VIII: Descubrimientos

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•Keith•

Después de ese espeluznante momento — porque así lo consideraba — decidimos regresar al edificio lo más rápido que nos fue posible.

Al llegar, el guardia nos recibió un tanto extrañado, tal vez pensaba que nos quedaríamos más rato fuera, más con el susto que nos llevamos no creía que volviéramos a salir.

Llegamos hasta mi habitación pues era la más cercana. En ese momento mi compañero de cuarto, Steve, se encontraba trabajando, por lo que tenía la habitación más callada y ordenada de lo usual.

— ¿Así que esta es tu habitación? — preguntó Erick al estar completamente dentro, observando todo a su alrededor.

— Pues claro, sino no estuviéramos aquí — respondí dejándome caer en mi cama.

— Tu sarcasmo me enamora — dijo sentándose en la cama correspondiente a Steve con una pequeña sonrisa.

— Lo sé — murmuré cerrando los ojos con una sonrisa. Tenía algo de sueño, pero no quería que Erick se fuera, últimamente no lo había visto tanto por culpa del trabajo así que desperdiciar esa oportunidad no era una opción.

Por unos momentos todo estuvo en silencio, escuchándose únicamente nuestras respiraciones acompasadas dando así un ambiente de relajación, hasta que Erick habló.

— Gracias por lo de hace rato... creo que yo solo no pudiera haberlo enfrentado — murmuró con la voz algo apagada haciéndome voltear a verlo, solo para encontrarlo con la cabeza gacha y su rubio cabello cubriéndole la mirada.

— Hey, no tienes nada de qué preocuparte — dije incorporándome para así quedar frente a él — ese tipo es un abusivo sádico de lo peor, en verdad espero que no vuelvas a trabajar con él.

— ¿Tú ya lo conocías? — preguntó elevando la cabeza un poco, lo suficiente para que sus ojos se toparan con los míos — es decir, tú sabías su nombre y él el tuyo — continuó hablando ahora con la mirada en sus dedos que jugaban entre ellos.

— Así es — respondí dando un suspiro — aunque de eso hace mucho, y nunca volví a saber de él, pero la pasé horrible.

— Tengo miedo — murmuró como para sí, aunque logré escucharlo.

— ¿De qué? — se sobresaltó con mi pregunta, al parecer no la esperaba.

— De si le dice a Cassidy, no sé lo que será capaz de hacerte si se entera de que salí contigo sin su permiso... si algo te llegara a pasar por mi culpa...

— Si algo me llegara a pasar no será tu culpa — susurré tomando su rostro entre mis manos, haciendo que me mirara fijamente con sus ojos levemente cristalizados — además, esa mujer me adora, y no creo que ese desgraciado se lo diga, seguro lo olvida para cuando vuelva, así que no te preocupes por eso ¿de acuerdo?

Su mirada seguía clavada en la mía y yo no pensaba apartarla, me encantaba ver sus ojos, tan verdes como los árboles en primavera, tan inocentes a pesar de todo, tan llenos de vida, tan... hermosos.

Por un momento vi su mirada ir viajando a diferentes puntos de mi rostro, y yo no me quedé atrás.

Empecé por observar su rostro, sin impurezas, algo pálido con lunares que lo hacían ver más hermoso si eso era posible. Luego pasé a su nariz, fina y pequeña. Por último sus labios, rosados, finos, pequeños, perfectos.

No sabía con exactitud en qué momento me empezó a parecer tan lindo Erick, pues al principio nunca se me pasó por la mente que me pudiera gustar, pero ese pensamiento cambió totalmente.

Sólo quería cuidarlo de todos los peligros, protegerlo de cualquiera que quisiera hacerle daño, no quería compartirlo con nadie.

Pero por más que lo deseara, sabía que no sería posible.

Nuestro trabajo lo hacía prácticamente imposible, y corría el riesgo de que tal vez él no me correspondiera.

Dije tal vez...

Erick seguía observándome con atención, como si no quisiera perderse ningún detalle de mi rostro, no perdía nada por intentar.

— ¿Te gusta lo que ves? — pregunté en voz baja con una media sonrisa.

Observé como apartó rápidamente la mirada sonrojándose en el acto.

— Te ves lindo sonrojado — continué hablando ahora tomando su rostro para que me viera, pero él cerró los ojos.

— Calla tonto — murmuró aún con los ojos cerrados haciendo un puchero.

— Y aún más lindo te ves enojado — dije apretando un poco sus mejillas.

— ¡Keith! — exclamó tratando de separarse de mi, pero lo envolví en mis brazos para que no pudiera escapar.

— Ya tranquilo pequeño — dije entre risas levantándome junto con él aún entre mis brazos, logrando que sus piernas se enredaran en mi cintura y sus brazos en mi cuello aferrándose muy fuerte para no caer.

— ¡Hey! ¡Bájame ya! — gritó Erick entre risas pegándome sin mucha fuerza con los brazos para tratar de soltarse.

Lo recargué en la pared sin dejar de cargarlo y Erick, al sentir la pared a sus espaldas, abrió sus ojos y dejó de reír para después sonrojarse al punto de parecer un semáforo en rojo.

Primero me extrañé, luego analicé la situación y me percaté de la posición en la que nos encontrábamos.

Erick contra la pared, sus piernas en mi cintura...

"Eres grande Keith" me felicité mentalmente.

— ¿Qué obscenidades estás pensando pequeño pervertido?— decidí jugar un poco más con él, era divertido ver sus reacciones.

— Y-yo no estoy pensando nada, más bien tú eres el pervertido por pensar que yo pienso esas cosas... idiota... — murmuró lo último pero debido a la distancia que manteníamos no me fue muy difícil escucharlo.

Reí levemente por las cosas que decía, en verdad pasaba buenos ratos con él. Después de unos segundos él también esbozó una tierna sonrisa, nos mantuvimos en esa posición por un buen rato, no sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado, solo me importaba admirar su hermosa sonrisa y parecía que a él no le incomodaba.

Pero lo bueno dura poco.

— ¡Keith! Estoy súper cansado, no te imaginas por lo que tuve que... — escuché una voz proveniente de la puerta que se detuvo tiempo después — ohh... ¿interrumpo algo? — agregó divertido.

Ambos volteamos asustados, Erick bajó de mis piernas y pudimos observar al responsable de la interrupción.

Steve.
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¡Hola! (Qué raro se siente escribir por aquí)

En fin, lo primero es que quería disculparme por tardar tanto en actualizar la vez pasada... y esta también de paso, sé que no tengo perdón de Dios porque no tengo excusa💔

Lo segundo es que quería agradecer a todos los que leen y apoyan esta historia, de verdad no creía que pasara de las 10 lecturas💖

Y lo tercero, por si alguien no vio el mensaje que puse en el capítulo cuatro, lo vuelvo a poner aquí:

Si alguien es tan amable de hacer un lemon decente o que me enseñe a hacerlo, se lo agradecería muchísimo (de verdad, soy un asco en eso, me doy pena)

Sin más, muchas gracias y espero que hayan y sigan disfrutando esta historia💖✨(brillitos gays)

Temporalmente Mío (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora