Capitulo 18

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Lauren PV

En el transcurso del camino Camila se la paso platicando con Taylor y Dinah sólo se venía durmiendo.

Cuando llegamos a casa de Camila dado que aún era de día pude apreciarla mejor, he de decir que era muy hermosa, era enorme con un jardín repleto de flores y dos grandes pinos en las entrada, había un camino de piedra que te llevaba hasta la entrada principal y a un lado del jardín había una linda fuente con dos ángeles en el centro, la casa era color crema con detalles blancos.

Estacione el auto en la entrada y baje para abrirle la puerta a Camila ya que las otras dos ya habían bajado.

— Pasen, por lo que veo mis padres no están – dijo Camila caminando hacia la entrada con Dinah a su lado y Taylor y yo detrás.

Abrió la puerta de la casa y entramos, caminamos hasta la sala de estar y nos volteo a ver.

— Iré a preparar mi maleta ¿vienes? – me miro y señalo escaleras arriba.

— Taylor ven, tengo una blusa que te quedaría perfecta, a mi ya no me queda – Dinah tomo de la mano a Taylor y la llevo escaleras arriba sin dejarla protestar.

— Linda casa – dije observando todo.

La sala era de color blanco con algunos detalles de color amarillo pálido, en la sala donde nos encontrábamos había dos sofás de cuero blanco grandes, uno mediano y uno pequeño. Enfrente de los sofás se encontraba una chimenea y a un costado una plasma, encima de la chimenea había fotos de toda la familia, entre ellas había varias de Camila con su hermana. Volteé a ver a Camila y esta me observaba atenta, así que sólo sonreí de lado y señale las escaleras para empezar a caminar con ella. Las escaleras eran como en las típicas películas de princesas, con dos direcciones, la izquierda y la derecha por la que caminamos y había un largo pasillo con alrededor de 4 puertas, Camila me guió hasta la última puerta en la cual tenía una enorme "C" de color rosa con una corona encima.

— Lindo detalle – señale la puerta y ella se sonrojó.

— Cállate – abrió la puerta – pasa – entro a la habitación y entre detrás de ella cerrando la puerta.

Su habitación era tal y como me la imaginaba. El color rosa reinaba en las paredes, imágenes pegadas en la pared del lado derecho y un escritorio con una computadora en este, a un costado se encontraba un gran estante repleto de libros y había unos cuantos pósters de artistas pegados en la pared, la cama era enorme con sábanas blancas y decoraciones de flores, derecho de donde estaba yo se encontraban dos grandes puertas de vidrio que te dirigían al balcón que tenía y en el lado izquierdo había dos puertas, las cuales suponía eran el baño y el closet.

Camine hasta la cama y me senté observando a Camila abrir efectivamente la segunda puerta la cual era un enorme closet, y la vi sacar una maleta, volteó a mirarme y sólo reí negando.

— ¿Qué? – pregunto con expresión confusa en su rostro.

— Nada – sonreí divertida negando.

— Es porque la maleta es rosa ¿cierto? – me miro frunciendo un poco el ceño y mordí mi labio inferior tratando de ocultar la sonrisa que quería brotar de mis labios.

— Se me hace muy tierno – me encogí de hombros mirando hacia otro lado.

— Mejor deja de divertirte con mis gustos y ayúdame a empacar – camino hacia la cama y puso la maleta a mi lado.

— Bien, como ordene señorita Cabello – hice una pequeña reverencia haciéndola reír.

Caminamos hacia el closet y ella empezó a escoger blusas y vestidos mientras yo revisaba en una cajonera en donde estaba su ropa interior, moví unas bragas cafés y vi unas con dibujos de ositos y a un lado de este estaba un conjunto de ropa interior de encaje color negro, así que no me resistí y volteé a verla.

—  ¿Que estas haciendo? – pregunto cuando volteó y me vio parada atrás suyo.

— Opino que te deberías de llevar este – saque el encaje de la cajonera y lo alce viendo como ella se sonrojaba y me lo arrebataba de la mano.

— Pervertida – me pegó ligeramente en el hombro – cuando te pedí que me ayudarás no me refería a esto – guardó el encaje.

— Espera, no lo guardes, puedes llevártelo con este también sí quieres – alce el de ositos divertida y ella se tapó la cara con amabas manos totalmente avergonzada.

— ¿Es enserio Lauren? – me miro con ambas cejas alzadas y sólo me encogí de hombros riendo.

— Lo digo enserio, me encararía verte con esto puesto, y más con el encaje – la abrace riendo aún y ella enterró su cara en mi cuello sonrojada y sin poder aguantar la risa también.

Después de eso ella decidió sí llevarlo y guardamos su ropa en la maleta, que aunque no me dejara empacar su ropa interior debo decir que no me sentía mal porque llevaba muchos vestidos cortos los cuales yo escogí al igual que unos cuantos shorts y blusas que estaba segura, me matarían de un infarto.

Al final Dinah le término dando vestidos a Taylor y esta estaba encantada, así que después de que Dinah saliera con tres maletas y Camila con una, nos dirigimos al auto para ahora ir a mi casa y empacar mi ropa.

Maratón 2/3
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