nocturne. // soukoku [one shots]

18.

"𝒎𝒊𝒅𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕, 𝒔𝒐𝒇𝒕 𝒔𝒐𝒖𝒏𝒅."

Ahí, dentro del coche de Chuya no hacía nada, pero absolutamente nada de frío, mientras que en la calle se podía observar como la gente sacaba ese humo por la boca, que tiene similitud con el humo que desprende un cigarrillo.

Todos los vendajes de Dazai estaban en la parte trasera de ese coche, al igual que su ropa, la cual Chuya había quitado en un abrir y cerrar de ojos mientras el castaño dejaba la botella de alcohol vacía en el suelo del coche e intentaba apagar el cigarro, cosa que se le hizo imposible con las manos de Chuya desnudando completamente el cuerpo de Dazai, así que optó por abrir la ventanilla y tirarlo por ahí.

Malditos los labios de Chuya. Tan húmedos y calientes que dejaban quemaduras en el torso del alto. Hacía tanto tiempo que nada ajeno tocaba esa piel cubierta antes de vendas que se sentía como si fuese la primera vez que tenía contacto físico. Aunque no era la primera, la sensación de esas caricias húmedas que le daban los finos labios de Chuya le sacaban unos gruñidos silenciosos que raspaban su garganta y junto a ellos echaba la cabeza hacia atrás, con su pecho más salido hacia el techo para que Chuya pudiese pasar sus juguetones dedos por ahí. Se puede decir que Chuya tenía todo el control de la situación, cosa que no muchas veces pasaba, pero cuando sí era algo maravilloso, algo que los dos disfrutaban por igual.

La boca de Chuya, junto con todo su cuerpo, fue para abajo del de Dazai, el pelirrojo abriendo la boca para que el otro deje escapar un leve sonido suave por su boca el cual se filtró por los oídos de Chuya como si fuese una canción llena de droga, de esas que no puedes sacar de tu cabeza y que necesitas escuchar una y otra vez en repetición. Con la respiración profunda, Dazai intentaba decir algunas palabras cariñosas dedicadas solo a Chuya, como siempre, pero el placer que le estaba dando su pareja al bajar su boca por el miembro del alto, solo podía soltar gemidos, los cuales se mezclaban en la atmósfera del coche con esas melodías que venían de la radio del auto, las mejores para esta ocasión, a parte que los dos chicos tenían los sentidos más desarrollados ahora. Hasta Dazai jura que pudo ver como el sonido se convertía en algo visual, demasiado maravilloso, como lo que estaba sintiendo en ese momento.

El moreno acariciaba la cabellera naranja despeinada del otro, sin marcar el ritmo él, solo quería tener esos mechones pelirrojos entre sus dedos porque si no los tenía, no sabía en qué agarrarse para mantenerse un poco consciente, aunque ni acariciando el pelo podía serlo ya que el magnifico olor de Chuya entraba en la nariz de Dazai sin preguntar, y ahí se quedaba rondando. Un olor que podría reconocer a kilómetros de distancia, siempre él resaltaba en Dazai como nunca nada lo había hecho. Eso le relajaba, le despertaba, le motivaba y le daban ganas de quererse morir. Se sentía tan impotente por todas las cosas buenas y malas que tenía Chuya y por todo lo que le provocaban dentro. Por eso amaba a Chuya, por eso y por muchísimas cosas más.

Como lo que estaba haciendo Chuya, quien dejó de chupársela para introducirse dos dedos en su boca, humedeciéndolos bien para después sacarlos y mirar a Dazai con una sonrisa llena de dulzura y unos ojos infectados de pasión. Cogió la pierna desnuda del suicida, pasándola por encima de su hombro, y masajeó la entrada de Dazai con esos dedos largos y húmedos con su propia saliva. Las vistas de Chuya eran geniales ahora mismo: el hombre al que más amaba medio abierto de piernas, su miembro aún duro con restos de saliva, el hermoso cuerpo desnudo lleno de cicatrices pero sin esas vendas que cubrían la realidad, su pecho subiendo y bajando con rapidez por la lujuria, su cara llena de éxtasis, con su boca entreabierta y los ojos cerrados al sentir esas caricias por detrás.

El cariñoso placer que le producían los dedos de Chuya le quitaba el aliento, pasaba sus dedos lentamente para estimularle, pero tuvo una mejor idea y el pelirrojo acercó su cara ahí. La verdad es que nunca habían hecho esto, así que sin pensarlo dos veces, Chuya abrió más las piernas de Dazai y empezó a estimularle torpemente con la lengua. Dazai comenzó a gemir de nuevo, era imposible que alguien pudiese reprimir esos sonidos, pedían a gritos salir de su garganta. Era raro lo que sentía, pero era totalmente increíble, hasta que finalmente, Chuya apartó su cara para introducirle, sin avisar, dos dedos. Dazai saltó, arqueando la espalda de la sorpresa, casi se le volcó el corazón.

-Osamu, no los escondas. Quiero oírte. - ordenó con una rasposa voz llena de lujuria y deseo.

Chuya subió su cuerpo para estar a la misma altura que Dazai mientras le hacía dedos, pero como veía que el moreno se estaba resistiendo y aguantando por no hacer ni un pequeño ruido el más bajo pasó a mover sus dedos con un ritmo lento y junto a eso, acercó sus labios al cuello de su amado, rozándolos con la piel sensible de esa zona, donde podía sentir como su pulso cardíaco se aceleraba con cada movimiento de sus dedos ahí abajo.

Dazai no aguantó más y cuando la lengua del pelirrojo trazó su yugular el gemido que pegó no fue para nada silencioso, pero los que siguieron fueron más calmados.

-Ves lo que pasa si te los guardas, puede ser que nos pillen aquí y no quiero dejar esto a medias, mi querido Dazai.

El susurro de Chuya chocó otra vez en la piel del cuello de Dazai, esta vez más abajo, por la clavícula, causando unos escalofríos a Dazai mientras los dedos de Chuya se movían con más seguridad y comodidad dentro del otro, y sus labios dejando rastros de besos húmedos por todo su pecho.

-Chuya, ya basta de dedos. - rogó el suicida entre miles de gemidos.

El otro le dedicó una sonrisa, le hacía gracia la forma de rogar que tenía Dazai ya que casi nunca le pedía nada así, era algo realmente placentero escuchar a Dazai con la dificultad de hablar que tenía por el gusto de las acciones de Chuya en su cuerpo. En menos de cinco minutos Osamu acabó de quitar la ropa de su compañero a besos y caricias llenas de amor y de deseo, y seguido el recién desnudado se posicionó de nuevo a la entrada del otro, pero esta vez rozando la punta de su miembro en ella.

-¿Con o sin?

-¡Me da igual, Chuya, solo quiero que me..

Y sin avisar de nuevo, interrumpiendo al moreno, Chuya metió su punta dentro de Dazai, el cual como antes se estremeció y gimió muchísimo más alto que todas las otras veces, sintiendo como Chuya se iba hundiendo más y más dentro de él. Sentía unos espasmos de dolor combinados con placer que le recorrían todo el cuerpo. Quería abrir los ojos, mirar a Chuya como se lo estaba follando, la cara de éxtasis que tendría ahora mismo, pero era él quien no le dejaba abrir los ojos ni coger ni una pizca de aire para incorporarse y poder tener el control, aunque sea un poco de control, de esta situación. Pero no, hoy todo era de Nakahara, de su hombre, de ese enano pelirrojo con sombrero. Aunque a él también le costaba mantener su compostura de activo, ya que el que muchas veces daba era Dazai, pero Chuya consiguió seguir el ritmo y el equilibrio gracias a que Dazai le había cogido las manos y se las había puesto en su pecho para que se apoyase ahí. Eso ayudó mucho en los movimientos de Chuya, que casa vez iban tomando más un ritmo oficial dentro del moreno.

Fuera del coche, ese lugar donde nadie podía entrar y mucho menos interrumpir, las luces de toda la ciudad eran las responsables de iluminar a esos dos amantes que estaban gozando de la vida, perdidos en su mundo lleno de lujuria, derrochando ese éxtasis mezclado con amor entre ellos, mientras había gente fuera que estaba muriendo y sufriendo, ellos estaban disfrutando de los placeres de la vida que se podían permitir de vez en cuando como si el mañana no existiese, en un mundo como es la Tierra, en nuestro planeta, ellos se sentían dentro de ese automóvil como si estuviesen en el espacio, viendo cada parte del universo con los ojos cerrados, pero los otros sentidos activados al máximo. Porque ahora se sentían lo que eran; humanos.

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Porno sin argumento(? Solo que el seme!Chuya tiene que ser visibilizado y el uke!Dazai es maravilloso tbh, magnifico, cósmico. D R E A M Y.