¿Severus Snape?: Carmina Burana

CIRCA MEA PECTORA

De mi pecho
Brotan muchos suspiros
A causa de tu belleza
Que me hieren miserablemente

Ve canción, ve canción
Que mi amor no viene
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Luna miraba pacíficamente a la nada, y a todo tal vez, y Ginny, detrás de ella, aguardaba impaciente a que llegara Hermione.

-¿Y si le hizo algo?
-¿Snape?, no Ginny, sólo la enamoró involuntariamente.
-¿Te parece poco?

La rubia la miró y sonrió.

-El amor así es, te eleva hasta llegar al cielo y luego...
-Y luego cáes, lo sé.
-Tu eres feliz con Harry.
-Si Luna, pero quien me preocupa es...
-¡Hermione!
-Si.
-No, ahí está Hermione.

Ginny miró hacia atrás y vió a la castaña caminando con la mirada gacha.

-¡Herms!.- gritó la pelirroja
-Hola Ginny, Luna.

Las tres guiaron la mirada hacia donde ántes Luna se había perdido

-Es inevitable no perderse en el ocaso.- dijo Luna sin apartar la vista.
-Es inevitable no derramar lágrimas, durante el ocaso.- respondió Hermione recargándose en el hombro de Ginny.

Llamaron a su puerta tres veces, y se levantó molesto.

《Juro que si es esa mocosa la llevo a arrastras con Minerva.》

Abrió de golpe y vió a un Hufflepuff de primer año. Snape lo miró serio y fuerte y el niño se hizo para atrás del miedo que le tenía.

-¿Qué quiere, Anderson?
-La profesora McGonagall lo búsca, señor.

El murciélago levantó una ceja.

-¿Tiene que ser...ahora?.- preguntó pausada y sombríamente.
-Ssi, señor.- respondió el pequeño dudando.
-Larguese Anderson.
-Ccon permiso, señor.- el chico se fué.
-Señor, señor, señor.- refunfuñó por lo bajo.

《¿Y ahora que, Minerva? Carajo.》

Cerró la puerta tras de él y se dirigió a paso veloz a la oficina de McGonagall.

La bruja estába de pie en la puerta, con las manos detrás de ella.

-Severus.- dijo en cuanto lo vió.-Estába esperandote, adelante.
El hombre entró y se quedó de pie en medio del despacho.
-Yo, no soy quien te busca.- Snape pensó inmediatamemte en Carmina, pero no volteó hacia ningún lado de la oficina.-Si no, él.
Minerva levantó la mirada para que Snape también lo hiciera....Dumbledore.
-Albus.
-Severus....gracias Minerva.
-Con permiso.- la bruja salió de ahí.
-¿Otra...vez te urge hablar conmigo?
-Siempre es un honor.
-¿Siempre? Esperé a que me dijeras como y donde te encontrábas durante meses, Albus y nunca me dejaste hablar contigo.
-Basta de reclamos hijo.
-Basta, no me llames hijo, no eres mi...- Snape hizo una pausa al recordar a su padre, y después ya  o dijo nada.
-Es exáctamente como yo me veo, Severus, como un padre para ti.
-¿Qué quieres?
-¿Diléma amoroso?.- Snape torció los ojos.
-Albus, sé serio.
-Soy serio, Severus, la señorita Carmina ha gustado de ti desde que eran unos niños.
-Cometí un error Albus, ya lo sé.
-El error es seguir atascado en el pasado.
-Me es...imposible dejar de pensar en ella.
-Lily está bien, Severus, y tu estás vivo, Carmina también y ella siente algo muy fuerte por ti.
-¿Sólo me llamaste para decirme que le hága caso a la loca de Carmina?
-No, te llamé para tener una conversación de amigos.
-Con una pintura.
-Hasta tu necesitas hablar con alguien en moentos de desesperación, Severus, tarde o temprano, el dolor sale por los ojos en forma de lágrimas, tienes mi apoyo y mi comprensión, tienes mis consejos y la habilidad de llorar aquí sin que nadie te vea....sólo una pintura.