Destruyendo a Adonis (R#7)

50. Mi amiga, ¿la escolta?

Aurora

Freya gira el volante y esconde el coche en un callejón. Observa hacia atrás y sonríe con confianza.

—Los perdimos.

—Si yo fuera Amber gritaría un ¡Wow! —La miro expectante—. Pero como no lo soy, exijo que me digas ¿Qué fue todo eso?

—Diría escape improvisado, pero no me creerías. —Hace una mueca—. Esto está complicado.

—No, así que vas a tener que hablar. —Me cruzo de brazos.

—Fui contratada para ser tu escolta, eso es lo único que tienes que saber —me explica.

—¡¿Qué?! —Me sobresalto—. ¿Estás de broma? —Me señalo—. ¿Para qué necesito un escolta y a quién rayos se le ocurre esa idea descabellada? —La apunto con el dedo—. ¿Quién te contrato? —Levanto los brazos gritando—. ¡¿Desde cuándo eres mi guardaespaldas que no me enteré?!

—Desde... siempre.

—¿Desde que nos conocimos? —exclamo desconcertada—. ¿Estás de broma? —Me río y hago una pausa cuando ella no lo hace—. ¡¿En serio?! Pero eso es... ¡¿Ya van cinco años y nunca me di cuenta?!

Estoy confundida ¿Dónde está la cámara oculta?

—Explícame ¿Quién te contrato? ¿Por qué? Tengo tantas preguntas. —Hago una pausa, ya que no me responde ninguna y levanto un dedo—. Solo contéstame esto, ya que lo demás es evidente que no me lo dirás. —Suspiro y la miro directo a sus ojos avellana—. ¿Eres mi amiga de verdad o es parte de tu trabajo fingir tu amistad?

Sonríe de manera amigable.

—Te puedo asegurar que soy más tu amiga, que tu escolta, de eso no hay duda.