(Miedo??? Temor??? o Amor???)

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Kate acerco una silla hacia la pared donde me tenía encadenado, y se sentó a pocos metros de distancia de mí. Estaba disfrutando su victoria y se relamía en ello, me miraba fijamente. -Entonces ¿Qué es lo que quieres? -gruñí molesto y con el ceño fruncido. Estaba harto de todo su circo, quería que todo terminara de una buena vez. -¿Por qué has regresado a Beacon Hill's? -le pregunte exasperado y furioso.

-Obviamente, por ti cariño... -me asegura sonriendo melosamente, cruzando las piernas de manera coqueta y elegante; causándome solo asco y aversión. -Tengo que demostrarte quien manda. Y tú, Derek... aun no has aprendido, que nadie puede conmigo. -dice ferozmente mostrándome sus ojos verdes. Su transformación es feroz y desconcertante pero no me aterra, en realidad no siento nada. Su cara azulada con manchas de jaguar, sus colmillos filosos pero no son nada en comparación de los míos.

-¿Por eso has vuelto? -le gruño abiertamente, abriendo los labios y mostrándole mis colmillos. Mi instinto animal me exigía desafiarla. -¡¿Para demostrar que eres mejor que nadie?! -le pregunto anonadado, por semejante idea. -¡No! Ya no me interesa, en este momento lo único que quiero es vengarme. Vengarme de ti. Vengarme de ti y del estúpido de Scott MaCcall. -sisea entre dientes.

-En realidad, Scott no me interesa tanto. No es digno rival para mí. -afirma con prepotencia, cruzándose de brazos. -Él puede vencerte -le asegure en un gruñido bajo, pero no la desafié a demostrarlo; haría hasta lo imposible por protegerlos, aunque eso fuera lo último que hiciera.

-Lo dudo en verdad...además cariño, ambos sabemos que Tú, eres el premio gordo -prosiguió felizmente, mordiéndose el labio inferior. -Pero ambos tienen la misma debilidad, y es por eso que deberías aprender a que yo siempre manejo los hilos a mi antojo -dice Kate sonriendo más ampliamente poniéndose en pie. Lentamente se acercó a la gran puerta metálica y la abrió.

Parado en la puerta se encontraba Theo Raken cargando en brazos un Stiles inconsciente. Por un minuto mi asombro e incredulidad fueran tales que fui incapaz de moverme; pero una vez que comprendí lo que veía la rabia crecía dentro de mí esparciéndose como veneno. Gruñí como fiera rabiosa, la bestia dentro de mí clamaba la sangre de esos malditos. Me sacudí como un lobo enloquecido en mis grilletes. Tanto fue el frenesí de mi ira que vi el miedo cruzar los ojos de mis enemigos.

Desgraciadamente, no pude soltarme de las cadenas. -¡¿Qué estás haciendo?! -gruñí furiosamente a Kate, mi visión se había vuelto roja por la rabia y la desesperación. -Me entregue. Libéralo -rugí hecho una fiera. Ahora de verdad tenía miedo, estaba muerto de pavor; pero no por mí, sino por Stiles y mi lobito, temía por ellos...

-¡¿En serio, creíste que lo soltaría?! -se burló antes de soltar una carcajada y acercarse a Theo que se agacho sumisamente. -Libéralo. Él ya no te sirve -le dije casi suplicantemente; mientras seguía intentando liberarme. -¿En serio? -pregunto ella apretando los labios, mostrando su enfado por primera vez. -Solo es humano -dije secamente, apelando a lo que según Kate Argent protegió alguna vez. Pero su mirada me confirmo, que a ella nunca le intereso proteger a nadie, que no fuera ella misma. Jamás claudicaría.

-Esa forma en que parecen quererlo proteger todos ustedes, es la razón por la que se encuentra aquí. -dijo ella fríamente, mientras Theo abría la celda y depositaba descuidadamente a Stiles en el piso de la misma. -¡Kate! -gruñí ferozmente; cuando ambos bastardos ya se dirigían a la salida, cerrando la puerta tras de sí. -¡Te matare, lo juro! ¡Te matare, me oíste! -rugí y gruñí una y otra vez, haciéndose estremecer los cimientos de todo el lugar.

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En cuanto los tuve fuera de mi vista, la rabia cedió paso a la preocupación. Inmediatamente libere mis instintos lobunos para poder verificar que tanto Stiles como mi pequeño cachorro estuvieran bien, lo cual al parecer así era. Los latidos de ambos eran acompasados, una música discordante, pero una música que curaba mis heridas y mis temores. Aunque Stiles tenía unos arañazos en su precioso pómulo que me hicieron rechinar los dientes.

Era humillante haberse dejado engañar, otra vez, pero lo único que podía pensar era en ellos. El peso de la humillación iba sumándose a la rabia que me consumía. -¡Eres más asquerosa y vil de lo que creía! -grite a pleno pulmón al vacío. Pensar en todo lo que ella podría haberles hecho me carcomía pedazo a pedazo.

La preocupación y el miedo que me inundaba, hicieron que todo lo demás dejara de tener importancia, por el momento no tenía importancia si había sido un estúpido por creer que Kate Argent cumpliría su palabra. Estaba seguro que Stiles ya me lo reclamaría en su momento. No había conseguido nada...nada más que aumentar el peligro y el riesgo que los tres corríamos al estar en sus manos.

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Era increíble y tan extraño que a pesar de las circunstancias, con solo ver a Derek un alivio inmenso se apodero completamente de mí; por unos instantes pude acariciar la absurda idea de salir con vida de este miserable lugar.

Desperté teniendo un terrible dolor cabeza, estaba adolorido y magullado pero aparentemente bien. Mi vientre estaba más hinchado de lo normal, pero no me preocupe demasiado. El doctor Deaton me había dicho que los últimos meses de gestación me hincharía como un globo. Estaba sediento y hambriento pero relativamente bien. Fue en ese momento que todo los recuerdos de lo ocurrido minutos atrás, volvieron a mi mente.

Abrí los ojos velozmente y me senté de golpe, para encontrarme sentado en medio de mi celda mal oliente y fría. Con un gemido de frustración me lleve las manos a la cabeza. -¡Derek! -recordé repentinamente y me volví para ver al hombre de mis sueños atado a la pared izquierda a lado de mi celda. Me miraba fijamente, con los ojos entrecerrados. -Estoy bien -le asegure en un murmullo bajo, sabía que me estaba examinando detenidamente; lo conocía demasiado bien. -¿Qué sucede? -le pregunte tranquilamente, después de otro momento de silencio.

-¡¿En que estabas pensado?! -me gruño molesto y dolido. Estábamos separados por más de medio metro y aun así el rugido de Derek me hizo estremecerme hasta los huesos pero no de temor. Aun así comprendí porque estaba tan enfadado, me recriminaba por haberme puesto en peligro a mí, y a nuestro cachorro. -¡¿Eso es todo lo que vas a decir?! -le grite sarcásticamente; defendiendo lo indefendible.

-¡Eres un idiota! -grito furioso, dándome su peor mirada de perdonavidas marca Hale registrada. -¡¿Por qué no me hiciste caso, cuando te dije que te mantuvieras a salvo?! ¡¿Cuándo te suplique con la mirada que salieras de aquí?! -termino soltando el aire. Me miraba furioso pero podía ver en las profundidades de sus ojos toda la angustia y la preocupación que lo embargaba.

Sin embargo me molestaba profundamente que no se pusiera a considerar que ahora yo me sentía igual. -¡¿Y tú?! -le recrimine de la misma manera, poniéndome en pie -¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡¿Te has vuelto loco?! -le grite entre lágrimas, sosteniéndole la mirada. - ¿Acaso crees que yo no me preocupo por ti? ¿Qué no me duele verte cerca de ella, con todo el daño que te ha hecho? -le espeto llegando a mi limite.

Ambos respirábamos trabajosamente. Cuando por fin logramos calmarnos, mi mente se puso a trabajar en idear un plan para sacarnos de aquí. -¿Qué vamos a hacer? -le pregunte más tranquilamente. Derek alzo la vista y me miro confundido. - ¿Le dijiste a Scott o a Cora que siguieran tu rastro? -le pregunte, necesitaba información. No necesite que Derek me contestara para reconocer por su mirada molesta y algo avergonzada; que volvía a ser el lobo amargado del que me enamore y el cual siempre quería resolver todo por su cuenta.

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Este capitulo es relativamente corto pero sigue la trama de la historia. Ante mano agradeciendo sus votos...esta historia esta escrita para ustedes y por ustedes pero necesito conocer su opinión para poder enfocarme. Si ustedes comentan y me lo piden publicare otro capitulo el viernes; pero por fa comenten. Este capitulo se lo dedico con todo mi amor a mis pequeñas inspiraciones: Rodrigo val , mi amor chiquito y a mi niña NanaHale.

Sin mas por el momento me despido de ustedes, Saludos y besos de chocolate...manada mía, los extraña la madre de esta manada. Mi lobo Alfa a pesar de que estés lejos te recuerdo con amor DirectionerBoy04.

Tu eres mi obsesión *Sterek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora