Destruyendo a Adonis (R#7)

18. Esto está buenísimo

Aurora

Mi padre y Brayton hablan de un montón de productos, mientras están sentados en las sillas del enorme comedor de mi casa. De comprar, vender, hacer intercambios e incluso sobre el marketing hablan. La verdad que siempre me he interesado en esos temas, pero últimamente he estado tan distraída que no me siento yo misma.

Antes de ponerme a suspirar como boba mirando a Adonis, me concentro en mi postre de chocolate, que bueno que está.

¿El postre o Adonis?

Ambos. Le contesto a mi subconsciente y sigo comiendo.

—¿Y su esposa, Señor Dorian? —pregunta el rubio.

—Tristemente nos separamos.

—Mejor, era una controladora —opino y Brayton me mira, entonces me deleito con ese hermoso verde. Río nerviosa—. No hablo de mi madre, si es lo que piensas.

Brayton sonríe y vuelve a observar a mi padre.

—¿O sea que ha tenido dos matrimonios?

—Cuatro —lo corrige—. Las mujeres dicen que soy demasiado aburrido y me dejan. —Ríe.

—¿Quiere que le dé consejos? —Mueve las cejas.

Mi padre vuelve a reír.

—No, ya estoy demasiado viejo, mejor se lo dejo a mis hijos.

—¿Tienes hermanos? —Me mira a mí otra vez, incluyéndome en la conversación.

—Mitad, el engreído mayor y la obtusa del medio. —Meto la cuchara en mi boca para dejar hablar mal de mis hermanos.

El rubio ríe.

—¿No se llevan bien? —Observa a mi padre.

—Imagina, no se pueden ni mirar —se burla papá—. Explotan con solo verse.

—No es mi culpa que no me quieran ver ni en figuritas —opino.

—Están celosos porque me quedé contigo.

—Se comportan como niños y ya son adultos. —Me río—. Deberían aprender de mí.

—No, de ti no, por favor —se burla Brayton.

Mi padre se queda mirándolo.

—¿Y de qué me perdí yo aquí?

—¡De nada! —digo nerviosa y creo que me sonrojé.

El rubio continúa calmado.

—Fue un comentario sin sentido, no se preocupe. —Está tan apacible que hasta come su postre despacio y luego sonríe—. Esto está buenísimo, le robaré a su cocinero.