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Ya habíamos entrado a la segunda clase del día, que consistía en ciencias de la naturaleza, ni tan entretenido ni tan matador como las matemáticas. Tan sólo normal. Ese extraño chico se adueñó del puesto delante mio por todo el día aparentemente. Ni siquiera me interese por saber su nombre, solo se que es uno de los nuevo ingreso, y sinceramente tanta felicidad deslumbrante y despreocupada mostrada por tan solo una plena sonrisa me quedo medio anonadada.

A la tercera clase, gracias a la profesora de castellano que le parece más importante la asistencia que la clase en sí, me enteré que el dichoso chico frente a mis ojos se llama Cristian. Lindo nombre, pero muy largo para mi gusto. En fin, el primer período el chico se la pasó echando miraditas hacia atrás o pidiéndome cosas como borradores, el sacapuntas y cosas así. La verdad no me importaba prestar algunas cosas, en fin, compañeros somos todos y lo seremos por el resto del año. Es mejor el llevarnos todos bien.

Mis súplicas fueron escuchadas al fin cuando escuché el sonido de la campana que anunciaba el final del primer período y la bienvenida al tiempo de descanso. Todos salieron como vacas locas hacia el patio mientras yo guardaba con mucha parsimonia todas mis cosas en mi bolso. Mis amigas tan solo me gritaron de la puerta que las encontrara en el patio, y sólo asenti para ellas. Una vez todas mis cosas guardadas apropiadamente y ya finalizada la estampida de estudiantes me digno a salir, y como soy la última cierro la puerta tras de mi.

Y bendito sean mis ojos lo que ven. Tenía frente a mi a 3 metros al mismísimo Park Jimin recostado de la pared, con esa calma y tranquilidad como si supiera la respuesta a todos sus problemas. Yo me quede congelada, solo podía mirarlo, ni siquiera pronuncie ninguna palabra, absolutamente nada. Así como él me mirada a mi yo lo miraba a él.

Pasamos unos incómodos segundos de la misma manera, pero en definitiva yo no iba a decir la primera palabra. Capaz y diciendo hola se me traba la lengua. Pero la verdad no hizo falta porque él fue quien habló.

Jimin: hola Aimi - Sonrisa sonrisa, esa sonrisa dónde no se le ven los ojos - Te estaba esperando - Su ser completamente relajado, sus manos directas a los bolsillos de su pantalón.

Aimi: hola Jimin - Sin sonrisa, sin tristeza, sin nada. Tan sólo mi cara neutra, era la mejor forma de demostrar un poco mi descontento por el día de ayer y de paso no quería hacer obvia la sorpresa que me lleve al verlo allí.

Jimin: disculpa por lo de ayer Aimi. Fui yo quien te pidió para vernos y se me fue el tiempo de las manos- Decía mientras pasaba una de sus manos por detrás de su cabeza haciendo que su cabello se despeinara un poco y volviera a su posición original y mostrando una sonrisa de lado.

Aimi: no importa. Pase el rato con mis amigos - Le dije agitando mi mano tratando de quitarle importancia al asunto. No quería que si quiera sospechara el hecho de que si lo estuve esperando todo el rato. No me molestaba como tal el hecho de que no hubiera llegado nunca. Es más, el asunto ni siquiera me molestaba, solo me dejo "neutra" el hecho de verlo después tan tranquilo con mi amiga Somi. Tal vez sólo sea un complejo de inferioridad que tengo de mi amiga, pues ella siempre ha sido la extrovertida, la chica linda que todos quieren conocer y hablar, mientras yo siempre he sido la amiga tímida de esa chica linda.

Pude notar en la cara de Jimin que no estaba del todo seguro de lo que le estaba diciendo. En ese momento me di cuenta que se lo dije de una forma un poco fría, así que dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro.

Jimin: Bueno...., te parece si pasamos el rato juntos? Vamos al patio y así hablamos un rato y comemos algo - Extendió su mano esperando a que yo reaccionara.

En ese momento no sabía que hacer, fueron unas milésimas de segundos en las cuales no sabía si tomar su mano o no, no sabía que quería trasmitir Jimin con ese gesto. Al ver la reacción de Jimin esperando a por mi, el tomo la iniciativa y tomó de mi mano y me jalo para que empezara a caminar con él. Lo comprendí como un gesto que hizo para que caminara con el, tan solo una forma de hacer que reaccionara, un ligero apretón de manos.

Caminamos así en silencio y cruzamos las canchas hasta llegar al patio, yo estaba en trance, no lograba ver hacia el frente porque me daba vergüenza, así que sólo pose mi mirada en la mano de Jimin que sujetaba con delicadeza a la mía. De pronto siento como suelta mi mano, acto que hace que yo mire al frente. Estábamos caminando hacia el comedor para comprar algo pero Jimin hizo una parada en una de las mesas para saludar a unos amigos. Al ver que yo, Kwon Aimi, me encontraba de pie al lado de Jimin y al frente de una mesa llena de puros chicos de último año que no tardaron en mirarme por verme allí parada me congele y salió en sí la Aimi 100% tímida.

...... : ey Jimin! Quien es la chica? - Dijo un chico alto dirigiéndose hacia mi. Jimin no alcanzó a hablar cuando el chico que se encontraba de pie al lado del alto interrumpió la conversación.

.......: yo se quien es - Acto seguido dirigí mi vista hacia ese chico, ciertamente con algo de asombro. No suelo escuchar ese tipo de cosas muy seguido - Es la amiga de Somi, casi siempre la vemos con ella - Asff, ahí está! Para todos soy solo la amiga de Somi. Es que a caso no podían dirigirse por mi nombre? O simplemente si no recordaban mi nombre, acaso no es mejor fingir que no me conocen de vista y ya?! Solo aparte ni mirada y me dedique a presenciar el suelo.

De pronto siento un jalón por parte de Jimin que hizo que diera unos pasos hacia delante y levantara la vista.

Jimin: Ella es Aimi. Es una gran amiga mía - Jimin aún me sujetaba de la muñeca, pero lo hacía con delicadeza. Pude ver como sonreía a tal punto que ya no se le veían los ojos.

Los amigos de Jimin me saludaron de una forma bastante ruidosa. Algunos decían mi nombre, otros un "hola" y algunos solo sonreían. Aún así, me sentía intimidada por tantos chicos juntos en un solo sitio que de mi boca solo salió un simple y tímido "hola".

Después de ese extraño e incómodo momento Jimin volvió a jalar de mi hacia el comedor, visualizo una mesa que estaba libre y en un sitio no tan abarrotado de personas y me dirigió a esa mesa.

Jimin: esperame aquí! Vuelvo en 2 minutos - Y se dirigió hacia el comedor, dejandome  sola y con la palabra en la boca. Me digne a sentarme y esperar por el. Espero sea rápido, me daba vergüenza estar sentada sola en una mesa haciendo el papel de la asocial del colegio.

Al echar un vistazo rápido por las demás mesas, vi al grupo de mis amigas hablando y bromeando entre ellas. Me causó gracia ver a Joanna de pie imitando a Dios sabe quién mientras Lucy le tomaba fotos como fan. No tuve oportunidad de avisarles que no estaría con ellas a la hora del descanso. Supongo que después preguntarán por que desapareci y me esfume en la hora de descanso. Tendré que inventar una buena ciertamente.

Veo a Jimin llegar y sentarse a la mesa con varios dulces en las manos, incluyendo un par de donas y unos tes de limón en envases de cartón.

Jimin: Para ti - Dijo con esa amplia sonrisa que me parece linda de ver, mientras ponía los dulces de mi lado, más uno de los envases de cartón y me pasaba una de las donas - Es de nutella, son muy buenas.

Aimi: gracias Jimin! - Le digo y le dedico una sonrísa con absoluta sinceridad. Si había algo que era mi debilidad eran los dulces - Pero esto es demasiado para mi sola. - Solté una risa disimulada a ver que esos dulces se trataban de 2 chupetas, 2 paquetes de gomitas (que son mi absoluta perdición), varios caramelos de café y una barra de chocolate.

Jimin: no importa. Llevatelos a tu casa, te los regalo - Y con sus manos arrimo los dulces más hacia a mi, como gesto para evitar que yo rechace los dulces.

Aimi: Gracias de verdad. Me gustan mucho las cosas dulces - Dije está vez sonriendole ampliamente y dándole el primer mordisco a la dona, la cual debo decir, estaba buenísima!

Jimin: es un placer - Acto seguido procedió a darle unos mordisquitos un poco bruscos a su dona.

Y así pasamos la hora de descanso, comiendo esas suculentas donas cortesía de Jimin, riendonos de las cosas que le habían pasado a él durante esos dos días de clases, preguntándo cosas sobre mi día para hacer que yo hablara un poco y riendonos de temas random. El tiempo pasó rápido, y a la vez lento. La verdad, disfrute el tiempo que pase con él. Por un momento olvide a las personas alrededor y tan sólo me concentre en divertirme.

Destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora