Persecución ➟MB |2T Arma Perfecta| TERMINADA |

Jodete Bautista

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_______ Hernández

-¡Corre! - las balas se escuchaban cada vez más cerca.

-Están rodeando la zona - me detuve - debemos buscar otra forma.

-No hay tiempo ______, si ésos imbéciles dan con nosotros nos matan ¿entiendes?

-Lo sé, no soy idiota Mario- mire uno de los árboles - ¿Alguna vez has escalado?

-¿Qué?

-Subir a un árbol ¿lo haz echó?

-¿Qué persona de 21 años escala árboles?

Sonreí y me autoseñale.

-Yo lo hago y es mejor que lo empieces hacer tu para que puedas salvar tu trasero.

Lo mire y tomé su cara entre mis manos, uni nuestros labios y el rápidamente se aferró a mis caderas.

Juntamos nuestras frentes y sonreí dándole otro pequeño beso.

-¡Corre!

Observe como subía y como sus pequeños brazos se aferraba a la madera frondosa del árbol, llegó a la primera rama y tomo un poco de aire. Me miro y alce mis pulgares en forma de aprobación.

-¿A qué hora piensas subir tú? - preguntó asustado aferrandose al árbol para no caerse.

-No voy a subirme hasta asegurarme de que estés a salvo.

-Te amo tanto - sonreí y el siguió subiendo.

Cuando lo perdí de vista subí rápidamente por el árbol más pequeño, me acosté sobre las ramas y trate de esconderme con las hojas de pocas hojas de este, ya que la nieve las había tirado casi todas.

-¡Busca bien! - grito Christian.

-¡No están, te lo dije nos tomaron el pelo! - atacó Sebastián - malditos cabrones.

Christian pasó sus manos por sus rubios cabellos, y tiró su arma a la nieve.

-¡Agh estoy harto!

-¿Y crees que yo no? Esta mierda me está cansando, jamás seremos capaces de acabar con ella, es demasiado inteligente ¡ella nos enseñó absolutamente todo!

-Bien lo decía, nunca puedes vencer al maestro.

-¿Qué vamos a decirle a Juanpa y a Biersack?

La piel se me erizo al escuchar quién venía con ellos Biersack.

-Pues la verdad, que aquí no había nadie, que otra vez nos hicieron venía perder nuestro tiempo.

-Los matara a todos.

-Éso no me interesa - gruño Sebastián - sólo quiero encontrar a ésa escoria y dispararle mil veces a su copete blanco.

Ambos rieron y sus pasó se oían perdiéndose en la nieve, al asegurarme que estaban lo suficientemte lejos baje y le hice señas a Mario para que bajara también.