Capítulo 05 || Doc. ||

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CAPÍTULO CINCO

Mar...
Podía oler el aire fresco del mar, el sonido de las olas era relajante tranquilidad se sentía por todo mi cuerpo podía sentir la arena en mis pies y el agua de las olas chocar contra ellos. — Catherine — susurra una voz, mirando a mi alrededor en busca de su voz.

— Catherine, reacciona — mis ojos se sienten pesados la luz me empieza a cegar mi ceño se frunce «¿Donde estoy?» miro a mis alrededores, estaba pérdida entonces los recuerdos empiezan a golpear mi mente.

¡NO! — veo como el cuerpo de mi padre cae al suelo, mi cuerpo se desploma al mismo tiempo arrastrandose hacia el — Papá, papi oye mirame padre — mis lágrimas empiezan a caer, el nudo en mi garganta se hace más fuerte. El empieza a negar con dificultad, sus manos ensangrentadas sostienen las mías empiezo a negar, tocando su cuerpo manchó mis manos con su propia sangre con mi sangre.
— ¡NO!  maldición no, tú no no no por favor no — digo tratando de parar el sangrado en su cuerpo — No se detiene, no se detiene papi — digo dejando caer las lágrimas sintiendo mi rostro contraerse.

— Catherine, no confíes en nadie. — dice en un susurro tomando con fuerza mi mano, empiezo a negar mi pecho comprimido se hace presente mi vida empieza a caerse en pedazos.

Recuerda que sangre corre por tus venas  — su agarre se desvanece sus pupilas se dilatan, y sus ojos se quedan estáticos.

-¡NO! ¡NO ME DEJES MALDITA SEA! ¡NO ME DEJES! - Grito con desesperación, tratando de revivir su corazón dando respiración de boca a boca tratando de hacer todo lágrimas caen mi pecho esta duro cual piedra, mi corazón late con fuerza.

— ¡NO! ¡MALDICIÓN NO! ¡REACCIONA PADRE REACCIONA! Por favor— mi voz ya sale cortada, el nudo en mi garganta no se puede desaparecer mi mundo se cae, la vida desaparece ante todo sigo tratando de volverlo a traer pero todo es nulo su corazón se detuvo.

Papi..


Mis ojos se empezaron a empañar, mis manos empezaron a reaccionar por si solas — Papá, mi padre ¡¿DONDE ESTA MI PADRE?!  — grito con fuerza mirando a mi alrededor observando aquellos ojos y piel morena — ¡Tranquila! — sus manos sostienen mis hombros con fuerza, lágrimas calleron por mi rostro, el dolor de mi pecho no se apaga con nada, las lágrimas caen con fuerza.
Sintiendo como el dolor me llena.

— ¿Dónde estamos? — mi voz sale raspadosa, los ojos azules del chico me observan con preocupación un suspiro sale de sus labios — En el hospital— susurra bajo, mis hombros se tensan al escuchar esa respuesta mis ojos se cierran con fuerza — Dime que tienes un plan — digo con los dientes apretados, observando cada uno de sus rasgos el sonríe en grande y asiente con rapidez —Estos días lo estuve planeando bien, y todo saldrá como se planeo tranquila — dice observando esperando a que diga algo, mientras tanto las únicas palabras que recaen en mi cabeza son  «Estos días» ¿que me hicieron? ¿Cuantos días llevo así?. El parece leer mi rostro ya que toma mi mano con delicadeza — Han pasado tres días exactos Catherine, Logan Anderson tenía todo planeado, tenía de su lado a personas muy importantes que le daban información de cada moviento que se hacía — dice ahora con el rostro serio, y con la mandíbula apretada.

— ¿Quién? — digo apretando mis puños con fuerza, una traición claramente no se perdona mi padre me había echo saber eso, mirando el rostro de Mauricio puedo ver la duda reflejada en su rostro, lo cual me hace dudar de su respuesta — Catherine, se que es imposible de creer ya que es tu familia pero debes de confiar en mi — sus palabras me toman por sorpresa, mi ceño se frunce yo solo pongo mis ojos en blanco me cansé de rodeos — Habla de una vez, no le pongas más drama a esto — suelto de golpe, observando a sus ojos, los cuales aún siguen representando duda y puede ser que hasta miedo.  — Tus hermanas, ellas traicionaron a tu padre — dice directo serio y frío sus facciones me dicen por completo que el no miente pero mis sentidos se niegan aceptar aquellas palabras.
El enojo me empieza hacerse presente ya sin importar el dolor, el suero siquiera nada me lavanto de golpe tomandolo del cuello y proporcionar un buen golpe a su rostro — ¡ESO JAMÁS! ¡A MIS HERMANAS NO LAS HARÁS PASAR POR UNAS TRAICIÓNERAS!  —  mi garganta se desgarra ante los gritos que he dado, veo como trata de alejarme sin poco éxito, mis manos toman su cuello con fuerza — Ellas son mis hermanas Mauricio Orchied, no vuelvas a profanar sus personas acusando de traición hacia mi padre — susurro cerca de su rostro, el cual se está tornando rojo, veo comos sus manos se dirigen a las mías logrando liberar un poco su agarre — S-si no me cr-cres velo por t-ti misma — dice con dificultad, tratando de liberar mi agarre. Yo solo aciento levantando mi cuerpo adolorido de aquella camilla escuchando como este empieza a respirar con fuerza. — Me gusta que seas fuerte — dice soltando una risa pequeña, mis ojos se ponen en blanco — Pudrete ¿Donde está mu ropa? — digo mirando toda la habitación, un pequeño mueble en la esquina dejando ver varios frascos de lo que supongo es medicina — Tuve que comprarte un cambio está bajo tu almohada, junto con tu arma — dice el ahora mirandome, enseguida la levanto encontrando mi cambio y mi arma.

LA ÚLTIMA GREEN. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora