¿Severus Snape?: Carmina Burana

PRIMO VERE: VERIS LETA FACIES

Cara de la primavera se convierte en el mundo,
Crudo invierno ahora huye, vencido
Adornada en varios colores reina la flora,
Con canto de los pájaros en el bosque se celebra.
Ah!.

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Por la puerta de su despacho entró madame Pomfrey a toda prisa.

-¿Me llamó?.- dijo dirigiendose a Snape.
-No.- respondió éste tajantemente. McGonagall lo miró preocupada.
-Yo lo hice.
-¿Que ocurrió?.-

Snape volteaba a ver su estante con pociones para no ver a ninguna de las mujeres.

-No hace falta ser un genio para darse cuenta de que Severus está enfermo.

Madame Pomfrey lo miró más detenidamente, e hizo una exclamación de asombro.

-Por Merlín, está muy pálido, será mejor que se vaya a descansar.
-No ocurre nada.- dijo ya un poco mas molesto. McGonagall se puso de pie y levantó las cejas.
-Es una orden, Severus.- el hombre miró a la bruja enfadado. Y ésta sonrió.
-En seguida volveré, profesor.- Snape ya no dijo nada. Y Pomfrey seguida de McGonagall salieron de ahí.

"Carmina Berú Hanna, 34 años, escritora, soltera, sin hijos."

Era lo que Hermione había avergüado en la biblioteca.

Tenía que aceptarlo, estába sintiendo algo más que su profesor.

Suspiró y salió de la biblioteca decidida, hacia el despacho de Snape, a agradecerle por prelcuparse e ir a la enfermería a verla, aunque más bien sólo fuera una excusa para ir a verlo.

Llamaron a su puerta, pensando que era McGonagall de nuevo dió el pase a regañadientes.

La puerta se abrió lentamente y la casataña asomó su rostro.

-¿Profesor?.- Snape se sintió extrañado de que la chica estuviera ahí, seguro quería pedir perdon por sus estúpideces cometedias ese día.-¿Puedo pasar?
-Más le vale que sea rápido.-La chica entró apenada y se puso justo frente al escritorio del hombre que tanto la intimidaba.

-Vengo a diaculparme por el incidente de hoy.
-¿Incidente, Granger?.- dijo con voz hosca.-Fué un ultraje.
-Lo sé, me distraje.
-No me interésa su vida personal, me interésa que no sea estúpida y que no eche a perder los ingredientes.- Ahhh, Snape, siempre con tus malditas palabras hirientes. Hermione sintió mucha tristeza.

-Gracias por ir a verme a la enfermería.- dijo evocando una sonrisa triste.
-¿Cree que lo hice por gusto? Jah, larguese.

Hermone comenzó a hablar pero Snape dejó de poner atención, comenzó a marearse y a ver doble y Hermione notó algo raro, así que sólo lo miró.

-¿Está bien señor?.- no respondió.
Hermione lo miraba preocupada y como un acto estupido de su maldita conciencia, le tomó la mano a Snape, por encima del escritorio.

El hombre la miró unos segundos y luego quitó su mano, levantandose sorpresivamente de su asiento, ni siquiera podía estár enojado ya que se sentía muy mal, pero fingió estar echando furia.

-Larguese.
-Pero profesor.
-Veiticinco puntos menos para Gryffindor, no vuelva a entrometerse en mis asuntos y deje su incompetencia de lado y realice una poción digna de...
-De usted.- terminó la castaña.
-Larguese en éste instante.

Hermione asintió y salió triste. Necesitaba hablar con alguien, necesitaba contarselo a alguien o se volvería loca. ¿Ginny? No, la llamaría loca, ¿Ron? La llamaría rara, ¿Harry? No lo aceptaría, ¿Luna?...¡Luna!.

Corrió a buscar a Luna.

Snape estába echando furia, nunca había dejado que ninguno de sus inútiles alumnos lo viera enfermo, ahora la mocosa iría y lo contaría y entonces el sería el hazme reír de Howgarts.

Y Pomfrey con sus estúpidos remedios, se sentía mejor eso sí, pero él pudo haber hecho un poción al instante si hubiera querído, ¿porqué demonios se entrometían en su vida?.

Luna estába sentada uno de los jardínes de Howgarts sonriendo y tarareando una cancioncilla. Hermione bajó su acelerar en cuanto la vió y se sentó al lado de ella.

-¿Admirando el paisaje?.- preguntó Hermione mirando en la direccion en la que Luna mirába.
-Trato de recordar algunas cosas.- dijo ésta tiernamente.-¿Qué ocurre?

Hermione negó con la cabeza y luego se agachó.

-Estás aquí por algo, puedes confiar en mi.- Hermione la miró.
-Estoy enamorada Luna.- la rubia sonrió ampliamente y se llenó de emoción. Pero la cara de Hermione era de preocupación, entonces Luna disminuyó su sonrisa.

-¿Es alguien prohibído?
-Si, Luna, muy prohibído.
-¿Es Harry Potter?.- preguntó Luna intrigada. Hermione puso rostro de desconcierto.

-No no, no es Harry.
-Menos mal.
-Si, pero, ¿sabes? Olvídalo, creo que es mi problema
-Si no quieres decirme quién es lo entenderé, pero el rostro de un enamorado delata muy pronto.
Hermione puso sus manos en su rostro y luego las subió a su cabeza apartando cada mechón de su rostro.

-¿No le dirás nada a nadie?
-Lo prometo.- la castaña cubrió su rostro de nuevo y agarró fuerzas para poder hablar, Luna la mirába tranquila y paciente.

-....Snape.

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Algo corto t.t pero con amor jaja.

Veris leta facies, es una de mis cantatas favoritas de la Carmina Burana twt.
Graciaaaaas