•Gareth•
— Bueno... si no hay nada más que agregar, creo que puedes irte hermano. Pronto va a oscurecer y tú casa queda lejos de aquí — hablé después de que un silencio un tanto incómodo que se había formado.
— ¿De qué hablas? Me quedaré aquí — respondió confundido ladeando la cabeza. Tanto Dallen como yo fruncimos el ceño volteándolo a ver.
— ¿Por cuántos días? ¿Y tu trabajo? Ni siquiera traes ropa, idiota — cuestioné poniéndome a su lado en el sillón.
— Por el tiempo que él — señaló a Dallen — se quede aquí. No dejaré que se quede solo de nuevo con un depravado como tú. Por mi trabajo no hay problema, puedo manejarlo todo desde aquí y tú puedes prestarme ropa, aunque supongo que me quedará un poco pequeña... — murmuró lo último con la mirada en un punto fijo de la habitación.
Estaba algo extrañado por lo que había decidido mi hermano, pero como sabía que hiciera lo que hiciera no cambiaría su opinión, lo dejé estar.
— Bueno... espero que no te moleste dormir en el cuarto de invitados, debe de estar un poco desordenado pero en un momento lo arreglo y dejo todo listo para cuando quieras dormir — hablé levantándome del sillón donde me encontraba para dirigirme a la habitación donde dormiría mi hermano.
— ¡Oye espera! ¿Dónde dormirá Dallen entonces? — preguntó a lo que volteé a verlo con incredulidad ¿iba en serio esa pregunta?
— Dormirá conmigo, claro — ante la mirada acusadora de mi hermano y la cara sonrojada de Dallen me dispuse a irme rápidamente antes de que alguien más empezara a hacer más preguntas.
Me tomó un tiempo ya que la habitación de invitados estaba un poco desordenada y sucia ya que hacía mucho que mi hermano me visitaba. También limpié todo lo que ahí se encontraba, incluyendo el baño, y abrí las ventanas para que el olor a guardado se fuera.
Una vez hecho todo lo anterior, regresé a la sala para avisarle a mi hermano que su habitación ya estaba lista y de paso hacer la cena pues ya era un poco tarde.
Al llegar vi a Frank hablando por su celular, supuse que era algo del trabajo y decidí que era mejor no molestarlo, mientras tanto, Dallen veía una película que pasaban en la tele mientras comía papas fritas y como estaba muy entretenido mejor no lo molesté.
Fui a la cocina para empezar a preparar algo fácil y rápido, porque no era como que tuviera grandes habilidades al cocinar, y mientras seguía pensando en qué preparar, algo que escuché llamó mi atención.
— Si cariño, te hablo más tarde no te preocupes, te amo que descanses — finalizó la llamada Frankie.
"Cariño" "mi amor"... ¿qué no había cortado con su novia?
Según lo que me había contado la última vez que había estado de visita, él y su novia comenzaron a tener problemas y terminaron peleados. Días después llamó llorando porque la encontró con otro y estaba devastado pues decía amarla, así que la posibilidad de que hubieran regresado no existía.
Sólo quedaba una opción...
— ¡Frank! — grité alargando la "a" y asomándome por la barra que separaba la cocina y la sala a lo que éste se sobresaltó por el grito — ¿¡cómo es eso de que tienes novia y no me habías dicho idiota!?
— ¿D-de qué hablas? — tartamudeó un poco, solo hacía eso cuando estaba nervioso. Así que pensaba ocultármelo...
— ¿En serio no le habías dicho? — habló ahora Dallen que ya no prestaba atención a la película y se volteó en el sillón para ver el escándalo que se estaba formando — te pongo al día Gareth, se llama Cara, tiene veinticinco años y es secretaria en donde trabaja.
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Temporalmente Mío (Gay)
Romance"Cuando te tratan como a un objeto, como basura, como si no valieras nada, es imposible creer que existe el amor." - Dallen "Al ser utilizado y ver cómo utilizan a los demás, a la persona que amas, deseas ser Dios para poder cambiar las cosas y re...