Capitulo 24

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Lauren PV

Salí de ducharme vistiéndome con unos simples jeans negros, una remera blanca, botas de combate y mi fiel chaqueta. Camine hacia la habitación observando que Camila aún seguía en la planta baja conversando con las chicas con las cuales se llevaba de maravilla y me acerque al closet sacando mi mochila, tome mi celular, mi cámara y las llaves de la camioneta e inmediatamente baje las escaleras.

Cuando las chicas me vieron bajar me ignoraron completamente por estar tan absortas en su plática hasta que me acerque a ellas y me sitúe detrás de Camila quién se sobresaltó por mi llegada para después sonreír.

— Lamento interrumpirlas, pero con su permiso me llevare a esta hermosa chica – tome de la cintura a Camila haciéndola sonrojar por las miradas y sonrisas de las demás.

— ¿A dónde irán cuñadita? – Taylor volteo a verla atenta esperando saber.

— No tengo idea Tay, ella no me quiso decir nada – se encogió de hombros recibiendo una mirada divertida de mi parte.

— Cuídense mucho y no hagan locuras, en especial tu – dijo Ally señalándome.

— Claro que no enana, ahora nos vamos – me despedí con un gesto de mano de las chicas al igual que Camila y caminamos hasta la camioneta donde le abrí la puerta para después caminar hasta mi asiento.

— ¿Y a dónde iremos? – volteo a verme con la intriga en su mirada.

— Ya lo verás – puse mi mochila en el asiento trasero y encendí la camioneta saliendo del jardín y de la casa.

Tenía pensado llevar a Camila a un bonito restaurante que había a unos veinte minutos, pero dado que ya era un poco tarde para manejar hasta allá, preferí llevarla a una pequeña cafetería en donde servían los mejores postres que he probado en mi vida. Me dedique a manejar alrededor de diez minutos con Camila a mi lado platicando me de como era cuando vivía en New York y como es que Dinah vive en su casa, hasta que llegamos al lugar, ella volteo a verme y yo solo sonreí para besar su mano y bajar a abrir su puerta.

— Es muy lindo – miraba todo a su alrededor con una mirada sorprendida y maravillada mientras yo sólo la veía a ella con una mirada de idiota.

— Tu eres más linda – me miro sonrojada y me dio un tierno beso en la mejilla que me hizo estremecer.

— Eres grandiosa Lauren – acaricio mi mejilla para después tomar mi mano y dirigirnos dentro del lugar.

Este lugar lo conocía de hace mucho y la dueña era mi amiga, era una señora de mayor edad quien era sumamente amable, había construido esta pequeña cabaña que convirtió en un lugar para pasar el rato tranquilamente admirando todo la belleza natural que se veía por las ventanas, ya que se encontraba ubicada en una pequeña colina que dejaba admirar el lago junto con todos los lugares hermosos que lo rodeaban.

Entramos al lugar y había unas cuantas parejas tomando postres mientras platicaban animadamente y se demostraban su amor. Dirigí a Camila a una mesa que se encontraba en el extremo derecho juntó a un gran ventanal y nos sentamos mirando hacia todos lados.

— ¿Qué van a ordenar? – voltee cuando escuche la voz de Alessa, la nieta de Rosa (la dueña del lugar). – ¿Lauren? – asentí sonriendo y me puse de pie para abrazarla – pero que milagro, hace mucho que no te veía – dijo separándose del abrazo.

— Hola Alessa, he estado un poco pérdida pero ya vez, ¿cómo has estado? – le pregunte amablemente mientras apretaba suavemente su mejilla.

— Muy bien ¿y tu que tal? ¿Qué te trae por acá? – voltee a ver a Camila y ella miraba curiosa a Alessa y con una mirada que no logre descifrar.

— Vengo acompañada – señale a Camila y le tendí la mano para que se pusiera de pie.

— Oh vaya, mucho gusto soy Alessa – se presentó dándole un efusivo abrazo que desconcertó un poco a Camila.

— Mucho gusto Alessa, soy Camila – sonrió amablemente y después me volteo a ver.

— Camila ella es la nieta de Rosa, la dueña del lugar, hemos sido amigas desde que tengo memoria – señale a Alessa y reí por la mueca que hizo.

— Desde que yo tenía 7 y Lauren 10 para ser exactas – específico con una gran sonrisa.

— Vaya eso es mucho – conteste riendo.

— Lo es, pero bueno díganme ¿que van a ordenar? – saco su pluma y su libreta para tomar nota mientras Camila y yo nos sentábamos.

— Para mi lo de siempre – conteste sonriéndole.

— Yo quiero una malteada de chocolate emm ¿algo qué me recomienden? – nos miro a ambas mordiéndose el labio inferior.

— Tranquila, te traeré algo que te encantara, ahora regreso – Alessa le sonrió dulcemente y caminó rumbo a la cocina.

...

Después de haber comido un grandioso postre, lleve a Camila a un lugar hermoso no muy lejos de donde habíamos estado, cuando llegamos la ayude a bajar de la camioneta y caminamos por un pequeño camino que llevaba a lo más alto de una pequeña colina que se encontraba con un mirador. En cuanto lo vio puso su mano en su boca y abrió los ojos sorprendida mirando el hermoso lugar, era de noche por lo que se alcanzaba a apreciar mejor la gran luna que estaba justo enfrente de nosotras, el lago debajo de esta y algunas cuantas luces a los alrededores las cuales eran las casas que había cercas.

Tome su mano y nos acercamos al mirador en donde se apreciaba mejor todo y la abrace por detrás rodeando mis brazos por su cintura y recargando mi cabeza en su hombro, ella puso sus manos encima de las mías y volteo un poco para besar mi mejilla dulcemente y sonreír.

— Esto es muy hermoso, gracias Lolo – la mire sonriendo grandemente y alce las cejas divertida.

— ¿Lolo? – ella asintió riendo.

— ¿No te gusta? – entrecerró los ojos.

— No – negué sorprendiéndola – me encanta, pero no más que tu Camz – bese su mejilla y ella rió.

— Siempre logras hacerme sonrojar – cubrió su cara con sus manos.

— Y tu siempre logras idiotizarme más – la voltee haciendo que quedara frente mío y retire sus manos de su cara.

— ¿Porqué lo dices? – ladeo un poco su cabeza haciéndose ver adorable y con una mirada curiosa.

— Porque te conozco apenas hace poco y no puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de mirarte, de tener contacto alguno contigo, de sentirme maldita mente bien cuando estoy a tu lado – puse mi mano en su mejilla y me acerque más a ella – no puedo esta enamorada de ti porque es demasiado pronto, pero siento como sí lo estuviera – ella me miraba directamente a los ojos con una tierna mirada y una pequeña sonrisa en sus labios, me acerque a tal grado de que su respiración se mezclara con la mía y ella miró mis labios para después volver su mirada a la mía.

¿Les está gustando?, no olviden votar y comentar, lofiuuuu<3 xoxo
(PD: Quiero ver muchos votos y muchos comentarios para subir el siguiente capítulo);)

Sueños en procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora