¿Severus Snape?: Carmina Burana

BLANZIFLOR ET HELENA: AVE FORMOSSISIMA

¡Salve, hermosísima!
Gema preciosa
¡Salve, esplendor de las doncellas!
Doncella gloriosa
¡Salve lucero del mundo!
¡Salve rosa del mundo!
Blancaflor y Helena
Blancaflor y Helena
Venus, venus, venus
Generósa....

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Irrumpió en el despacho de McGonagall, y encendió las luces.

-¿Qué demonios hágo?.- preguntó.
-Severus, es un gusto verte.
-Albus, estoy cansado.
-¿De qué, hijo?
-De lastimar personas Albus, de eso.
-Estás haciendo lo correcto, es una niña.
-Albus, estoy harto.- se apoyó en el escritorio de la bruja y agachó la cabeza.
-Ella estará bien, Severus, me gustaría hablar con ella mañana por la mañana.- el pocionista por un momento no dijo nada, y sólo asintió.
-No puedo olvidarla, no puedo olvidar a Lily, yo la maté.- comenzaba a llenarse de rabia con él mismo.
-No me dígas que sigues lamentandote.
-Toda la vida lo haré.
-¿Para que te sirve? ¿Para rechazar a Carmina?

*Turn down for wh...okay no:b*

-No me salgas con eso ahora, no puedo amar a nadie más.
-Severus, entiendo, pero debes saber que Lily está más que agradecida, al igual que James.
-Debí morir yo, me debió matar.
-No hijo, de haber sido ese el destino, hubiera pasado, pero no fué así.

La puerta se abrió bruscamente y apareció McGonagall alterada apuntando a Snape con su varita, (como diciendo "alto ahí loca(8" okay no).

Éste no movió ni un músculo.

-¿Severus?, lo lamento.- dijo bajando la varita.-¿Qué haces aquí?
-Yo lo llamé Minerva.
-Albus.- dijo mirando el cuadro.- Lo siento, temía que fuera alguien más.
-Todo está bien Minerva.- dijo Snape serio.- De todas formas ya me iba.
-No no, está bien.
-En serio, Minerva, terminé de  hablar con Albus.
-Hijo (de tu pinch...ya pues, carajo, me concentraré) hijo, estarás bien.
-Estoy bien, Albus, no pasa nada.- el anciano asintió, y Snape hizo una reverencia.- Buenas...madrugadas Minerva.
-Descansa Severus.

Ella escuchaba los pasos acelerados del profesor, estaba sentada en uno de los pasillos oscuros y lúgubres del castillo, sin hacer ruido.

Sintió a Snape caminando por ahí.
Y él sintió a Hermione sentáda ahí, pero nunguno dijo nada, éste siguió su camino y ella siguió en la profundidad de la oscuridad.

Al día siguiente, las ojeras de Hermione divulgában que había pasado una mala noche.
Bajó al grán comedor y vió a Luna y a Ginny en sus lugares habituales.

-Hola.- dijo la castaña.
-Buenos días Hermione.- respondió la rubia. Y Ginny no dijo nada.
-¿Puedo sentarme?
-Luna.- dijo Ginny ignorando por completo a Hermione.-Nos vemos en las clases.
La dulce chica asintió y la pelirroja se fué.
Hermione suspiró con dolor.
-Me odia.
-Sólo está molesta Herms
La castaña miró a la mesa de profesores, no estába Snape, ni Carmina.
-Luna, te veio más tarde.- dijo levantandose con prisa y casi corriendo salió de ahí.

-¿Que quieres?
-Necesito hablarte seriamente.
-Carmina, hemos hablado Merlín sabe cuantas veces.

Carmina abalanzó sus labios en los de Snape, y lo besó como si no hubiera un mañana, Snape correspondía el beso, puso sus manos en la cintura de la mujer, y la pegó a su cuerpo.

-Profesor Snape.- interrumpió Hermione.
Ambos se separaron inmediatamente.
-Granger...
-¿No puedes dejar de molestar?
-¿Porqué no le dice a Carmina que también me besó a mi?.
-Carmina, sal de aquí ahora mismo.- dijo el sin dejar de ver a Hermione con furia.
-Pero Sever...
-Sal...de....aquí.- (pimienta de allá #Aveda)

Y  como no húbo más remedio, obedeció...

El homre azotó la puerta y Hermione lo veía sin miedo.