FORTUNE IMPERATRIX MUNDI: OH FORTUNA

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Oh fortuna,
como la luna
cambiante,
siempre creciendo
y decreciendo;
detestable vida
primero oprimes
y luego alivias
a tu antojo.
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-Luna, no puedes corregir a Snape. Te dejará sin puntos.
-El profesor no es malo, además tarde o temprano iba a notarlo.
-¿Qué cosa?
-Las lágrimas de fénix.
-Ahh, si, no había notado su mirada de concentración al hacer una poción.
-Eso es porque generalmente sólo nos regaña.- respondió Luna soltando una risilla.
-Si...- Hermione se quedó pensando en la imagen elegante de Snape haciendo una poción. ¿porqué?

-¿Hermione?
-Lo siento.
-También creo que es apuesto.
-¿Perdón?
-El profesor Snape, es apuesto y elegante.
-Yo no...no pensába en eso.- Luna la miró tiernamente.
-Si no te molesta, debo regresar a mi habitación, estoy segura de que los nargles escondieron algo.- Hermione la miró sonriendo y Luna se alejó dando saltitos.

-¿Me mandó llamar, directora?.- preguntó Snape con sus manos en la espalda y su voz sosegada.
-Pasa pasa, Severus.- dijo McGonagall, había una mujer sentada frente a McGonagall, elegante y guapa y aparentaba unos treinta años.-Sientate.

Snape se sentó a lado de la mujer sin siquiera mirarla.
-Ella es Carmina Berú Hanna,
-Sé quien es.
-Eso me alegra bastante, Severus, ya que de ahora en adelante tomará algunas notas acerca de tu trabajo.- Snape levantó una ceja.
-¿Perdón?
-Si.- dijo la mujer.- Si lo que pasa que tu eres el mejor pocionista me atrevo a decir que de el mundo mágico.

《Que no díga héroe de guerra.》
-Un héroe de guerra.
《Por Merlín》

-Y una figura muy respetada. Me encantaría dar a conocer los conocimientos del hombre más capacitado en su área para que otros pocionistas tengan la dicha de aspirar a ser como tu, aunque es algo complicado y diría yo que hasta imposible.

Snape escuchaba molesto, estába harto de tener a su alrededor a gente como esa mujer, siempre recalcando sus áctos heróicos, ni el mismo Potter lo hace.

-¿Que dices, Snape?.- preguntó Carmina finalmente sonriendo.
-¿La decision está tomada.- preguntó Snape ignorando todo lo que había dicho Carmina y dirigiendose a McGonagall.
-Así es.- respondió ésta sonriendo.
-Entonces creo que puedo retirarme, tengo clases.- Snape se levantó y seguido Carmina y McGonagall
-Ah perfecto.- dijo Carmina.-Empezarémos con eso.- Snape miró a McGonagall con cierto enfado y luego se dió la media vuelta, de esas elegantes y marcadas medias vueltas que solía dar y salió, con Carmina casi corriendo detrás de él.

Caminaba a paso normal para él y extremadamente veloz para Carmina.

-Dime Snape, ¿qué se siente ser un héroe de guerra?.- Snape se frenó abruptamente y la miró con total desagrado.
-Creí que serían notas estrictamente profesionales, no personales.
-Nunca está de más saber.- dijo Carmina como coqueteandole. Snape puso gesto de asco.
-Esta, no es la ocasión.- y ántes de que Carmina dijera algo, Snape retomó su apresurado y estilizado andar.

Y entró, como de costumbre, triunfalmente al salón de clases.
Hermione lo miró de pies a cabeza, nunca le había parecido más elegante que ese día, desde que fué por su libro esa mañana.

-¿Ya viste con quien viene?.- susurró Ginny. Hermione ni siquiera había puesto atención a la mujer guapa que caminaba detrás de él. Así que miró fugazmente a Ginny negando con la cabeza y volvió su mirada a la mujer.-Es Carmina Berú Hanna, tiene muchos libros hablando de los mejores magos y brujas, me sorprende que no sepas.

Hermione miró instantaneamente a Snape, que se había sentado en su escritorio a sacar pergaminos.

-¿Los mejores magos y brujas?.- preguntó sin dejar de ver a Snape.
-Si, supongo que está aquí por el profesor Snape, y su ácto heróico.- dijo Ginny recordando lo que pasó hacía un tiempo atrás. Hermione asintió.

¿Severus Snape?: Carmina BuranaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora