(Agonía)

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-Der... -gemía de forma tan erótica esa voz tan aguda. -Derek -Jadeo con la respiración entre cortada. Mordí el lóbulo de su oreja haciéndolo quejarse y gemir una y otra vez.

-Dime, ¿Te gusta? -le pregunte incitándolo, acariciando con la punta de mi lengua, su oreja. No le di tiempo a responder, me apodere de su boca mientras un gemido escapaba de sus labios. No reconocía a la persona enfrente de mí; pero por la forma tan sumisa de acatar mis deseos, era seguro que nos conocíamos bien.

En mi interior un fuego ardiente estallaba al más mínimo roce con su piel. Con mis dedos alce su delicada barbilla y mi boca consumió la suya con pasión; devorando esos hinchados labios rojizos. Lo acerque a mí, tomándolo con firmeza de sus caderas y lo pegue por completo a mi cuerpo provocando que nuestras entrepiernas se rozaran, me abrí paso entre sus piernas para que nuestro contacto fuera más íntimo; haciéndolo estremecerse violentamente.

Gimió excitado al contacto y una electrizante sensación recorrió mi cuerpo hasta mi entrepierna. Haciendo que mi ya inflamada erección alcanzara límites insospechados. Su lengua cálida y húmeda acariciaba con timidez la mía, creando una fricción tan placentera como erótica; haciéndome desearlo cada vez más. Nos separamos cuando el aire nos faltó a ambos.

Lo mire, sus manos enredadas en mi cabello, sus labios entre abiertos, sus mejillas encendidas y su cabello revuelto eran una inocente invitación sexual.

Mi lobo se revolvía de placer, disfrutando al máximo de este cuerpo tan pequeño, frágil y virgen entre mis brazos.

Lo sabía, lo sabía porque mis sentidos de hombre lobo lo gritaban, su olor a pureza, sus latidos ansiosos y la respuesta de su piel a cada toque, podía sentir los escalofríos que le provocaban cada una de mis caricias.

Mi lobo exigía a gritos tomar la virginidad de su cuerpo y que lo marcara como mío, tatuando mí esencia en su piel y que él chico me reconociera como su único y legítimo dueño.

Las chispas en su piel me reclamaban atención, quise trazar un sendero con mi lengua para formar las constelaciones que se escondían en su hermoso cuerpo.

Deje que mi lobo tomara el control permitiéndole la libertad que necesitaba para disfrutar del placer de tenerlo así, a mi merced.

Enterré mi rostro en su cuello y lamí despacio su blanca piel, antes de apartarme un poco y absorber su delicioso aroma; mi lobo se complació ante el estremecimiento que recorrió a mi acompañante.

Recupere la conciencia presa de un estremecimiento completamente diferente, al que solo unos segundos antes me había estado embargando. La electricidad recorría mi cuerpo en todas direcciones causándome el máximo daño y dolor posible. Quise rugir con todas mis fuerzas, dejar salir el rugido que ahogaría un poco mi dolor; pero no podía hacerlo. El dolor era soportable y estoy seguro que eso es lo que quisieran ellos, quienes quiera que fueran, disfrutarían enormemente de verme debilitado y a su merced, pero no les daría el gusto.

Me mordí la lengua con los dientes, respire dificultosamente y abrí los ojos; Retando con la mirada a mis captores. Estaba en un pequeño cuarto bajo tierra entre los túneles de la frontera. Podía oír el viento, que iba en varias direcciones; sentir el calor del desierto sobre mi cabeza y oler la humedad y la sangre viciada. Al menos eso me decían mis instintos, delante de mí se encontraban dos bestias enormes con colmillos y la piel manchada; pude reconocerlos como Naguales, seres sobrenaturales de la zona; y detrás de estos se encontraba un estúpido cazador.

No, no me podía creer que hubiera sido tan estúpido como para caer en la absurda trampa, era ilógico. Sabía perfectamente que lo que buscaba era imposible que estuviera en estas inhóspitas tierras. Pero aun así tuve que comprobarlo para estar seguro. Desde que había salido de las sierras de Durango en México me había tenido que enfrentar a varios adversarios desde hombres coyote solitarios, pasando por un estúpido chupacabras, y una mujer demonio que dejo a las claras que deseaba regar mi sangre como sacrificio al Dios Sol.

Tu eres mi obsesión *Sterek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora