Persecución ➟MB |2T Arma Perfecta| TERMINADA |

Secuestro

5.

Mario Bautista

-Aquí a la derecha - indicó Juca y asentí.

Mis dedos se aferraban más al volante por cada vuelta que daba. Miré a Alicia y ella leía atentamente unos papeles.

-Y por último una vuelta en U y es ahí - señaló una gran estructura con una gran reja a su alrededor.

Trague duro e hice lo que el indicó. Le subí un poco más a la música para tranquilizarme un poco y la música fue interrumpida por una llamada entrante.

›Olivia‹ indicaba la pequeña pantalla de la camioneta/estéreo .

Deslice mi dedo sobre está y esperé a que ella iniciará la conversación.

-¿Hola, hay alguien ahí? - Preguntó y Alicia despegó la vista de sus papeles.

-Aquí Mario - reporte - ¿Qué pasa Olivia?

-¿¡Tú estás loco Mario Alberto Bautista Gil!? - gritó y frene de golpe frente la gran reja.

-¿De qué hablas? - hablé nervioso y ella suspiro.

-¡No puedes verla, acabas de tomar terapia y otra vez tienes ésos ataques! Sí la ves te volverás completamente loco y no bromeó - Alicia bufo molesta mientras negaba y miraba por la ventana.

-Pero... Estoy a cargo de la seguridad de mi novia.

-Juca va contigo, el puede encargarse de ella - hizo una pausa y mordí mi labio nervioso - Tú mantente afuera y a raya.

Colgó la llamada y un policía se acercaba a mi camioneta. Bajé el vidrio y mostré mi placa.

-¿Motivo? - Preguntó inspeccionando el vehículo.

-Pruebas psicológicas de la prisionera _______ Hernández.

Asintió y abrió la gigantesca reja.

Busque donde aparcar y al parar sólo me quedé con la mirada centrada al frente.

-¿No piensas bajar? - preguntó Alicia y negué.

-No ¿no haz escuchado a Olivia? - la miré, pero, ella evitó mi mirada.

-¿En verdad Mario, no bajaras para cuidar de mí?

-Juca lo hará - intenté tomar su mano y ella la apartó - escucha es por el bien de ambos.

-Yo.. Los esperó a fuera - Juca salió corriendo y Alicia tomó una gran becada de aire.

-¡No es por el bien de ambos, es por tí, todo ésto es por tí! - gritó exasperada.

-¡Por Dios Alicia, por una maldita vez estoy haciendo las cosas bien y tú sales con ésto! - grité de igual forma - ¿Qué acaso no era éso lo que querías, que me olvidará de ella? ¡Bien, pues no voy a asistir a tú puta terapia sólo por tus malditos caprichos! - el silencio nos invadió, pero, lo volví a acortar - ¿Y sabes qué? Sí lo quieres ver de ésa manera, sí lo estoy haciendo por mí, porque no quiero volverme puto loco.