Persecución ➟MB |2T Arma Perfecta| TERMINADA |

¡Qué empiece la cacería!

Capítulo especial

45.
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Sebastián Villalobos

-¿Encontraron algo? - preguntó Biersack sujetando a una de las señoras del cabello.

-Nada, lo más seguro es que ellos hayan escapado.

-O que nos hayan visto la cara - Juanpa le disparó a la chica que tenía en brazos - ¡Y éso no lo voy a permitir, vamos a matar a todos éstos malditos hijos de puta!

-Tampoco es para tanto - dijo Chris - podemos encontrarlos por nuestra cuenta.

-Ellos nos están haciendo perder el tiempo - Juanpa tomo a la chica que Biersack sostenía - No me gustaría matar a una chica tan linda como tú, así que lo mejor será que nos digas a donde fueron ésos pequeños hijos de puta si es que estuvieron aquí.

-N...No lo sé, lo juro por Dios.

-Mhhm, respuesta incorrecta - le disparó en la cabeza - Esto va a ser demasiado divertido ¿vienen?

-No voy a gastar mis balas en ellos Zurita, ni siquiera voy a ensuciarme las manos - Biersack sonrió y se recargo en un árbol mientras encendía su cigarro - matalos tú sí quieres.

Juanpa se encogió de hombros y comenzó a dispararles a todos, Biersack veía entretenido hasta que uno cayó casi encima suyo, lo pateó lejos.

-Debes parar ya, te vas a quedar sin municiones - sugerí y Juanpa siguió con lo suyo.

-Ni siquiera lo intentes Sebastián, no va a escucharte.

Una señora de edad avanzada con una escopeta y una niña a su lado comenzaron a correr al lado contrario.

-¡Hey! ¿A dónde crees que vas estúpida? - grité pero la señora siguió corriendo.

Dispare hacia sus pies y la bala se desvió.

-¿Sigues teniendo mal pulso Sebastián? - preguntó Andrew entre risas.

-Hay como si tu tuvieras un pulso perfecto.

Andrew jalo el gatillo de su arma y aún con la mirada puesta sobre mí disparo dando el tiró perfecto a la niña que estaba a lado.

-Touche.

-Nunca retes a tú Dios Villalobos - sonrió Biersack y expulsó el humo de su cigarrillo en mi cara.

Lo quite con mis manos molesto y frunci el entrecejo.

Chris palmeo mi espalda y me gire a verlo.

-¿Qué? - le pregunté y el se encogió de hombros.

-Parece que alguien está a punto de explotar.

-Cállate Acosta.

-¡Sigan a ésa pendeja! - Zurita encendió la camioneta y nosotros nos subimos en ella mientras Biersack se quedaba abajo.

-¿Qué crees qué haces?

-No vamos a entrar con ésa camioneta al bosque ¡Por Dios sólo mide el ancho Zurita, es cuestión de perspectiva!