Destruyendo a Adonis (R#7)

15. Celular tramposo

Brayton

Ante mis explicaciones Aurora se encuentra reacia, no quiere créeme lo que le digo, pero no puedo dejar que se vaya ¿Quién sabe si alguien escuchó aquella información sobre mi hijo? O peor, se lo haya contado a alguien sin saber del peligro que acecha.

Será mejor investigar a sus amigas lo antes posible.

—Llama a tu padre —insisto y le alcanzo su celular—. Hazlo, dile que estás bien.

—Esto es secuestro —opina.

Sonrío.

—Mañana no lo será.

Se sobresalta y se sonroja.

—¡No digas bobadas!

—Solo busco una solución —vuelvo a explicar—. La más factible.

—Estás loco —susurra en tono bajo.

—Sé que ahora no lo entiendes. —Muevo el teléfono en mis manos—. Pero necesito que llames a tu padre y le digas que estás con una de tus amigas.

Necesito esta mentira, para que no se generen sospechas de nada, al menos hasta resolverlo.

—No quiero —insiste.

—Aurora, escúchame. —Pongo el teléfono en su mano—. Esto es de vida o muerte.

Frunce el ceño.

—¿Me estás amenazando?

—¡Claro que no! —Me enojo también—. Pero... viéndolo de esa manera, no me estás dejando opción. Accede o te amenazaré. —Eso no sonó muy convincente, no soy bueno tratando con mujeres, menos con las que se me contrarían.

Y esas son pocas.

Cuando me pasan estas cosas prefiero que se encarguen mis empleados, pero este es un tema totalmente diferente.

—Tú estás loco, yo me largo. —Se gira para irse y sonrío.

—No te abriré la puerta, ¿sabías?

Me mira frustrada.

—¡Tramposo!

—Normal, soy un mafioso, es lo que mejor hacemos, estafar. —Camino hasta a ella y le saco su teléfono otra vez—. Tengo una idea.

—¡Basta, devuélveme mi celular! —Intenta quitármelo mientras yo escribo un mensaje con este. Presiono "enviar"—. ¡No! —chilla—. ¡Tramposo! —vuelve a repetir y me río.

—Y yo gané. —Le guiño y otra vez se sonroja.

El mensaje suena enseguida, dando el consentimiento de su padre. Genial, victoria asegurada. Punto para mí.