Capítulo 4: Memories.

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Duraron un par de horas más en el auto, donde Zayn comió un poco más cuando sintió que era la hora del almuerzo y finalmente acabó preguntándole a Liam cuando llegarían, a lo que este le respondió que sería pronto ("pronto" fue lo que dijo hace dos horas) pero esta vez fue cierto y una cabaña se dejó ver a lo lejos, donde Liam le indicó que sería el lugar donde pasarían la noche. 

El auto se estacionó, Zayn bajó de este y más atrás Liam con las maletas, a lo lejos la cabaña lucia pequeña, pero ahora que estaba más cerca Zayn podía notar lo grande que era, tenía dos plantas y tenía el típico aspecto de una casa de campo: los colores madera resaltaban por todos lados y ese aspecto acogedor que hizo a Zayn sonreír. La fachada del lugar estaba rodeada por algunos palos que hacían veces de rejas y en la segunda planta había grandes ventanales con cortinas blancas.

Liam sacó unas llaves con las que abrió la puerta dándole paso primero al pelinegro y luego él. Todavía había luz afuera ya que eran como la 1 de la tarde y por eso no hubo necesidad de encender luces. Zayn pudo observar todo a su antojo, a su derecha unas escaleras, a su izquierda una sala amueblada y ventanales que la iluminaban y al fondo lo que parecía ser la cocina. La voz de Liam lo sacó de su distraída labor de observar. 

- ¿Qué te parece?

- Me gusta. 

- Es de mi familia, la última vez que alguien vino aquí fue mi hermana y fue hace dos meses así que no creo que todo esté tan polvoriento. 

- No te preocupes, todo está bien.

Caminó hacia las escaleras y Liam lo siguió para dejar las maletas, allí arriba había 3 puertas, Liam le explicó que dos eran habitaciones y una un baño. El castaño Le permitió elegir habitación y cuando lo hizo entró para cambiar las sábanas.

- Gracias, Liam...

- No es nada, ponte cómodo. 

Zayn asintió, Liam salió y se permitió explorar un poco la habitación; las estanterías y closet estaban vacíos, la cama era cómoda, el gran ventanal iluminaba todo y al salir al balcón se dio cuenta que tenía una excelente vista de montañas y árboles y todo se veía bastante bien y bonito desde ahí. También había una silla colgante en forma ovalada con cojines adentro, y bastante espaciosa (seguro lo era solo para él debido a su pequeño tamaño) pero él estaba seguro de que ahí dentro cambian dos personas. Cuando se metió en esta y sintió la tranquilidad del lugar mecerlo al igual que el viento, pensó por un instante que podía pasar el resto de su vida en ese cálido y sereno lugar.

- ¿Te diviertes? 

Dirigió su vista a Liam que estaba recostado en el borde del ventanal.

- Me gusta esto. 

Dijo mientras se mecía en la silla colgante. 

- Disfrútalo, solo estaremos hasta mañana aquí.

- ¿Qué? no, no... ¿Acaso no podemos quedarnos aquí hasta que mis padres solucionen todo?

Liam negó.

- ¿Por qué?

- Te explicaré luego. ¿Qué tal si ahora me ayudas con algo?

- ¿Con qué cosa?

Preguntó mientras salía de la silla colgante y se acercaba a Liam.

- Bueno, estuve revisando los planes y no podremos asar masmelos porque no tenemos... Pero tenemos los ingredientes para hacerlos en la despensa. 

- ¿Y sabes hacerlos?

- Si. 

- ¡Oh por dios! ¡Yo te ayudo!

Run And Hide [Ziam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora