No quiero que te vayas

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Llegamos a la casa y nos encontramos con la tía Emma preparando la comida. Jane corrió a ella y la abrazó, al parecer había servido la charla que habíamos tenido. Me alegraba de que al menos podía hacer sentir un poco mejor a mi hermana. 

 —Ve a lavarte las manos, linda, enseguida estará el almuerzo.

 Jane desapareció escaleras arriba y quedamos finalmente la tía y yo, solas.

 —Amy ¿Podrías sentarte? Necesito hablar contigo.

 Ella dejó a un lado la comida y se sentó en la silla que estaba junto a la mía.

 — ¿Qué tal están yendo tus clases? — Preguntó ella dulcemente.

 —Eeem, bien, supongo— Dije algo extrañada — ¿Por qué lo preguntas?

 Ella suspiró, cansada.

 —Hoy llamaron del colegio, están preocupados porque están bajando tus calificaciones y te distraes mucho en clase—  Me sentía como una niña escuchando a mi tía decir eso. Pero la entendía, ella se preocupaba. Estaba en mi último año y si no lograba pasar con las notas altas, no podría estudiar en la academia de fotografía de Londres.

 —Lo lamento tía, sí, he estado algo distraída estas últimas semanas, prometo que me esforzaré más.

 Mi tía rió.

 —Ay niña, no hables así. Tienes ya dieciocho años, tu sabrás que hacer, solo quería preguntarte si aún sigues con ganas de estudiar en Londres.

 —Por supuesto tía, sabes que es mi sueño y hare hasta lo imposible para poder estudiar allí.

 —Me alegra escucharte hablar así, de verdad estoy muy orgullosa de ti y de tu hermana— Sonrió cálidamente y tomó mi mano que estaba descansando en mi regazo.

 — ¿Qué sucede tía? — Pregunté algo extrañada, en su cara se notaba que estaba preocupada por algo.

 —Recibí una oferta de trabajo, hace dos días me llamaron para avisarme que lo había conseguido.

 — ¿De verdad? Me alegro muchísimo tía, de verdad— La abracé y ella hizo lo mismo.

 —El problema es que el trabajo es en Nueva York.

 — Oh...wow. Tía estoy muy feliz por ti, se cuánto quería conseguir este trabajo- Ella asintió.

 —Tú ya eres lo suficientemente grande para tomar tus propias decisiones, por eso quiero hablar contigo de esto.

 —Listo tía— Dijo la voz alegré de Jane al momento que atravesaba el umbral de la puerta.

 —Oh pequeña, que rápido— Mi tía Emma se pie y se dirigió a ella —¿Tienes hambre? En un momento ya estará la comida...

 —Comí dos helados, no tengo mucha hambre- Dijo Jane de manera pícara y mirándome a mí.

 — ¿Dos helados? ¿Niñas, en que piensan? Les hará mal- Nos regañó Emma. Y Jane rió. Se notaba que su humor había mejorado y me ponía contenta.

 — ¡Tío!— Gritó Jane, cuando se escuchó el ruido de la puerta al abrirse y segundos después nuestros tío Harold se unía a nosotras en la cocina. Bajó las bolsas de compras que tenía en las manos y las apoyó sobre el suelo.

 —Princesa ¿Cómo estás? — La tomó en brazos y le dio un beso en el pelo.

 —Bien ¿Y tú, tío?

 —Mejor ahora que estoy contigo, princesa— Nos miró por unos momentos a mi tía y a mí y luego le dijo a mi hermana — ¿Qué te parece si vamos por unos helados?

Don't let me fallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora