con su boca uno de mis pechos que había quedado a su altura.

Pensando solo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora