Tu eres mi obsesión *Sterek*

(Secuestro y Recuerdos)

No podía evitar sentirme culpable. Sabía que Scott lo entendería después de darle una muy larga y merecida explicación, pero no había tenido tiempo ni de dársela al propio Derek; me dirigí a la cocina para prepárame un desayuno tardío, el cual sería mucho mejor si eran panques con mucho dulce de chocolate encima. Cuando mi celular empezó a vibrar. -Hola Theo pensé que habías desaparecido de la fase de la tierra. -le reproche con acidez, haciendo una mueca. -Lamento lo sucedido en el Hotel. -dije con una sonrisa y ni un a pis de culpabilidad.

-Stiles podemos vernos. -me pidió en un susurro suplicante, soltado un suspiro cansado. Se escuchaba serio, pero no podía verlo en este preciso momento. Estaba a la espera de que llegaran Liam e Isaac. Todos los demás se encontraban en el bosque enfrentándose a sepa La Fuerza que peligros. -No creo que sea buena idea, Theo -murmure después de pensarlo un minuto, en voz baja. -digo viste como terminaron las cosas la última vez. -le recuerdo tratando de hacerme el gracioso.

-Es importante...me voy de Beacon Hill's. Quería despedirme de ti. -me dijo con un tono decepcionado, escuche como tragaba grueso. Me pareció oírlo llorar. -por favor -suplico. Sabía que no era lo correcto, que si los chicos se enteraban se enfadarían muchísimo y si Derek lo sabía ya podría darme por muerto; pero al fin y al cabo Theo era mi amigo y lo mínimo que se merecía es que me despidiera correctamente de él. A pesar de todo, no podía dejar de lado a mis amigos.

-De acuerdo, donde nos vemos. -le pregunte mientras cogía mi cartera y mis llaves y salía del Loft. Antes de que alguien pudiera detenerme. No sabía porque pero también tome mi arma y me la enfunde en el tobillo. Debía ser prevenido por él bebe y por mí. El cachorro ha estado muy contento en estos días, mi vientre estaba enorme parecía que por fin quería darse a conocer al mundo; aunque solo los seres sobrenaturales y unos pocos humanos supieran de él. Lo escondía en mi enorme sudadera roja.

Theo me había citado en un bar a las afueras de Beacon Hill's y me había pedido que escondiera mi aroma, alegando que no quería que Derek apareciera nuevamente. Lo cual me pareció extraño pero de todas formas le hice caso. Sin embargo cuando llegue al bar, estaba cerrado pero aparcado en el estacionamiento estaba la camioneta de Theo. Me baje del Jeep y me acerque a él. - ¿Así que te vas? -le pregunte tímidamente, acercándome con las manos en los bolsillos.

-Es lo mejor. -me dice seriamente agachando la cabeza y alejándose de su camioneta para acercarse a mí. -¿No has cambiado de opinión, sobre salir de aquí? -me pregunto cohibido tomándome de la mano, tratando de convencerme. -Sin embargo no podía irme, sin intentar una última vez, que vinieras conmigo. -me dice con determinación dejándome clavado en mi sitio, anonadado por su insistencia.

-No, no podría- replique simplemente. Sabía que nunca me arrepentiría de mi decisión. Sería injusto darle falsas esperanzas, cuando yo estaba fatalmente e irrevocablemente unido a Derek. -Sabes que es una causa perdida -le dije con una sonrisa intentando bromear -siempre estuve demasiado ligado a él para que lo nuestro fuera realmente serio. -le digo, aceptando lo que yo mismo ya sabía.

-Stiles, no lo entiendo. -me dice molesto, soltando mi mano bruscamente logrando que le frunciera el ceño. -Eres inteligente, y un chico excelente ¿cómo puedes siquiera perdonarlo? -me recrimina furioso. -No hay nada que perdonar. -le asegure con firmeza cruzándome de brazos, estaba empezando a enfadarme. -Stiles te abandono, se fue, te lastimo y aparte de todo tuvo una relación con esa chica Braeden y tu vuelves a confiar en él. -me pregunto exasperadamente, nunca lo había visto tan molesto. Ni tan furioso, verlo así me daba miedo.

-¿Cómo conoces el nombre de Braeden? -le pregunte suspicaz a pesar de muchas veces a verle confesado mi dolor por el abandono de Derek, jamás mencione el nombre de esa oportunista, odiaba a esa mujer. Lentamente me puse en guardia, y un escalofrió recorrió mi columna vertebral. -Dime una cosa, ¿En serio confías en él? ¿En serio estas tan ciego que no vez, que él se está aprovechando de ti? Otra vez. -me dice furioso.