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Era agosto, yo tenía unos 15 años. Recuerdo que en ese entonces yo aún buscaba algo para hacer aparte de las clases, pues a mi mama siempre le había gustado que yo fuera parte de actividades extracurriculares.

A pesar de no tener un cuerpo esbelto como muchas otras, desde pequeña siempre he sido muy coqueta. Y, como a toda buena mama, le encantaba tener una hija así. 

En una oportunidad que ella vió, me inscribió en clases de modelaje.

Yo soy ese tipo de persona de pocos amigos, de las que es mejor escuchando a la personas que hablando con ellas, sin tomar en cuenta que soy una completa nula al momento de expresar como me siento, por lo que siempre me guardo todo para mí misma. Esa forma de ser mía influenció mucho al momento de yo llegar a la primera clase de modelaje.

Recuerdo que habían tanto hombres como mujeres, desde chiquitas hasta adultos. Yo era una de las más jóvenes, y, a pesar de tener un cuerpo voluminoso para la edad que tenía, no me sentía cómoda haciendo todo lo que los demás hacian. Fue con el tiempo que yo fui desenvolviéndome un poco más; empecé a sentirme cómoda al modelar, a usar de forma correcta las sandalias de tacón alto, a sentirme bonita, y sentirme un poquito más cómoda cuando las personas se fijaban en mí y veían lo mucho que había progresado.

Se notaba el cambio en mi forma de ser. Lo único que no cambiaba era mi poca habilidad para hacer amigos.

Un sábado tocó ir a la academia a una práctica de pasarela en la cual le daríamos la bienvenida a los nuevos. Era una mañana bastante soleada, yo tenía puesto una camisa negra y un leggins completamente negro, junto a mis sandalias de tacón favoritas, unas plateadas que me hacían ver elegante. 

Ese día yo llegué tarde, al entrar en la academia ya había comenzado la presentación de los chicos nuevos, así que pasé por la puerta y (sin querer llamar la atención de todos, aunque no lo logré), camine por el borde del salón, pasé por un lado a los nuevos que ya estaban terminando su presentación cada uno, y me senté con todas las demás personas que estaban ahí.

Terminaron las presentaciones y formalidades y el instructor nos puso en círculo para hacer una dinámica con los nuevos. Todos los que ya teníamos cierto tiempo en la academia debíamos presentarnos, decir nuestros nombres, edades y qué estudiábamos o a qué nos dedicábamos.

Yo estaba entre un chico y una chica. El chico era lo suficientemente alto como para yo no poder fijarme en su rostro al ver de reojo, por lo que no le di ni un poquito de importancia, y la chica era muy delgada y un poco más alta que yo, pero se notaba a kilómetros de distancias que estaba incómoda, en fin, solo sabia que los dos eran un nuevos.

Cuando llega mi turno, como toda chica de 15 años aún insegura de sí misma, me presenté.

-Hola, soy Aimi Kwon, tengo 15 años, llevo 6 meses aquí en la academia, y actualmente estoy de vacaciones pero entraré a 3er año de bachillerato en septiembre, un placer- Sonreí tímidamente, ya que a pesar de ser ahora un poco más abierta, me seguía pareciendo incómodo tener absolutamente TODAS las miradas en mi.

Las presentaciones terminaron y nosotros teníamos que darle una demostración de pasarela a los nuevos para que así ellos nos imitaran. 

Cuando llegó mi turno, me posicioné los más elegante que pude. Pecho adelante, trasero hacia atrás, cuello lo más estirado posible, brazos a ambos lados y mirando al infinito. Caminé al ritmo de la música electrónica dando pasos los más largos que mis piernas me lo permitían, llegué al final de la pasarela, hice una pose sencilla pero clásica, di media vuelta girando por último mi rostro para darle un toque más glamuroso, y de regreso, a mitad de pasarela decidí improvisar con un pequeño giro que hizo mi cabello agitarse y lucir bien. Terminé mi caminata y todos me aplaudieron. Las demostraciones siguieron y después tocó el turno de los nuevos.

En esa oportunidad pasaban una mujer y un hombre al mismo tiempo para agilizar la dinámica. En la tercera pareja empezó a caminar un chico que a mi opinión llamaba bastante la atención puesto que sus rasgos eran asiáticos. Tenía labios prominentes, cabello bastante liso y negro (a decir verdad hermoso) y una mirada profunda, sin mencionar esos tiernos cachetes que lo que provocaba era apretujarlos con ambas manos. 

Ese chico, junta a la chica que no tendría más de 16 años, pero sí que era alta, comenzaron a hacer su caminata, imitándonos a los que ya habíamos hecho una demostración; llegaron al final de la pasarela, dieron media vuelta y se devolvieron.


     Ese chico, al darse la vuelta y caminar para regresar posó sus ojos directamente en mí, esos ojos que no comprendía lo que querían decir, sólo se que se trató de una mirada tan profunda y sensual que hizo que me pusiera tensa, pero al mismo tiempo, tan rápida que ni siquiera estaba del todo segura que esa mirada era para mí.


Por un segundo pensé que no me estaba mirando a mi, simplemente abrá visto hacia donde yo estaba para brindarle más emoción a su caminata, o simplemente al girar le dedicó una mirada pícara a todos los que nos encontrábamos de ese lado de la pasarela. Hasta que ese chico terminó su caminata y se ubicó del otro lado de la pasarela.


En ese entonces me di cuenta que me miraba fijamente sin hacer un mínimo esfuerzo por disimular.... Resulta que sí, me miraba a mí.


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Aquí nuevamente yo, haciendo 3 actualizaciones al dia jaja..

La verdad es que como soy nueva en esto y la verdad no tengo nada más que hacer pues lo único que quiero es ver doramas y seguir escribiendo... Asi que mis actualizaciones serán más rapidas de las que podrían esperar.

Como dije anteriormente es primera vez que escribo una historia, así que estoy abierta a consejos e ideas constructivas, cualquier cosa que quieran decir o preguntar pues déjenlo en los comentarios.

Además quiero decir que no hago este fanfic con el objetivo de ganar votos o vistos (la verdad aún no entiendo bien como funciona eso jaja) , simplemente lo hago porque quiero contar una historia, expresar mi forma de pensar a través de palabras, y estaré más que agradecida a aquellos que han puesto un ojito en esta historia.

Sin más que decir.... Actualizaré pronto :) 

Destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora