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— ¡¿Por qué nos haces esto?! ¡¿Qué ganas?! — lloraba un hombre en el piso, atado a un tubo grueso de metal. Su rostro estaba enrojecido y ojeroso, tenía sangre y se notaba que llevaba varios días sin bañarse.

El alto hombre frente a él, quien llevaba una máscara con forma de ojos de demonio de fuego (dicha mascara le cubría de la nariz hacia arriba) le sonrió de la forma que tanto le aterraba, de oreja a oreja y saco el teléfono móvil por donde le hablaba.

—"Porque puedo hacerlo, ¿Necesito otra razón?" — hablo la mecánica voz.

— ¡Nosotros somos EXODUS! — grito el hombre, endureciendo sus gestos.

—"Ustedes son mi presa. LOTTO, Han, EXODUS, El mundo, todos." — el hombre, que cubría su cabello con una gorra, le tomo del cuello y lo ladeo de forma en la que viera al otro cuerpo maltratado.

El otro hombre estaba notoriamente más herido y débil. Chorreaba sangre y jadeaba presa del dolor que había estado soportando por horas.

—"Los Ángeles caídos me encantan, ¿A ustedes no?" —aquel enmascarado era altísimo y su cuerpo denotaba que hacía mucho ejercicio.

—J-JaeHyun... —susurro el chico que estaba atado a un poste.

—T-Ten... tranquilo...— le respondió el castaño con un ojo cerrado debido a los golpes y la sangre. —nos vengaran, seguro que el jefe lo hará...

La risa del demonio les congelo la sangre, no lo habían escuchado reír de esa manera tan tétrica.

—aigo, ¿Igual que a los otros que me he cargado? — la voz era ronca y jovial, cargada de un tono despreocupado, casi juguetón. —seguro, pero esta vez quiero hacer algo diferente. —dejo tirado a JaeHyun y se acercó a Ten.

— ¿D-Diferente? — balbuceo el más herido, nervioso por el acercamiento del alto hacia el rubio.

—ujum. Sé que son hermanos así que les daré la oportunidad de que uno se salve.

Los dos reclusos dejaron de respirar por una fracción de segundos. Se miraron entre la sorpresa y la esperanza. ¿Les estaba hablando en serio? ¿Los dejaría salir? No, dijo que solo a uno. ¿Qué haría para decidirse?

—"alguien llamó mi atención desde hace un buen rato pero hay mucha interferencia y para que podamos estar juntos, cada uno de ustedes debe morir." —saco una pistola oscura de su manga y le apunto a Ten. —ahora, ¿Cómo me decido?

— ¡NO! — grito Jae.

—"¡Decidido!" —se carcajeo antes de apuntar a la frente del castaño y disparar.

Ten se quedo con la boca abierta en un grito mudo. El asesino había matado también a su hermano mayor.

—S-Siempre supiste a quien elegir ¿Verdad? — susurro después del silencio, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.

—"Siempre sé a quién voy a matar... "—el hombre se acercó a él y le tomo de la barbilla. —ahora ve y diles que su tiempo se les acabo porque ya me aburrí.

— ¿Q-Que quieres decir con eso?

— "significa que EM se vuelve jugador." — susurro inyectándole algo en el cuello. —"que voy por mi preciosa mitad." — escucho antes de caer en la dolorosa inconsciencia.



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M| EM *[KrAy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora