DIES, NOX ET OMNIA

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El día, la noche y todas las cosas
Me son contrarios
La conversacion con las chicas
Me hace  llorar o a menudo me hace suspirar
Pero sobre todo me produce temor.
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No se habían quedado en la madriguera el fin de semana completo porque Hermione debía estudiar y Ginny tenía deberes pendientes.

A Hermione la despestó un estornúdo que salió de ella misma

《No ahora par favar:'v》

Se levantó arrastrándo los pies y la nariz roja de tanto limpiársela.
Se miró al espejó y vió su rostro cansado y su cabello enmarañado.
No quería ir a clases, y menos si era un estúpido curso obligatorio un sábado y la primera era con Snape. Pero aun así se vistió y bajó a desayunar.
A la mesa estaban Luna y Ginny.

-Buenos dias Hermione.
-Hola Luna, Ginny.- dijo la castaña sonriendo.
-Le decía a Ginny, que Draco ha cambiado mucho, aunque aun es difícil, por todo lo que pasó.
Hermione asintió.
-Draco siempre ha sido un niño incomprendido, era de esperarse.- comentó Luna con su habituál tono calmado de voz.

La chica miró a la mesa de profesores, y ahí estába, el hombre que la hacía sentir la persona mas desdichada del mundo.

Snape estába con la cabeza recargada en su mano derecha y con la izquierda sostenía un tenedor con el cual sólo picoteaba la comida, le dolía la cabeza, la noche anterior se había puesto muy ebrio y con trabajo recordaba lo que había pasado con Carmina.
Sin embargo, la mujer era la más feliz del mundo en esos momentos, sonreía a diestra y siniestra, y saludába con felicidad a todos. Se sentó al lado de Snape y lo miró sonriendo.

-No me mires así.- espetó éste en tono sombrío.
-¿Cómo lo hágo entonces?.- la mujer levantó una ceja y sonrió de nuevo.
-No me mires y...punto.
-Me vas a  negar que lo que pasó anoche fué...
-Fué un impulso.- ambos susurraban.-No quiero que vuelvas a tocar el maldito tema.
Carmina cambió su rostro a una rotúnda cara de molestia, y comezó a  desayunar.

Pasaron los minutos y todos comenzaron a correr de un lado a otro para llegar temprano a clases.

El salón de pociones ya estaba lleno y haciendo una más de sus entradas triunfales apareció Snape. Todos callaban ante su presencia.

-Gryffindor, diez puntos menos.

Se miraron unos a otros sin entender el motivo y Hermione levantó la mano.
El hombre la ignoró.

-¿Porqué nos acába de quitar puntos?.

Snape la miró serio.

-¿Quiere que lo diga en voz alta, Granger? ¿O es algo que usted desea que quede en el olvido?.- la castaña abrió mucho los ojos y bajó la mirada, Snape al ver las miradas de confusión de todos suspiró con enojo.-Resulta que Granger cometió la estupidez de retarme.- dijo sin dejar de verla.-Y esas estupideces ameritan puntos menos así...como el hablar...sin permiso.- su pausado hablar daba miedo.- Otros cinco puntos menos para Gryffindor...

El silencio se apoderó del aula, y Granger seguía sin levantar la vista.

-Si no hay nada más que decir, página 493.

-Me da mucho gusto verte aquí.- dijo McGonagall sonriendo a Potter, que estába frente a ella.
-Para mi es un placer estar aquí de nuevo.
-¿A que debo tu visita?
-Quise venir a hablar con Hermione, han pasado muchas cosas y me gustaría platicar con ella.
-Entiendo, está de maravilla que te preocupes por ella, ahora está  en pociones.
Harry asintió y sonrió débilmente.
-¿Puedo sacarla de ahí?
McGonagall rió.
-Adelante.

¿Severus Snape?: Carmina BuranaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora